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Tumores cabeza y cuello - O.R.L.

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Tratamiento

El tratamiento de los tumores de cabeza y cuello, debe decidirse en un comité multidisciplinar, en él deben participar todos los especialistas implicados en el tratamiento: otorrinolaringólogo, cirujano máxilo-facial, radiólogo, oncólogo médico, oncólogo radioterápico, médico nuclear, patólogo, nutricionista y trabajador social.
 

Son tres los pilares del tratamiento de los tumores de cabeza y cuello: la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. En los últimos años se ha incluido la inmunoterapia en el arsenal terapeútico de estos tumores. Intentaremos explicar las generalidades de cada uno de ellos para estos tumores, explicando posteriormente en cada epígrafe las particularidades según la localización. 

1. Cirugía: es el tratamiento primario en tumores precoces. En estadios avanzados, la cirugía sigue siendo el mejor método de rescate en los enfermos que presenta recaídas tumorales operables. La cirugía es compleja porque el área ORL está implicada en funciones vitales como la respiración, la deglución (tragar alimentos) y el habla. Puede producir secuelas importantes como imposibilidad para hablar (si se extirpa completamente la laringe o la lengua), trastornos funcionales, rigidez en el cuello, …
   
2. Radioterapia: la radioterapia consiste en el tratamiento de la enfermedad mediante ondas de alta energía. Es un tratamiento local, es decir afecta exclusivamente al área irradiada. Administrada a dosis altas, destruye las células o detiene su crecimiento. Las células tumorales se dividen más rápidamente que el resto de las células y son más sensibles a la radioterapia que las células normales. Con el fin de minimizar los efectos secundarios, antes de iniciar el tratamiento se debe delimitar bien la zona que se va a irradiar y así preservar el tejido sano. Se hace una preparación preliminar o simulación. Se realiza un TAC o un PET-TAC para poder dibujar correctamente el lugar a irradiar. La zona se marca con unos tatuajes (puntos de tinta china) y el procedimiento dura entre media hora y dos horas.
El tratamiento se administra normalmente de lunes a viernes durante cinco a siete semanas y la duración de cada sesión varía entre cinco y diez minutos. La radioterapia no duele durante su aplicación, y es importante la inmovilidad del paciente durante toda la sesión para que no haya desviaciones de los rayos. En los últimos años se están desarrollando técnicas que permiten controlar la respiración del paciente y administrar la radiación sin interferencias.
 

Hoy en día en la mayoría de los centros se administra una nueva forma de radioterapia que se denomina IMRT (radioterapia de intensidad modulada), es una forma de lograr tratamientos más localizados y reducir los efectos tóxicos de la misma.

 
La radioterapia en los tumores de cabeza y cuello puede producir alguno de los siguientes efectos secundarios.
 
  • Boca seca (xerostomía): puede hacer difícil comer, tragar o hablar. Suele ser un efecto permanente del tratamiento. Se puede paliar bebiendo mucha agua, con caramelos o sustitutos de saliva para humedecer la boca. Con las nuevas técnicas de RT como IMRT estos efectos son menores que con las técnicas convencionales.

  • Problemas dentales: la radioterapia tiene un efecto devastador sobre la dentadura. Mantener una higiene dental adecuada puede disminuir estos problemas. Muchas personas no pueden utilizar prótesis dentales hasta un tiempo después de finalizado el tratamiento. Se recomienda realizar revisión dental previa al inicio de un tratamiento radioterápico sobre el área ORL.

  • Dolor local. La radioterapia puede producir úlceras en la boca que  son muy dolorosas (mucositis). Existen fármacos que pueden disminuir este dolor.

  • Sangrado de las encías.

  • Infección: la frecuencia de infecciones de la boca durante y después de  la radioterapia es muy elevada. Son frecuentes las micosis o infecciones por hongos.

  • Retrasos en la cicatrización de las manipulaciones dentarias.

  • Rigidez mandibular: a veces la radioterapia puede afectar a la musculatura masticadora, produciendo rigidez de mandíbula. Se puede minimizar con ejercicios de apertura y cierre de la boca.

  • Cambios en el gusto y en el olfato: esto se produce durante el tratamiento y según va pasando el tiempo suele mejorar aunque es posible que no vuelva a ser como antes.

  • Cambios en la voz: su voz puede sonar más débil al final del día. Este efecto suele desaparecer al terminar el tratamiento.

  • Hipotiroidismo: la irradiación del tiroides puede producir una alteración en su función normal, precisando en ocasiones la administración de hormona tiroidea. Con las técnicas de radioterapia que se utilizan en la actualidad esta complicación es muy rara.

  • Cambios en la piel en la zona radiada: la piel en la zona tratada se puede volver roja o seca. Es importante mantener una buena hidratación y cuidado de la piel durante el tratamiento y después de él. Es importante proteger la piel del sol y evitar la ropa demasiado apretada. Los varones deben evitar afeitarse durante el periodo de tratamiento.

