Los Avances en Cáncer Renal

 
  • De forma reciente y por primera vez en el contexto adyuvante, se ha demostrado que pembrolizumab impacta en la supervivencia global.
  • Hace 15 años, el tratamiento con Interferon o cirugía aislada solo lograba medianas de supervivencia de en torno a cinco meses de supervivencia para los pacientes con enfermedad avanzada. A día de hoy, la secuenciación terapéutica de nuevos fármacos es capaz de proyectar medianas de supervivencia superiores a los 40 meses.
  • El cáncer de riñón representa el octavo tipo tumoral en cuanto a prevalencia en España. Cada año se diagnostican en nuestro país más de 9.000 casos nuevos, siendo aproximadamente el doble de frecuente en varones que en mujeres.

Si hace 15 años el tratamiento de pacientes con carcinoma de células renales (CCR) avanzado con Interferon o cirugía aislada como herramienta terapéutica era capaz de lograr medianas de supervivencia de 5-7 meses, en la actualidad la secuenciación terapéutica de nuevos fármacos consigue proyectar medianas de supervivencia superiores a los 40 meses, manteniendo una buena calidad de vida para el paciente. Por otra parte, pembrolizumab, un anticuerpo monoclonal anti-PD1, ha demostrado un impacto positivo en la supervivencia global de pacientes en el contexto adyuvante. Este hito marca una mejora notable en el pronóstico de los pacientes.  

En el marco de la campaña de comunicación “En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas”, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores. Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Riñón que se celebra este jueves, 20 de junio, destacamos los avances más importantes en cáncer de riñón, que representa el 3% de todos los tumores, y aproximadamente tres de cada cuatro neoplasias renales serán carcinomas de células claras. Es aproximadamente dos veces más frecuente en hombres que en mujeres y la edad media de presentación es a los 64 años.

Se estima, además, que es responsable de la muerte de más de 52.000 personas al año en Europa, con 9.208 casos nuevos/año en España. El hallazgo incidental u ocasional de los tumores renales en pacientes asintomáticos ha pasado a ser la principal vía de diagnóstico, lo cual contribuye a la detección de tumores renales en estadios mucho más precoces y, en definitiva, mejora a su vez el pronóstico de esta enfermedad.

El tratamiento del CCR se ha modificado en gran medida en los últimos años. Además de los constantes avances en el tratamiento local radical de los tumores renales en estadio precoz, de forma reciente se ha demostrado que el tratamiento adyuvante con pembrolizumab en pacientes con carcinoma renal con riesgo intermedio/alto (según los

criterios del estudio KN-564) tras nefrectomía y en pacientes con nefrectomía radical y resección de enfermedad metastásica (M1 sin evidencia de enfermedad) aumenta la supervivencia global.

Además, el mejor conocimiento de la biología molecular del carcinoma de células renales avanzado ha permitido identificar vías de señalización que juegan un papel relevante en la progresión de estos tumores.

En este sentido, se sabe que las vías de regulación de los procesos de angiogénesis están alteradas en la mayoría de los tumores renales de células claras, tanto de origen familiar como en gran parte de los casos esporádicos. Las evidencias que sustentan el uso de terapia anti–VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular) provienen de varias fuentes. En los años 90 se describió el papel de la proteína VHL (von Hippel–Lindau) en el control del factor inducible por hipoxia alfa (HIF) en condiciones de normoxia, además de la inducción de VEGF, TGF-alfa (factor de crecimiento transformante) y PDGF (factor de crecimiento derivado de plaquetas) por parte del HIF-alfa. Cuando hay una mutación, deleción o cualquier otro proceso de silenciamiento génico del gen de VHL (como ocurre en más del 70% de los casos de cáncer renal de células claras), se acumula HIF-alfa y, en consecuencia, se liberan factores proangiogénicos (VEGF), incluso en condiciones de normoxia, además de TGF-alfa y PDGF que estimulan el crecimiento de forma autocrina.

Antiangiogénicos e inmunoterapia

En base a este conocimiento se incorporó como pilar principal de tratamiento del cáncer renal avanzado el uso de antiangiogénicos. Durante los últimos años diferentes agentes con más o menos especificidad o afinidad sobre los distintos elementos de señalización de la vía de VEGF, con diferencias en cuanto a perfil de efectos secundarios, etc., han demostrado ser activos en las distintas fases de la evolución de la enfermedad.

Otra vía de control neoplásico frecuentemente desregulada en cáncer renal es aquella que ejerce nuestro sistema inmune sobre la generación y progresión de los tumores. La idea de modular nuestro sistema inmune para recuperar su correcta acción contra el cáncer renal es ya clásica, y de ahí que durante el final del siglo pasado y principios de este siglo XXI todavía se emplearan tratamientos con el Interferon-alfa o la Interleukina 2. El mejor conocimiento de la sinapsis inmunológica y la generación de los nuevos anticuerpos inhibidores de inmuno-check-point han permitido de nuevo reincorporar a la inmunoterapia como una estrategia protagonista en el tratamiento del cáncer renal.

Existen otras muchas vías de señalización celular, rutas metabólicas, mecanismos de control de ciclo celular, etc., que pueden verse alteradas en cáncer renal y también representan potenciales dianas cada vez mejor exploradas en pro de una auténtica personalización del tratamiento de nuestros pacientes. No obstante, su escasa frecuencia y la dificultad en la identificación de adecuados biomarcadores predictores de eficacia limitan su uso.

Secuenciación terapéutica

Lo habitual en nuestro medio es que los pacientes con carcinoma renal avanzado reciban, a lo largo de la evolución de su enfermedad, una secuencia de distintos tratamientos que logren, manteniendo una buena calidad de vida para el paciente, prolongar al máximo su supervivencia incluso hasta medianas superiores ya a los 40 meses.

En primera línea, la elección de tratamiento debe basarse en la disponibilidad de los tratamientos aprobados, el grupo pronóstico y las comorbilidades del paciente. De forma general, las combinaciones de inhibidores tirosina-quinasa (TKI) e inmunoterapia han demostrado beneficio en tasas de respuesta, supervivencia libre de progresión (SLP) y supervivencia global (SG) en comparación con TKI en monoterapia. Algunas de estas combinaciones incluyen pembrolizumab + axitinib, nivolumab + cabozantinib o pembrolizumab + lenvatinib.  Sin embargo, existen algunos subgrupos de pacientes en los cuales se puede considerar el tratamiento con TKI como sunitinib, pazopanib o tivozanib en monoterapia, especialmente en aquellas situaciones en las que las combinaciones no están disponibles. Las combinaciones de inmunoterapia (ipilimumab + nivolumab) también han demostrado beneficio en supervivencia global en comparación con sunitinib en pacientes con pronóstico intermedio o pobre según la escala IMDC.

