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TOXICIDAD TARDÍA 
En las últimas décadas se ha producido un aumento de la supervivencia global de algunas neoplasias, alcanzando tasas de curación impensables pocos años antes. La existencia de pacientes largos supervivientes, ha permitido conocer la existencia de efectos tóxicos tardíos relacionados con los tratamientos antineoplásicos recibidos, fundamentalmente quimioterapia y radioterapia.
 
Los principales factores de riesgo de los efectos tardíos son:
Factores relacionados con el paciente:
- Etapa del desarrollo (edad): mayor frecuencia de aparición en niños y jóvenes.
- Predisposición genética
- Sensibilidad del tejido y capacidad de reparación de tejidos dañados.
- Funcionamiento del resto de órganos no afectados por los tratamientos
- Estado general.
Factores relacionados con el tratamiento:
Radioterapia: dosis total, volumen irradiado…
Quimioterapia: Tipo de fármaco, dosis acumulativa..
Cirugía
Factores relacionados con el tumor:
- Efectos que ejerce sobre los tejidos.
- Alteraciones orgánicas que induce.
- Efectos mecánicos.
En la siguiente tabla se enumeran los principales efectos tardíos asociados al tratamiento quimioterápico:
Efecto tardío
Agentes causantes
Signos y síntomas
Déficit cognitivo
Cisplatino, Ifosfamida, 5_FU, Metrotexate, Taxanos, Interferón, Interleukina. RT
Alteraciones del comportamiento. Pérdida de memoria, alteraciones de concentración y atención. Demencia
Pérdida de visión
BCNU, Cisplatino. RT
Pérdida progresiva de agudeza visual, cataratas
Alteraciones en las glándulas lacrimales
5-Fluoruracilo. RT
Disminución de la producción de lágrimas: ojo seco, irritado.
Fibrosis del conducto lacrimal: lagrimeo
Pérdida de audición
Cisplatino, carboplatino. RT
Pérdida de audición de frecuencias altas bilateral
Fibrosis o cirrosis hepática
Metrotexate
Ictericia, alteraciones de coagulación, varices esofágicas, encefalopatía
Cardiomiopatía
Antraciclinas, dosis altas de ciclofosfamida
Fatiga, tos, disnea de esfuerzo, edemas en extremidades
Fibrosis pulmonar
Bleomicina, Busulfan, BCNU, Mitomicina-C, Ciclofosfamida, Ifosfamida.
Fatiga, tos, disnea de esfuerzo, mala tolerancia al ejercicio
Insuficiencia renal
Cisplatino, carboplatino
Fatiga, anemia, disminución de orina, edemas
Enteritis
Actinomicina D, Doxorrubicina
Dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso
Osteonecrosis
Esteroides, bifosfonatos
Dolor en articulación afectada
Osteopenia
Esteroides, antiestrógenos
Fracturas, dolor
Oligoespermia, azoospermia
Ciclofosfamida, CCNU, BCNU, Procarbazina, Busulfan, Ifosfamida
Atrofia testicular (más blandos y pequeños), infertilidad
Insuficiencia ovárica
Melfalán, Clorambucilo, Busulfán, Mitomicina, Cisplatino,  Etopósido, Procarbacina,  Tamoxifeno, Anastrozol, Letrozol, Exemestano, Goserelina, Leuprolina
 
Amenorrea (ausenta de menstruación), acné, sofocos, sequedad vaginal, dispareunia (dolor durante el coito), disminución de la libido, infertilidad
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
SEGUNDAS NEOPLASIAS QUIMIOINDUCIDAS
 
Los factores que influyen en el desarrollo de segundas neoplasias están relacionados no sólo con el tipo de tratamiento recibido (tanto quicio como radioterápico), sino que se considera que existe una susceptibilidad en el paciente, principalmente debida a mutaciones genéticas.
 
Las células que se  ven más afectadas son aquellas más sensibles a los efectos de la quimioterapia (las de recambio rápido), las células de la médula ósea, células epiteliales del tracto digestivo y los folículos pilosos. Todos agentes quimioterápicos actúan sobre el ciclo de reproducción celular (interrumpiéndolo   o deteniéndolo). Esto lleva a la producción de defectos en el material genético, que impiden la replicación y trascripción del ADN, siendo su consecuencia generalmente la muerte celular. Cuando las células, no pueden recuperarse de los efectos que sobre su ciclo reproductor producen los quimioterápicos, mediante los mecanismos de reparación del ADN, pueden aparecer mutaciones, que aumentan el riesgo de desarrollo de segundas neoplasias.
 
Los quimioterápicos con mayor riesgo de inducir segundas neoplasias son:
1.    Alquilantes: Nitrosureas (CCNU, BCNU), clorambucil, ciclofosfamida, melfalan y busulfan.
2.    Inhibidores de la topoisomerasa II: Etopósido, irinotecan
3.    Antraciclinas: Doxorubicina, epirubicina, daunorubicina, actinomicina D.
 
En los primeros 10 años, es mayor el riesgo de desarrollar segundas neoplasias hematológicas (leucemias, linfomas), aumentando posteriormente de forma exponencial el riesgo de aparición de tumores sólidos.
 
Los tumores con mayor frecuencia de segundas neoplasias son:
Tumor primario
Segunda neoplasia
Linfoma de Hodgkin
Leucemias agudas no linfocíticas, linfoma no Hodgkin, leucemia mieloide, cáncer de vejiga.
Linfoma No Hodgkin
Cáncer de vejiga, leucemia mieloide aguda
Cáncer de testículo
Leucemia mieloide aguda, melanoma, linfoma no hodgkin, tumores sólidos
Cáncer de ovario
Cáncer colorrectal, mama, vejiga, leucemias
Cáncer de mama
Cáncer en mama contralateral, endometrio, leucemias (si trasplante de médula)
Mieloma
Leucemias
Tumores pediátricos
Linfomas, leucemias, cáncer de tiroides, tumores cerebrales
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los seguimientos y controles de los pacientes largos supervivientes, permiten evaluar el riesgo de segundas neoplasias y facilita el diagnóstico precoz.
 

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