  • Fatiga: a medida que avanza el tratamiento es normal que acuse cierto cansancio. Es importante un descanso adecuado y evitar actividades demasiado extenuantes.
La mayoría de estos síntomas se pueden minimizar o tratar de forma que el tratamiento sea más llevadero.
 
El hecho de estar recibiendo radioterapia no implica que emita ningún tipo de radiación, por lo que su vida puede continuar sin cambios. En aquellos casos en los que suponga algún riesgo para mujeres embarazadas o niños pequeños, se le especificará al inicio del tratamiento.
 
3. Quimioterapia: el tratamiento con quimioterapia consiste en la utilización de fármacos llamados antineoplásicos o quimioterápicos cuyo objetivo es destruir las células tumorales. Como efectos colaterales también actúan sobre las células sanas, de forma más intensa sobre las células de crecimiento más rápido.
La quimioterapia para los tumores de cabeza y cuello se administra habitualmente por vía venosa, aunque existen algunos fármacos que se pueden administrar por vía oral (por la boca). El tratamiento se administra a intervalos fijos de tiempo que dependen para cada uno de ellos (una vez a la semana, cada 3 semanas, quincenal...). Cada período de tratamiento se conoce como ciclo y puede variarse dependiendo de las condiciones del paciente.
 
En los tumores de cabeza y cuello, la quimioterapia se administra según tres esquemas fundamentales:
 
- Neoadyuvante o tratamiento de inducción: previo a la cirugía o radioterapia.
- Adyuvante o después de tratamiento radical con cirugía o radioterapia.
- Concomitante o a la vez que la radioterapia.
 
Algunos de los efectos secundarios de la quimioterapia en  los tumores de cabeza y cuello son superponibles a los de la radioterapia, incluyendo dolor en la zona irradiada, boca seca, infecciones y cambios en el sabor de los alimentos. La mayoría de esto síntomas ceden con la finalización del tratamiento.
 
La quimioterapia produce efectos que son debidos a  su acción sobre otras células del cuerpo, sobre todo las que más rápidamente se reproducen:
 
- Alteraciones sobre la médula ósea:
   Anemia: se debe a la disminución de los glóbulos rojos o hematíes. En los casos severos el paciente puede precisar transfusiones de sangre o ayuda con una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos (eritropoyetina).
   Neutropenia o bajada de defensas: es asintomática, pero en caso de infecciones durante el tratamiento puede ser más difícil la recuperación.
   Trombopenia o bajada de plaquetas: si es muy marcada puede asociarse a sangrado nasal o de mucosas.
Con el fin de detectar y corregir estas alteraciones, se realizan análisis de forma periódica y previos a la administración de cada nuevo ciclo de quimioterapia.

- Alopecia (caída del pelo): son muchos los fármacos que producen caída temporal del pelo. La intensidad de la caída depende del tipo de fármaco administrado. Generalmente vuelve a salir a partir de las cinco semanas después de la terminación del tratamiento. En ocasiones el pelo que sale es distinto del previo.

-  Trastornos digestivos: la quimioterapia produce con frecuencia alteraciones del apetito, nauseas, vómitos y úlceras en la boca. Con el tratamiento adecuado se puede controlar  en la mayoría de los pacientes.

-  Mucositis: se define así la inflamación de la mucosa de la boca. Es uno de los efectos más frecuentes del tratamiento combinado con quimio y radioterapia en los tumores de cabeza y cuello. Favorece la infección por hongos y puede dificultar enormemente la correcta alimentación durante y después del tratamiento.
 
Dentro de los tratamientos oncológicos tenemos que diferenciar varios tipos de tratamiento:

1. Quimioterapia clásica: se trata de fármacos que destruyen la célula tumoral .

2. Anticuerpos monoclonales: son fármacos intravenosos que actúan de forma diferente a la quimioterapia, pudiéndose combinar con la radioterapia y la quimioterapia. Los efectos secundarios son también diferentes de la quimioterapia. Sus principales efectos tóxicos son cutáneos (rash), generalmente transitorios y alteraciones de las uñas. Actualmente reemplaza en muchas indicaciones a la quimioterapia convencional. Un tratamiento estándar utilizado actualmente es la combinación del único anticuerpo aprobado en estos tumores (Cetuximab) y Radioterapia, con intención de curar la enfermedad.

3. Inmunoterapia: es un tratamiento intravenoso de reciente aprobación en los tumores de cabeza y cuello. Su mecanismo de acción se basa en estimular el sistema inmune del paciente para que sea el que destruya las células tumorales. En lo últimos años se han aprobado dos fármacos: Nivolumab y Pembrolizumab, los dos para enfermedad avanzada.

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