La segunda línea de tratamiento va a estar condicionada principalmente por la terapia recibida en primera línea. En aquellos pacientes que son tratados con un TKI anti-VEGF en monoterapia, las opciones recomendadas de tratamiento son la inmunoterapia (nivolumab) o cabozantinib (TKI dirigido frente a VEGF, MET y AXL). No obstante, debido a la creciente evolución en el empleo de combinaciones en primera línea, es necesaria mayor investigación en este escenario. Las guías clínicas recomiendan TKI que no hayan sido empleados en primera línea, entre las que se incluyen cabozantinib, axitinib, tivozanib, sunitinib, pazopanib o la combinación de lenvatinib-everolimus.

De forma reciente el estudio fase III LITESPARK-005 ha demostrado el beneficio de bezultifan (inhibidor oral de factor inducible por hipoxia HIF-2a) en supervivencia libre de progresión en pacientes previamente tratados con inmunoterapia y TKI.

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Los Avances en Cáncer de Próstata

Infografia Avances Cancer Prostata

 

  • El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en varones en nuestro entorno.
  • La mayoría de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en estadios iniciales, donde las tasas de curación son muy elevadas mediante cirugía o radioterapia/braquiterapia con o sin adición de hormonoterapia.
  • Se han identificado alteraciones en genes relacionados con la reparación del ADN en hasta en el 30% de pacientes con cáncer de próstata avanzado que los hace especialmente sensibles al tratamiento con inhibidores de PARP.
  • Nuevas opciones de tratamiento, como el radiofármaco 177Lu-PSMA-617, se han incorporado al arsenal terapéutico de los pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico.

Madrid, 10 de junio de 2024.- La supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado en los últimos 15 años se ha triplicado gracias al desarrollo de nuevos agentes hormonales, quimioterapia o radiofármacos, pasando de 12-18 meses en 2005, cuando sólo se disponía de quimioterapia, a más de 36 en la actualidad. Además, los inhibidores de PARP han demostrado beneficio en supervivencia en pacientes con cáncer de próstata avanzado, con alteraciones en genes implicados en la reparación del DNA, siendo el más frecuente BRCA2. Por otro lado, la aparición de nuevos radiofármacos, como el 177Lu-PSMA-617, emerge como una nueva opción terapéutica eficaz en el algoritmo terapéutico de los pacientes con cáncer de próstata avanzado.

En el marco de la campaña de comunicación “En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas”, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores. Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Próstata que se celebra mañana martes, 11 de junio, destacamos los avances más importantes en cáncer de próstata, el primer cáncer más diagnosticado en nuestro entorno en varones, con una estimación de 30.316 nuevos casos en España en 2024, según el informe de SEOM “Las cifras del cáncer en España” de 2024.  

Además, el cáncer de próstata es el tumor más prevalente en varones, con una estimación de prevalencia a cinco años para el año 2020 de 122.025 casos, según los últimos datos disponibles recogidos en el citado informe de SEOM. Sin embargo, ocupa el tercer lugar como responsable del número de fallecimientos por cáncer en varones en España, con una reducción de la tasa de mortalidad de forma progresiva. La supervivencia neta a cinco años de los pacientes diagnosticados en el periodo 2008-2013 fue de 89,8%, la más elevada entre los tumores más frecuentes.

En la actualidad, la inmensa mayoría de casos de cáncer de próstata se diagnostica en estadios iniciales, mientras que sólo el 10% corresponde a casos avanzados (metastásicos) al diagnóstico. En estadios iniciales, el cáncer de próstata es curable en una gran mayoría de casos mediante cirugía, radioterapia/braquiterapia con o sin la adición de hormonoterapia. A pesar de la eficacia de estos tratamientos radicales, aproximadamente un 30% de los pacientes van a terminar desarrollando una recurrencia de la enfermedad, que finalmente puede conducir a una enfermedad metastásica e incurable.

Dentro del cáncer de próstata avanzado, es importante diferenciar varios grupos de pacientes, ya que las implicaciones de tratamiento son diferentes en cada uno de ellos. Por una parte, tenemos el cáncer de próstata hormonosensible metastásico, que puede ser o bien un diagnóstico de novo o bien recurrente tras un tratamiento local previo. Por otra parte, está la enfermedad resistente a castración, que a su vez puede ser metastásica (lo más común) o no metastásica. Los objetivos del tratamiento en cualquiera de estas fases es prolongar la supervivencia, preservar la calidad de vida y prevenir eventos óseos.

Es en estos casos avanzados donde se han realizado la mayoría de los avances en el tratamiento de la enfermedad. En el escenario hormonosensible metastásico el empleo de dobletes con agentes hormonales (apalutamida, enzalutamida, abiraterona) o con tripletes con docetaxel y agentes hormonales (abiraterona o darolutamida) debe considerarse de elección. Posteriormente, en la enfermedad resistente a la castración metastásica (CPRCm), las opciones de tratamiento son múltiples: quimioterapia (docetaxel o cabazitaxel), agentes hormonales (abiraterona o enzalutamida), o radiofármacos (radio-223 o 177Lu-PSMA-617), cuya elección dependerá, en parte, de los tratamientos previos que haya recibido el paciente.

Además, en los últimos años, en el CPRCm, se ha demostrado el beneficio de los inhibidores de PARP, bien en monoterapia o en combinación con agentes hormonales, principalmente en pacientes con alteraciones en genes implicados en la reparación del ADN, siendo el gen más frecuentemente alterado BRCA2. Las alteraciones en genes implicados en la reparación del ADN están presentes en el tejido tumoral de hasta el 30% de los pacientes con CPRCm, y es importante tener en cuenta, que hasta el 12-16% de estas alteraciones pueden estar presentes en la línea germinal, con las implicaciones que eso conlleva de cara al asesoramiento familiar.

En otro contexto de la enfermedad, en pacientes con carcinoma de próstata resistente a la castración que todavía no han desarrollado metástasis, tanto apalutamida como enzalutamida y darolutamida, todos ellos agentes hormonales, han demostrado retrasar la aparición de metástasis en aproximadamente dos años, disminuir el riesgo de aparición de síntomas en más de un 50%, además de prolongar la supervivencia de los pacientes.

Secuencia óptima de fármacos

En la actualidad, uno de los desafíos más importantes consiste en determinar el valor de la secuencia óptima de fármacos para obtener el máximo beneficio en cada paciente en particular. A ello van a ayudar los nuevos descubrimientos de la biología molecular de la enfermedad que están permitiendo avances en el desarrollo de la medicina personalizada. El análisis de nuevos biomarcadores en biopsias líquidas, tanto células tumorales circulantes como DNA circulante, se encuentra en la actualidad en evaluación en varios estudios y podría, en el futuro, determinar la elección del tratamiento óptimo basado en el perfil molecular individual de cada paciente.

Todos estos fármacos han podido ver la luz gracias a la realización de ensayos clínicos en múltiples centros del mundo, y a la generosa participación de los pacientes en ellos. En estos avances, ha habido una participación muy significativa de centros españoles. Seguimos creyendo que la mejor opción, en la medida de lo posible, es la participación en ensayos clínicos que sigan intentando mejorar la seguridad y eficacia de estos tratamientos. Pero, por encima de todo, es necesario que aquellos progresos que muestren beneficios significativos se incorporen de manera equitativa para todos los pacientes, y que el acceso al mejor tratamiento para su enfermedad sea universal.

