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Tumores neuroendocrinos

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Estudios diagnósticos

Ante la sospecha de un tumor neuroendocrino se debe realizar:
  • Analítica general Estudio hormonal inicial en plasma y/u orina: La hormona estudiada dependerá del tumor neuroendocrino que se sospeche clínicamente. En los TEGEP debe realizarse la determinación de Cromogranina A sérica en ayunas y en los casos en que se sospecha el diagnóstico de un tumor carcinoide clásico un examen en orina de 24 horas de 5-HIAA (ácido 5-hidroxiindolacético).
  • Pruebas de imagen.Medicina nuclear:Las pruebas de medicina nuclear tienen especial utilidad en el diagnóstico de tumores neuroendocrinos. Las más habituales son la gammagrafía con octreotido, el PET-Galio68 y el PET-FDG (glucosa). El objetivo es detectar la expresión de receptores de somatostatina (gammagrafía, PET-Galio68) o la actividad tumoral a través del consumo de glucosa (PET-FDG). De esta manera se puede determinar la agresividad del tumor y la sensibilidad a tratamientos dirigidos a los receptores de la somatostatina. La prueba con Galio68 es la más sensible actualmente para la evaluación funcional de TNE bien diferenciados, aunque en algunos casos la combinación de PET FDG y Ga68 puede ser de utilidad para determinar el mejor tratamiento disponible.
  • Gammagrafía con MIBG 131: Es la técnica más sensible y específica para el diagnóstico de feocromocitomas y paragangliomas.
  • TAC de alta definición: Puede ser útil como prueba principal en los casos con gammagrafías negativas, y como estudio complementario en los casos con gammagrafías positivas al proporcionar imágenes mucho más precisas anatómicamente. El TAC es esencial para el seguimiento de la enfermedad metastásica y para seguir la respuesta a los tratamientos. Debido a las características especiales de los TNE-GEP el TAC debe ser trifásico para obtener las mejores imágenes posibles incluyendo una fase arterial precoz.
  • Resonancia magnética nuclear (RMN): Presenta una gran sensibilidad para la detección de metástasis hepáticas. También es muy útil en la detección de otros tumores neuroendocrinos como el de tiroides o los de hipófisis.
  • Estudio anatomopatológico:Debe realizarse una biopsia tumoral en todos los casos. Un estudio anatomopatológico reglado es esencial para realizar un correcto diagnóstico del tumor y una correcta clasificación, incluyendo la diferenciación tumoral, la expresión de cromogranina A y sinaptofisina y la determinación de Ki67/número de mitosis, que permitan seleccionar el grado de la OMS (1-3) de la neoplasia neuroendocrina. No existen biomarcadores que orienten a un mejor tratamiento, aunque existen determinaciones específicas que nos pueden ayudar en la clasificación de tumor versus carcinoma neuroendocrino (DAX-ATRX, TP53, Rb…).  

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