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Cáncer de cérvix

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11) Seguimiento

- El seguimiento tiene dos objetivos: detectar una recaída cuando todavía es tratable con intención curativa, e identificar y manejar las secuelas del tratamiento mientras se monitoriza la calidad de vida.

- Aproximadamente, tres de cada diez pacientes pueden recaer tras un tratamiento óptimo y la mayoría de las recidivas (≈75%) se concentran en los tres primeros años desde el diagnóstico, con localización frecuente en pelvis o ganglios paraaórticos. El riesgo individual depende principalmente del estadio inicial.

- En cada revisión se combina una conversación clínica dirigida con una exploración física completa. Se revisan señales de alarma (sangrado o flujo persistente, dolor pélvico o abdominal, cambios urinarios o intestinales, pérdida de peso, cansancio llamativo, dolor óseo, hinchazón de piernas) y efectos secundarios (digestivos, urinarios, sexuales, síntomas de menopausia, linfedema, dolor, estado de ánimo). La exploración incluye especuloscopia, tacto bimanual y rectal, y palpación de abdomen y cadenas ganglionares. La citología no aporta valor de forma rutinaria tras radioterapia; la prueba de VPH puede ser útil en tumores VPH-dependientes, especialmente a los 6, 12 y 24 meses tras cirugía preservadora de la fertilidad. Las pruebas complementarias se solicitan cuando hay síntomas o hallazgos que lo justifiquen.

- Después de radioquimioterapia y braquiterapia (IGBT), no se recomienda valorar la respuesta antes de tres meses del final de la IGBT. La evaluación se realiza con exploración y la misma técnica de imagen empleada al diagnóstico. Si a los tres meses queda respuesta parcial, muchas pacientes alcanzan respuesta completa entre seis y nueve meses, por lo que se mantiene la observación. Si persiste enfermedad más allá de 6–9 meses, se valora rescate quirúrgico en centros con experiencia. En caso de respuesta completa, no se recomiendan biopsias ni citologías de rutina.

- El seguimiento también atiende a las secuelas y la calidad de vida. La radioterapia puede causar, con el tiempo, alteraciones del tránsito intestinal, incontinencia o sangrado rectal; el linfedema de piernas puede aparecer meses o años después (más si hubo linfadenectomía) y se beneficia de fisioterapia y medidas compresivas. La quimioterapia con platinos o taxanos puede dejar neuropatía sensitivo-motora, a veces reversible, que requiere manejo específico.

- Tras radioterapia es frecuente la fibrosis vaginal; el uso de dilatadores, lubricantes y, si procede, estrógenos tópicos puede mejorar tanto las relaciones como las exploraciones.

- Dado que el cáncer de cérvix no es hormonodependiente, en mujeres con menopausia iatrogénica puede valorarse terapia hormonal sustitutiva si no existen contraindicaciones.

- El componente emocional (ansiedad, bajo estado de ánimo, miedo a la recaída) debe abordarse con cribado sistemático, apoyo psicológico y derivación cuando sea necesario. Lo ideal es disponer de un plan de supervivencia individual con responsables, calendario, secuelas identificadas y acciones previstas.

Calendario orientativo de seguimiento (individualizar por riesgo y tratamiento)

calendario seguimiento cancer cervix 2025

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