 
 
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Los Avances en Melanoma

Avances en melanoma 2024
 

La detección precoz, la inmunoterapia y las terapias dirigidas mejoran la supervivencia en melanoma

  • Los avances terapéuticos en melanoma han mejorado la supervivencia en estadios tempranos y en enfermedad avanzada.
  • La incidencia del melanoma en España sigue aumentado, estimándose en 2024 un total de 7.881 casos de melanoma, 3.725 en hombres y 4.156 en mujeres.
  • SEOM insiste en la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz.

La supervivencia a 5 años desde el diagnóstico ha mejorado de forma muy significativa en las últimas décadas, superando el 90% de los pacientes diagnosticados en estadios tempranos de la enfermedad. También el pronóstico en fases avanzadas de diseminación ha cambiado por completo. Esta ganancia en supervivencia se debe a múltiples factores. En el tratamiento adyuvante la inmunoterapia y las terapias dirigidas han supuesto un cambio de paradigma aunque continúa siendo fundamental la detección precoz que incrementa de forma más significativa las posibilidades de curación definitiva. En el melanoma metastásico, las terapias dirigidas, la inmunoterapia, el uso de virus oncolíticos y el mejor conocimiento de las vías implicadas en la aparición y progresión del melanoma han tenido también un fuerte impacto en el mejor pronóstico y aumento de la supervivencia global.

El melanoma es uno de los tumores malignos cuya incidencia ha aumentado más rápidamente en los últimos años. Para 2024, en España se estima un total de 3.725 casos nuevos en varones y 4.156 casos nuevos en mujeres por lo que la cifra total asciende a 7.881 casos estimados, según el informe de SEOM Las cifras del cáncer en España 2024. No obstante, hay que tener en cuenta que estos datos infraestiman la situación real de la patología dado que muchos casos de buen pronóstico no se incluyen en los registros académicos oficiales. Es, además, una de las principales causas de años perdidos de vida por causa oncológica.

La supervivencia a cinco años desde el diagnóstico ha mejorado de forma muy significativa en las últimas décadas, superando el 90% de los pacientes diagnosticados en estadios tempranos de la enfermedad. También el pronóstico en fases avanzadas de diseminación ha cambiado por completo.

 Enfermedad localizada

 Los avances en el tratamiento del melanoma se han producido desde las técnicas quirúrgicas, al poder reducirse los márgenes quirúrgicos necesarios, y, sobre todo, con la incorporación del ganglio centinela (extirpación únicamente de los primeros ganglios de drenaje linfático), reduciendo de forma significativa la morbilidad de los pacientes, al reducir los casos de linfedema. 

Sin embargo, el gran cambio se ha producido en los tratamientos adyuvantes, dirigidos a prevenir las recaídas. Hasta 2016, el único tratamiento disponible en esta situación era el interferón alfa a dosis altas, que aunque demostró un beneficio, éste era a costa de una toxicidad muy elevada.

A partir de 2016 se ha producido un cambio en el paradigma de tratamiento de estos pacientes, tras objetivarse beneficios tanto de la supervivencia libre de enfermedad como de la supervivencia global de los pacientes con la inmunoterapia, y, en especial, con los inhibidores de PD-1 nivolumab y pembrolizumab, aprobados por la FDA en 2017 y 2019 respectivamente. A estos fármacos se suma la combinación de dabrafenib y trametinib, aprobada como tratamiento adyuvante por la FDA para el de los pacientes con melanomas BRAF mutados en estadio III operados.

Es importante tener en cuenta que estos tratamientos conllevan un riesgo de toxicidad no desdeñable para pacientes potencialmente curados, lo que debe considerarse a la hora de pautarlos  en la práctica clínica diaria.

Existe mucho interés por el escenario neoadyuvante, ya que se ha objetivado un mayor beneficio con la inmunoterapia cuando se administra en el escenario neoadyuvante que en el adyuvante, con una reducción significativa en las recidivas.

A pesar de los avances realizados en el tratamiento adyuvante del melanoma hoy en día continúa siendo fundamental la detección precoz, que incrementa de modo muy considerable la posibilidad de curación definitiva de esta enfermedad.

Enfermedad avanzada

El cambio de paradigma en el tratamiento del melanoma metastásico se produce con los avances realizados en el campo de la inmunoncología tras el descubrimiento por Allison y Honjo de los receptores implicados en los puntos de control inmune CTLA-4 y PD-1, hallazgo que les valió el Premio Nobel.

La inhibición de CTLA-4 (ipilimumab) y de PD-1 (nivolumab y pembrolizumab), demostraron importantes beneficios clínicos en supervivencia global, con un porcentaje significativo de pacientes con melanoma avanzado alcanzando respuestas mantenidas, incluso tras la suspensión de dichos fármacos. Por ello, estos fármacos son hoy en día la terapia de elección en primera línea de tratamiento en melanoma BRAF nativo y forman parte de la terapia de elección en primera línea en melanoma metastásico BRAF mutado.

La combinación de ipilimumab y nivolumab se caracteriza por una alta eficacia, pero a expensas de una mayor toxicidad, que, hace precisa una adecuada selección de los pacientes y la administración del tratamiento en centros especializados en el manejo de efectos adversos relacionados con la autoinmunidad.

En marzo de 2022, la FDA aprueba la combinación de nivolumab y relatlimab-rmbw, un anticuerpo anti-LAG3, en primera línea de tratamiento de melanoma avanzado.

La utilización de virus oncolíticos también ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del melanoma.

También en los últimos años hemos asistido a un mejor conocimiento de otras vías moleculares implicadas en la aparición y progresión del melanoma. Aproximadamente el 50% de los pacientes con melanoma tiene mutaciones en BRAF que resultan en una activación de MEK. En estos pacientes la inhibición combinada de BRAF y MEK puede detener la progresión de la enfermedad, con respuestas rápidas.

A día de hoy tres combinaciones de inhibidores de BRAF y MEK (dabrafenib/ trametinib, vemurafenib/cobimetinib y encorafenib/binimetinib) están aprobadas por la FDA y forman parte de la terapia de elección en primera línea en melanoma metastásico BRAF mutado. Con estos tratamientos pueden lograrse respuestas sostenidas en el tiempo aunque el principal problema es la aparición de resistencias.  En la práctica habitual se utilizan sobre todo de entrada en pacientes con elevada carga tumoral o en aquellos que están muy sintomáticos ya que la respuesta se produce de una forma más rápida que a la inmunoterapia. De cualquier forma, lo habitual es que los pacientes con mutaciones de BRAF V600E acaben recibiendo tanto terapia dirigida como inmunoterapia a lo largo de su evolución.

Finalmente, en julio de 2020 la FDA aprobó el tratamiento de atezolizumab asociado a vemurafenib y cobimetinib, que  demostró ser superior al tratamiento exclusivo con la combinación de terapias dirigidas.

