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Cáncer de endometrio-útero

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Diagnóstico 

Ante alguno de los signos y síntomas de sospecha la paciente debe remitirse a consulta de ginecología para valoración. 

1. Anamnesis dirigida: recopilación de los factores de riesgo personales y familiares de la paciente.

2. Exploración ginecológica: inspección con espéculo y colposcopia, tacto vagino-abdominal que permitirá definir el tamaño del útero y tacto recto-vaginal para hacer una aproximación del tamaño del útero o si se sospecha infiltración de tabique recto vaginal y parametrios. No se debe olvidar realizar palpación de los territorios ganglionares.

3. Ecografía transvaginal: introducción a través de la vagina de una sonda ecográfica que permite medir el grosor del endometrio, se suele establecer el punto de corte del grosor en 3mm, que puede ser diferente en función de si la paciente es pre y postmenopáusica. Si el grosor es superior o existe persistencia del sangrado ginecológico se proseguirá con pruebas diagnósticas.

4. Histeroscopia: es un examen visual del cuello uterino y del interior del útero con un fino tubo flexible. Esta prueba puede tener fines diagnósticos y terapéuticos. La visión directa del interior del útero nos permite tomar un biopsia de cualquier zona de sospecha, extracción de pólipos, fibromas o cauterización de zonas de sangrado. Se puede realizar con anestesia local o sin anestesia y es un procedimiento ambulatorio.

5. Biopsia endometrial por aspiración: técnica mínimamente invasiva y ambulatoria que permite la toma de biopsias a ciegas de las caras del útero y ángulos uterinos. Alta sensibilidad de especificidad en mujeres pre y postmenopáusicas.

6. Biopsia: toma de un pequeño fragmento del endometrio para corroborar el diagnóstico de sospecha.

diagnostico utero

En caso de confirmarse el diagnóstico de cáncer de endometrio se solicitarán pruebas complementarias:

7. Marcadores tumorales: e solicita habitualmente CA125, utilidad variable según el tipo de histología.

8. Rectoscopia y cistoscopia: permiten visualización directa del recto y la vejiga respectivamente y sólo se valorará ante elevada sospecha de infiltración tumoral.

9. Pruebas de imagen:

a. Resonancia magnética de pelvis (RM): prueba de elección para el estadiaje preoperatorio ya que es la que mejor valora la extensión locorregional del tumor siendo de especial interés el grosor de la línea endometrial, la existencia de masas en el interior del miometrio, el grado de infiltración del miometrio, la afectación o no del cérvix y la valoración de adenopatías aumentadas de tamaño.
b. Tomografía computarizada (TC): muy útil para la valoración de las adenopatías y la presencia de metástasis a distancia.
c. PET-TC: mayor sensibilidad que TC o RM para la detección de metástasis ganglionares. Actualmente, si bien está ampliamente aceptada como parte del estudio de extensión inicial su principal papel es en la detección de las recidivas o de cara al tratamiento de una recidiva local.


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