Sin embargo, es importante saber que el éxito de las terapias dirigidas y de la inmunoterapia no ha sido tan rotundo en el manejo de los pacientes con otro tipo de melanomas como los melanomas de mucosas, el melanoma acral o el melanoma uveal y el desarrollo de fármacos eficaces en el tratamiento de estos tumores continúa siendo una actividad pendiente. Recientemente, se ha aprobado por la FDA tebentafusp-tebn en pacientes con melanoma uveal avanzado HLA-A*02:01-positivo, al demostrar un beneficio significativo en supervivencia global frente a la terapia estándar a elección del investigador.

Como ya hemos visto, los pequeños avances, tomados de forma conjunta sí son relevantes. De aquí el lema de la campaña de comunicación que SEOM inició en 2013 En Oncología, cada avance se escribe con mayúsculas. Estos pequeños avances, considerados cada uno de ellos de manera aislada, podrían haber sido considerados de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico y la calidad de vida de muchos pacientes.

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Los Avances en Cáncer de Vejiga

  • La inmunoterapia y los anticuerpos conjugados han marcado un hito en el manejo del carcinoma urotelial.
  • La principal causa conocida del cáncer de vejiga es el tabaco, al que se atribuyen más del 40% de todos los casos diagnosticados.

El cáncer de vejiga tiene una incidencia anual en España de 22.097 casos, lo que lo convierte en el décimo tumor más frecuente, considerando ambos sexos. Sin embargo, su incidencia es notablemente más elevada en varones, en los cuales ocupa el cuarto lugar en frecuencia, con 18.247 casos nuevos diagnosticados al año, en comparación con los 3.850 en mujeres. En cuanto a la mortalidad, es la sexta causa de muerte por cáncer en varones, con 3.480 fallecimientos al año.

La gran mayoría de los tumores se diagnostican en estadios localizados, donde se pueden ofrecer tratamientos con intención curativa. En los estadios avanzados, los avances acontecidos en los últimos años han logrado mejorar la supervivencia de los pacientes.

Factores de riesgo

La principal causa conocida del cáncer de vejiga es el tabaco, al que se atribuyen más del 40% de todos los casos diagnosticados. El tabaco no sólo afecta nuestra vía respiratoria a través del humo; más de 60 productos carcinógenos contenidos en los cigarrillos son absorbidos y eliminados por la orina, afectando en gran medida a las células de la pared de nuestra vía urinaria. 

Algunos estudios defienden la relación entre la infección por HPV (virus del papiloma humano) y el cáncer de vejiga. Se estima que hasta un 17% de estos tumores podrían deberse en parte al hecho de ser portador de serotipos del HPV de alto riesgo.

Existen otros factores de riesgo, como la exposición a algunas sustancias químicas de uso industrial (ciertos metales, tintes y gomas); la exposición a un fármaco llamado ciclofosfamida, que es un tipo de quimioterapia; o la esquistosomiasis, una infección producida por un parásito que suele encontrarse en África y ciertas regiones de América Latina.  

Aunque no se ha demostrado de forma clara que la presencia de antecedentes familiares de cáncer de vejiga aumente el riesgo de desarrollar la enfermedad en otros miembros de la misma familia, el diagnóstico en pacientes menores de 60 años debería considerarse con especial atención.

Biología molecular

Los datos del Proyecto Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA) han identificado al carcinoma urotelial como uno de los tipos de tumores con mayor nivel de alteraciones genómicas. Se han establecido diferentes clasificaciones, en las cuales los carcinomas uroteliales se han agrupado en diferentes subtipos moleculares. Cada una de ellas se ha desarrollado en poblaciones de pacientes diferentes, empleando diferentes plataformas genómicas. A pesar de las diferencias, cada una identifica fenotipos moleculares que comparten algunas similitudes. Representan una división en tumores basales y luminales, con diferentes subclasificaciones.

Tratamiento

En el carcinoma urotelial músculo-invasivo el tratamiento de elección es la cistectomía radical con linfadenectomía. Se recomienda el tratamiento neoadyuvante con quimioterapia basada en cisplatino para pacientes con tumores cT2/4N0M0, o como tratamiento adyuvante en pacientes con factores de alto riesgo (pT3/4 y/o afectación ganglionar) después de la cistectomía radical. Los regímenes de quimioterapia que pueden emplearse en este escenario son: dosis densas de MVAC (metrotexate, vinblastina, doxorrubicina y cisplatino) o la combinación de cisplatino y gemcitabina.

Además, se puede valorar la preservación de la vejiga empleando lo que se conoce como tratamiento trimodal, que incluye resección transuretral máxima y posterior tratamiento concomitante con quimioterapia y radioterapia, para pacientes seleccionados que deseen evitar o no puedan tolerar la cirugía.

Recientemente, por primera vez, la inmunoterapia ha demostrado su eficacia en el contexto adyuvante. Nivolumab, un anti-PD-1, ha demostrado un impacto positivo en la supervivencia libre de progresión en pacientes con factores de alto riesgo después de la cistectomía radical (pT3/4 y/o afectación ganglionar), que no han recibido tratamiento neoadyuvante, y no son candidatos (o rechazan) el tratamiento con cisplatino. Asimismo, ha demostrado su eficacia en pacientes que tras un tratamiento neoadyuvante presentan factores de alto riesgo (ypT2/4 y/o afectación ganglionar). 

Durante los últimos 40 años, el tratamiento de elección para la enfermedad metastásica ha sido la quimioterapia basada en platinos. Sin embargo, en el último año, la inmunoterapia y los anticuerpos conjugados han marcado un hito en el manejo del carcinoma urotelial.

  • Entre los años 80 y 90, los esquemas basados en cisplatino (MVAC y gemcitabina/cisplatino) demuestran aumento de supervivencia en comparación con monoterapia y otras combinaciones. Dado que el régimen de gemcitabina/cisplatino tiene un perfil de toxicidad más aceptable, es el tratamiento de elección en primera línea de enfermedad metastásica.
  • Sin embargo, entre el 40-50% de los pacientes con enfermedad metastásica no son elegibles para cisplatino (pacientes “unfit”). En estos casos, se puede sustituir por carboplatino.
  • En 2020, el tratamiento de mantenimiento con avelumab (anti-PD-L1) en pacientes cuya enfermedad no progresa tras quimioterapia de primera línea basada en platino prolonga la supervivencia global. Esto supone un antes y un después en el tratamiento del carcinoma urotelial avanzado, convirtiéndose en un nuevo estándar de tratamiento.
  • De forma más reciente, en el último año, se han presentado dos estudios que han demostrado el beneficio de las combinaciones en primera línea, desbancando por primera vez a los esquemas clásicos con cisplatino en este escenario.
  • El estudio ChekMate 901 ha demostrado que la combinación de nivolumab con cisplatino/gemcitabina ofrece beneficio en la supervivencia global frente a la quimioterapia sola.
  • Por otra parte, en el estudio EV-302 la combinación de enfortumab vedotina (anticuerpo conjugado frente a nectina-4) y pembrolizumab (anti-PD-1) prolonga la supervivencia global en comparación con un esquema de quimioterapia basada en platino.

En las segundas y sucesivas líneas de tratamiento, en los últimos años, el abanico de opciones también se ha ampliado notablemente.

  • La inmunoterapia ha demostrado beneficio en pacientes que progresan a una primera línea de quimioterapia basada en platinos.
  • En 2021, el estudio EV-301 demuestra que enfortumab vedotina ofrece beneficio en la supervivencia global en pacientes que progresan a quimioterapia basada en platinos e inmunoterapia.
  • El estudio THOR ha demostrado que erdafinitb (inhibidor de FGFR 1-4) aumenta la supervivencia global de pacientes que presentan alteraciones en el factor de crecimiento de fibroblastos (FGFR) tras progresión a platinos e inmunoterapia. Estas alteraciones están presentes en alrededor del 20% de los pacientes.

Todos estos fármacos han podido ver la luz gracias a la realización de ensayos clínicos, y a la generosa participación de los pacientes en ellos. En estos avances, ha habido una participación muy significativa de centros españoles. Seguimos creyendo que la mejor opción, en la medida de lo posible, es la participación en

ensayos clínicos. Pero, por encima de todo, es necesario que aquellos progresos que muestren beneficios significativos se incorporen de manera equitativa para todos los pacientes, y que el acceso al mejor tratamiento para su enfermedad sea universal.

Como ya hemos visto, los pequeños avances, tomados de forma conjunta sí son relevantes. De aquí nuestro lema desde la SEOM: En Oncología, cada avance se escribe con mayúsculas. Estos pequeños avances, considerados cada uno de ellos de manera aislada, podrían haber sido considerados de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico y la calidad de vida de muchos pacientes.

Los avances en Cáncer de Ovario

LOS iPARP han cambiado el paradigma de tratamiento de las pacientes con cáncer de ovario

  • El cáncer de ovario es el octavo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres, una enfermedad heterogénea con al menos cuatro subtipos histológicos diferentes.
  • La identificación de nuevas dianas y la personalización de los tratamientos permitirán una mejor selección del tratamiento para las pacientes.

Los fármacos inhibidores de PARP (iPARP) han revolucionado el tratamiento del cáncer de ovario avanzado, especialmente en pacientes con mutaciones BRCA o alteraciones genómicas concretas, tanto en recaída como en el tratamiento de primera línea. El impacto en supervivencia es claro en pacientes con mutaciones BRCA de línea germinal, junto con una mejoría de la calidad de vida. Estos avances representan un cambio de paradigma en el manejo de la enfermedad.

En el marco de la campaña de comunicación “En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas”, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores. Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Ovario que se celebra mañana 8 de mayo, destacamos a continuación los avances más importantes en cáncer de ovario.

El cáncer de ovario es una enfermedad de mal pronóstico. Es la principal causa de muerte por tumores malignos ginecológicos en el mundo occidental. Varios factores influyen en la alta mortalidad de esta neoplasia, pero el más determinante es que la mayoría de pacientes (70-80%) se diagnostican en estadios avanzados de la enfermedad debido a la dificultad en el diagnóstico precoz.

Según los últimos datos ofrecidos por el Informe de SEOM Las cifras del cáncer en España 2024, la estimación de nuevos casos en nuestro país de esta enfermedad para el año 2024 es de 3.716 casos, lo que la posiciona como el octavo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres.

En la actualidad, sabemos que es una enfermedad heterogénea. Existen al menos cuatro subtipos histológicos que se comportan de forma distinta, tanto en frecuencia como en pronóstico, y diferentes subtipos moleculares. La identificación de nuevas dianas (deficiencia de la recombinación homóloga o HRD) y la personalización de los tratamientos permiten una mejor selección del tratamiento para nuestras pacientes.

El tratamiento estándar del cáncer de ovario avanzado consiste en la realización de una cirugía con el máximo esfuerzo citorreductor, ya que lograr la resección de todo el tumor visible es uno de los principales factores pronósticos en esta enfermedad. En función de una serie de criterios clínicos, se administra un tratamiento de quimioterapia previo y/o posterior a la cirugía con carboplatino y un taxano, habitualmente paclitaxel. Aunque los resultados del tratamiento primario han mejorado gradualmente, aproximadamente la mitad de las mujeres tendrán una recaída en los tres primeros años.

La elección del tratamiento a la recaída dependerá del tipo tumoral, de la duración de la respuesta a la primera línea, de las toxicidades presentadas y de agentes utilizados, de la situación clínica y preferencias de la paciente y de la presencia o no de mutaciones en BRCA. La identificación de factores predictores / biomarcadores es vital para ello.

Existen otra serie de tratamientos complementarios a los esquemas de quimioterapia que actúan sobre dianas específicas del crecimiento tumoral y que han demostrado ser beneficiosos en diferentes escenarios del cáncer de ovario avanzado. Una de estas estrategias terapéuticas es el tratamiento antiangiogénico, representado por bevacizumab, que persigue el bloqueo de la formación de nuevos vasos sanguíneos por el tumor para así dificultar su crecimiento.

Por otro lado, aproximadamente un 20% de pacientes presentan mutaciones en BRCA 1 / BRCA 2, ya sea a nivel germinal (en todas las células del cuerpo, hereditarias) o somático (en el tumor, no hereditarias). En el momento actual, existe indicación de realizar un estudio genético en todas las pacientes diagnosticadas de carcinoma de ovario epitelial no-mucinoso, independientemente de la historia familiar. Además, entre un 20-30% de pacientes también presenta alteraciones en el tumor en otros genes implicados en las vías de reparación del ADN.

Estos hallazgos han permitido identificar un grupo de pacientes especialmente sensible a los fármacos inhibidores de PARP (iPARP) ya mencionados, fármacos que han sido desarrollados en diferentes ensayos clínicos en los que han participado pacientes que presentaban o no estas mutaciones mencionadas previamente. Aunque con distinta magnitud de beneficio, los inhibidores de PARP han demostrado beneficios en todos los grupos de pacientes (con o sin mutación), y en diferentes contextos de la enfermedad avanzada. Este descubrimiento ha supuesto un gran avance en el tratamiento de los pacientes con cáncer de ovario. A día de hoy, existen tres fármacos aprobados –olaparib, niraparib y rucaparib–.

Los 3 inhibidores de PARP se encuentran aprobados en nuestro país para la recaída platino sensible de cáncer de ovario. Además, olaparib (con o sin bevacizumab) y niraparib están también aprobados en el mantenimiento de primera línea tras finalizar la quimioterapia. El uso de inhibidores de PARP en pacientes portadoras de mutación BRCA tiene un claro impacto en la supervivencia global de estas pacientes.

Además, durante el 2023 se comunicaron datos prometedores de estudios de combinación de iPARP con inmunoterapia y con antiangiogénicos, una estrategia de tratamiento especialmente interesante para pacientes sin mutaciones de BRCA o sin déficit de recombinación homóloga, que suelen tener un menor beneficio con los iPARP en monoterapia. Este perfil de pacientes representa el principal reto a vencer en los próximos años.

Otro grupo de fármacos que ha demostrado un gran potencial en tumores de ovario pretratados con platino son los anticuerpos conjugados dirigidos frente al receptor de folato-alfa. El receptor alfa de folato se encuentra sobreexpresado en un alto porcentaje de tumores de ovario y se ha identificado como una potencial nueva diana terapéutica para la que hay en desarrollo actualmente múltiples fármacos, algunos ya en fase III de ensayos clínicos.

Es por ello que “En Oncología, cada AVANCE se escribe con Mayúsculas”, queremos resaltar que los pequeños avances –cirugía de la recaída, el empleo de terapias dirigidas–  considerados de manera aislada, podrían haber sido considerados de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico, la supervivencia y la calidad de vida de muchas pacientes, todos ellos objetivos imprescindibles en las pacientes con cáncer de ovario.

Bibliografía:

1. Konstantinopoulos P et al. J Clin Oncol 2020;38(11):1222-1245.

2. Colombo N et al. Annals of Oncology 2019;30:672–705

3. Penson R et al. J Clin Oncol 2020;38(11):1164-1174.

4. Moore K et al. N Engl J Med 2018;379(26):2495-2505

5. González-Martin A et al. N Engl J Med 2019; 381(25):2391-2402

6. Ray-Coquard I et al. Ann Oncol 2023;34(8):681-692.

7. Moore K et al. N Engl J Med 2023; 389(23): 2162-2174.

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Una mejor caracterización molecular de los tumores germinales, reto en cáncer de testículo

  • El cáncer de testículo es el tumor más frecuente en varones con menos de 35 años, tiene una incidencia anual en España de 1.549 casos y en el 95% de los casos se consigue la curación con los tratamientos actuales.
  • Este tipo de cáncer se convierte en un modelo de enfermedad tumoral metastásica curable con quimioterapia gracias al desarrollo de esquemas de combinación basados en cisplatino.

El cáncer de testículo se ha convertido en un modelo de enfermedad oncológica curable, con tasas de curación que alcanzan el 95% con quimioterapia gracias al desarrollo de esquemas de combinación basados en cisplatino. Por ello, en el momento actual se están dirigiendo los esfuerzos a una mejor caracterización de los tumores germinales, en particular los tumores resistentes a cisplatino.

En el marco de la campaña de comunicación En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores, en este caso, del cáncer de testículo, coincidiendo con el mes de la concienciación de este tumor que se celebra durante todo el mes de abril.

Los estudios de secuenciación de última generación (NGS) han puesto de manifiesto que los tumores germinales tienen una de las tasas más bajas de mutaciones en Oncología, si bien se han descrito mutaciones diana pendientes de ser exploradas. P53 y MDM2 aparecen como los principales genes mutados en tumores germinales refractarios a platino, en particular en los tumores mediastínicos primarios.

El Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA), que analizó 137 tumores testiculares, ha demostrado diferentes mutaciones entre los distintos subtipos de tumores testiculares (p.ej. alteraciones en los genes CAPN7, FAT4, GRK1 solo se producen en el carcinoma embrionario, mientras que otras como KIT y NRAS solo se observan en los seminomas).

El cáncer de testículo es el tumor más frecuente en varones con menos de 35 años, tiene una incidencia anual en España de 1.549 casos y una prevalencia a cinco años muy alta, con 6.236 casos.

Paradigma de tumor curable

En la segunda mitad del siglo XX, el cáncer germinal de testículo se convirtió en el paradigma de tumor metastásico curable con quimioterapia. En 1956, se descubre el primer tratamiento quimioterápico eficaz para el tratamiento del coriocarcinoma. Este hito dio lugar al tratamiento actual de la enfermedad trofoblástica gestacional y salva miles de vidas todos los años, pero no es hasta 1976 cuando el cáncer de testículo se convierte en un modelo de enfermedad curable. La introducción del tratamiento con cisplatino y el desarrollo de esquemas de combinación aumentaron las tasas de curación de un 10% a un 60%. Posteriormente, el desarrollo de los esquemas actuales, mejor tolerados, consigue tasas de curación del 90% en enfermedad metastásica.

Durante la década de los ‘80, debido a su extraordinaria sensibilidad al tratamiento con platino, se desarrollan esquemas de tratamiento de rescate con dosis altas de quimioterapia y rescate con células madre hematopoyéticas (TASPE) que son capaces de curar a un subgrupo de pacientes resistentes a múltiples líneas de tratamientos.

Debido a las altas tasas de curación, en las últimas décadas se han centrado los esfuerzos en disminuir la toxicidad de los tratamientos, optimizar el seguimiento y adecuar el tratamiento de soporte de los largos supervivientes.

El tratamiento de los pacientes que no se curan con quimioterapia convencional sigue siendo un reto, pues afecta a pacientes en edad muy temprana. Se han identificado nuevos criterios de clasificación pronóstica de los pacientes con tumores germinales en recaída y ha revivido el interés por el estudio de la quimioterapia con dosis altas (TASPE), dando lugar al desarrollo de un estudio internacional en el que participan múltiples grupos, que compara el uso de TASPE con la quimioterapia de rescate convencional en primera recaída (Estudio TIGER) cuyos resultados aún están pendientes.

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Los Avances en Cáncer Colorrectal

  • El cáncer colorrectal será el tumor más frecuentemente diagnosticado en España en 2024 con 44.294 nuevos casos.
  • La implantación de los programas de cribado se traduce en un 15% menos de mortalidad.
  • La supervivencia del cáncer colorrectal se ha duplicado en los últimos 20 años.

    Madrid, 27 de marzo de 2024.- Los avances en la Medicina de Precisión, plasmados en la progresiva incorporación de las terapias dirigidas, y la mayor caracterización de subgrupos de cáncer colorrectal, junto con la reciente incorporación de la inmunoterapia, suponen avances que en la estrategia terapéutica frente al cáncer colorrectal avanzado han permitido mejorar las expectativas de los pacientes que padecen esta enfermedad.

    Asimismo, los programas de cribado que vienen implantando las comunidades autónomas de forma progresiva son básicos para disminuir la mortalidad, estimándose que podrían evitar un tercio de las muertes por cáncer colorrectal y salvar más de 3.600 vidas al año en nuestro país.

    Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Colon que se conmemora el próximo domingo 31 de marzo, dentro de la campaña de comunicación “En Oncología, cada avance se escribe en mayúsculas”, destacamos a continuación los avances más importantes en cáncer colorrectal que han supuesto que la supervivencia por este tipo de tumor se haya duplicado en los últimos 20 años.

    El cáncer colorrectal será el tumor más frecuentemente diagnosticado en España en 2024 de forma global con 44.294 nuevos casos –27.009 en varones y 17.285 en mujeres–. Cuando lo desglosamos por sexos, es superado por el de próstata en varones –30.316 nuevos casos– y el de mama en mujeres –36.395 nuevos casos–. Además, es una causa muy importante de muerte, ya que, en el año 2022, en varones fue la segunda causa de muerte por tumores por detrás del cáncer de pulmón. En las mujeres supuso la tercera causa de mortalidad por cáncer, por detrás del cáncer de mama y el de pulmón.

    El factor pronóstico más relevante en la supervivencia del cáncer colorrectal es el estadio, por lo que los programas de detección precoz son esenciales para detectar y tratar las lesiones premalignas antes de que se desarrolle el tumor, y también para que el diagnóstico del tumor se realice en estadios precoces. La supervivencia a los cinco años de los pacientes con cáncer de colon en estadios precoces supera el 90%, mientras que en estadios más avanzados se sitúa en torno al 50-70%.

    Pese al incremento constante de las perspectivas de supervivencia de los pacientes con cáncer colorrectal avanzado, los resultados están lejos de ser plenamente satisfactorios. Es preciso tener en cuenta que un porcentaje de pacientes no despreciable con metástasis puede curarse, ya que un 20% de los pacientes a los que se les somete a cirugía de metástasis no muestran signos de enfermedad a los cinco años. Además, análisis retrospectivos han mostrado tasas de supervivencia a los cinco  años tras la cirugía de las metástasis de hasta un 70%, lo cual constituye un hito y un gran avance en nuestros días.

    Algunos de los avances más relevantes a lo largo del tiempo han sido:

  • A mediados y finales de los años 80, la quimioterapia complementaria tras cirugía de cáncer de colon localizado demostró reducir la probabilidad de recaída e incrementar la supervivencia relacionada con la enfermedad. En el año 2004 se demostró que añadir oxaliplatino mejoraba los resultados que hasta ese momento se habían alcanzado.

  • En los años 90 se evidenció que la cirugía de las metástasis, mayoritariamente hepáticas y en menor grado pulmonares o peritoneales, cuando la resección completa de las mismas era posible, podía conseguir largas supervivencias, e incluso hablar de curación en un porcentaje significativo de pacientes. Además, un pequeño porcentaje adicional de pacientes podían obtener grandes beneficios, aunque la cirugía no fuese posible al diagnóstico, si respondían a la quimioterapia y las metástasis pasaban a ser resecables. Ello derivó en la aparición de un nuevo concepto denominado “quimioterapia de conversión”. Más recientemente se han incorporado otras técnicas para el tratamiento local de las metástasis cuando la cirugía no es la opción más adecuada, como son la ablación por radiofrecuencia, la radioembolización, la quimioembolización transarterial, la infusión arterial hepática y la y la radioterapia.

  • En 2004, por primera vez un fármaco dirigido frente a la angiogénesis tumoral, combinado con la quimioterapia, mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de colon avanzado: bevacizumab.

  • También en 2004 y 2005 se incorporan al tratamiento del cáncer colorrectal avanzado dos anticuerpos monoclonales dirigidos frente a EGFR: cetuximab y Más adelante sabremos que la presencia de mutaciones genéticas concretas en el tumor (KRAS y NRAS), pueden predecir qué pacientes no van a responder al tratamiento, lo cual supone el primer paso en el tratamiento personalizado del cáncer colorrectal.

  • Entre 2013 y 2015 se han añadido al arsenal terapéutico disponible frente al cáncer colorrectal metastásico otros tres fármacos dirigidos a inhibir la formación de los vasos que necesita el tumor para crecer (fármacos antiangiogénicos): aflibercept, regorafenib, ramucirumab y fruquintinib (este último en 2023).

  • En 2016 se comercializa un nuevo fármaco, trifluridina-tipiracil, para el tratamiento de la enfermedad avanzada tras fracaso a tratamientos previos.

  • Se abre la oportunidad de la evaluación de la enfermedad mediante el estudio de la biopsia líquida, que permite el análisis de forma continuada de las diferentes dianas terapéuticas (ej. KRAS) a lo largo de la evolución de la enfermedad.

  • La Medicina de Precisión en cáncer colorrectal avanzado hasta ahora ha permitido detectar distintos subgrupos de pacientes tales como aquellos con mutación en RAS, mutaciones en BRAF, con amplificación en HER2 o con fusiones/reordenamientos (NTRK y otros). Estas poblaciones de pacientes podrían ser consideradas para tratamientos específicos mediante terapias dirigidas desarrolladas en base a la alteración molecular existente en cada una de ellas.

  • En enero de 2021, la EMA aprueba pembrolizumab en primera línea de CCRm con inestabilidad de microsatélites o déficit de proteínas reparadoras del sistema MMR en base a los resultados del estudio fase III KEYNOTE-177. Pembrolizumab duplica la supervivencia libre de progresión en este subgrupo de pacientes frente al tratamiento quimioterápico convencional.

  • Año 2021, un pequeño subgrupo de pacientes con CCRm KRAS mutado G12C (3-4%) podría beneficiarse de tratamientos dirigidos contra esta alteración, principalmente en combinación con anti-EGFR.

  • Un mejor conocimiento del ambiente que rodea las neoplasias desde el punto de vista del microbioma, transcriptoma, etc podría conducir a un mejor abordaje de la enfermedad.

  • De forma reciente, en el cáncer de recto distintas estrategias han demostrado beneficio en el control local y a distancia, con posibilidad incluso de hacer preservación de órgano en casos seleccionados.

    Es necesario que todos estos progresos se incorporen al sistema de una manera equitativa en tiempo oportuno y que el acceso al mejor tratamiento sea universal, porque cada pequeño avance cuenta.

Los Avances en Cáncer de Cérvix

grafico cancer de mama 
 
  • El cáncer de cérvix, el tercer tumor ginecológico en incidencia y mortalidad por detrás de los de endometrio y ovario, es un tumor prevenible cuya causa fundamental es la infección por transmisión sexual del virus del papiloma humano (VPH).
  • Anualmente se diagnostican más de 600.000 casos de cáncer de cérvix a nivel mundial y más de 2.200 casos en España1.
  • El test Papanicolau ha sido de gran relevancia para el diagnóstico precoz de este tumor. A día de hoy supone otro gran avance la realización del test del VPH para su detección ya que mejora la rentabilidad diagnósti
  • En nuestro entorno la vacunación con dos dosis a niñas a los 12 años se amplía con la inclusión de la vacunación a los niños también a los 12 años. La vacunación del VPH en niños se incorporará en todas las CCAA antes de fin de 2024.

Madrid, 25 de marzo 2024.- En España durante este año 2024 se estima que se diagnosticarán más de 2.200 casos de cáncer de cérvix, convirtiéndose en el tercer tumor ginecológico en incidencia y mortalidad, por detrás del cáncer de endometrio y ovario1. En el mundo, anualmente se diagnostican más de 600.000 casos. Este tumor es prevenible y la causa fundamental es la infección por alguno de los virus oncogénicos de la familia del virus del papiloma humano (VPH). Hablamos de una infección de transmisión sexual.  

Tras la infección por VPH y su posterior cronificación, generalmente hay una larga evolución hasta la aparición de la lesión pre-maligna y el desarrollo del cáncer invasor. Por ello, tanto la prevención como la detección precoz es la mejor arma disponible para el tratamiento y erradicación de este cáncer.

Una vez desarrollado el cáncer, en estadios iniciales los avances tanto en laparoscopia convencional como en laparoscopia asistida por robot ofrecen la misma radicalidad que las técnicas quirúrgicas convencionales pero con significativa menor morbilidad.

En tumores localmente avanzados, el tratamiento concomitante de quimioterapia basada en platino con radioterapia ha supuesto incrementos de supervivencia libre de enfermedad y de supervivencia global a cinco años, mientras que en enfermedad avanzada recurrente o metastásica, la inmunoterapia se ha convertido en un nuevo estándar de tratamiento con beneficios en supervivencia libre de progresión y en supervivencia global.

En el marco de la campaña de comunicación En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores, en este caso, del cáncer de cérvix, coincidiendo con el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cérvix que se celebra el próximo 26 de marzo.

Detección precoz

Desde 1940, el porcentaje de muertes ha disminuido un 70% en países desarrollados gracias al efecto del cribado con el test de Papanicolau, junto con el tratamiento desde las primeras fases de la enfermedad. La aportación científica de este test ha sido de gran relevancia para el control de este tumor.

Otro gran avance para el cribado ha sido el test del VPH, sobre todo en países en vías de desarrollo, donde ha demostrado disminuir la mortalidad de este tumor. El nuevo test del VPH fue aprobado por la FDA en abril de 2014. El desarrollo de test de VPH rápidos y la mejora de la especificidad optimizarán esta valiosa técnica.

Hoy en día para el diagnóstico precoz del cáncer de cérvix debe realizarse una citología cada 3-5 años desde los 25 años, y en mujeres asintomáticas, desde los 30-35 años se puede realizar la determinación de VPH mediante PCR. Este programa se ha realizado en España mediante citología y con carácter oportunista desde hace 50 años. De los tres cribados poblacionales reconocidos actualmente (mama, colorrectal y cérvix), este ha sido el último en incorporarse con carácter poblacional. Las comunidades y ciudades autónomas tienen cinco años para iniciar el cambio en el programa y cinco años más para alcanzar una cobertura próxima al 100% de la población.

Prevención

La cronificación de la infección por VPH es un problema epidemiológico de considerable envergadura. Más del 90% de los cánceres de cuello de útero se asocian a la infección, además de otros cánceres como el 60% de los cánceres orofaríngeos, el 91% de pene, el 75% de vagina y el 69% de vulva.

Uno de los grandes avances científicos de nuestra era en la prevención primaria de este tumor es el desarrollo de vacunas frente al VPH. En nuestro entorno la vacunación a niñas en edades entre 11-14 años se ha incluido en el calendario vacunal. Las vacunas bivalentes frente a los serotipos 16 y 182 (Cervarix) y tetravalente (6, 11, 16 y18)3 (Gardasil) fueron las primeras vacunas que se desarrollaron. La vacuna nonavalente ha sido la última en desarrollarse, dirigida a los serotipos de VPH 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58 (Gardasil 9). Se publicó en 2015 un estudio Fase III que comparaba la eficacia de la vacuna tetravalente con la nonavalente mostrando la vacuna nonavalente su eficacia frente a los nueve serotipos4.

Si bien es verdad que las vacunas bivalentes y tetravalentes han demostrado proteger frente al cáncer de cérvix relacionado con VPH en un 63% de los casos, se ha calculado que la nueva vacuna nonavalente disminuiría la incidencia de este cáncer hasta en un 73%. Se han puesto en marcha estudios para cuantificar el impacto económico y epidemiológico del cambio de vacunación demostrando que este cambio sería muy beneficioso en términos económicos y de salud5.

En 2016, la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) hizo pública la recomendación de vacunar a todas las niñas y niños entre 11 y 12 años frente al VPH. En caso de no vacunación previa se debería considerar la vacunación en adultos (hasta los 26 años). Además, en el comunicado publicado, se subrayó la importancia de asegurar la vacunación mundial mediante una adecuada educación, adecuación de sistemas sanitarios, de recursos y de investigación en el campo6.

Además, se ha visto que la vacuna también protege a mujeres adultas, tal y como lo demuestra la actualización del seguimiento a siete años del estudio VIVIANE con datos de eficacia en todos los grupos de edad (26-35, 36-45 y >45 años). La eficacia la definen en términos de prevención de la infección y de regresión de las alteraciones citológicas relacionadas con el VPH. Es importante, además, que la vacuna no solo protege frente a serotipo 16 y 18, sino que presenta protección cruzada frente a serotipos 31 y 457.

Se ha publicado recientemente que la vacunación VPH disminuye de manera significativa la evolución de la neoplasia intraepitelial de cérvix (CIN), lo cual es relevante en el diseño de nuevas estrategias de screening para la población vacunada8.

Tratamiento

Los avances en técnicas quirúrgicas han permitido ofrecer cirugías más conservadoras, a mujeres con estadios iniciales sin factores de riesgo y/o deseo gestacional con menor morbilidad y mejor calidad de vida. Además, los avances tanto en laparoscopia convencional desde finales de los años 80 o laparoscopia asistida por robot desde el año 2000 ofrecen la misma radicalidad que técnicas convencionales con significativa menor morbilidad. Por otro lado, cada vez tenemos más datos del papel de la biopsia del ganglio centinela en la cirugía del cáncer de cérvix localizado, lo cual supone una disminución del linfedema, morbilidad postquirúrgica y mejor calidad de vida de las pacientes.

Consideramos un avance en mayúsculas el tratamiento concomitante de quimioterapia basada en platino con radioterapia para tumores localmente avanzados que supuso una supervivencia libre de enfermedad a cinco años del 58% con un incremento de la supervivencia global a cinco años del 6%9. De hecho, fue un anuncio clave del NCI en 1999 tras la publicación de cinco estudios randomizados.

En el Congreso ESMO 2023 se presentaron resultados de dos estudios relevantes en este escenario. El estudio INTERLACE10 comparó la quimioterapia de inducción seguido de quimio-radioterapia concurrente frente a la quimio-radio concurrente, con un incremento en la supervivencia global del 8% para el brazo de inducción. El otro estudio presentado fue el KEYNOTE-A 1811, que evaluó la adición de pembrolizumab al tratamiento con quimio-radioterapia seguido de pembrolizumab de mantenimiento, con una mejora del 10% en supervivencia libre de progresión, con datos inmaduros para supervivencia global pero con una tendencia favorable.

La mejora tecnológica en técnicas de planificación y tratamiento radioterápico es también un avance en el cáncer de cérvix ya que permite administrar dosis más altas al tumor, evitando toxicidad a los tejidos sanos, con significativa mejoría en calidad de vida y aumento en supervivencia.

Los avances más importantes en el tratamiento de la enfermedad avanzada ha sido pasar del tratamiento con cisplatino en monoterapia12 al tratamiento con diferentes combinaciones con cisplatino13-15, y el establecimiento como tratamiento estándar la combinación carboplatino-taxol para pacientes tratadas previamente con cisplatino16.

Otro avance significativo en el tratamiento de la enfermedad avanzada fue el beneficio en supervivencia global de 3,5 meses conseguido con la adición del antiangiogénico bevacizumab a la combinación de quimioterapia, beneficio que se mantiene a casi 5 años de seguimiento de las pacientes17.

Pero sin duda uno de los mayores avances de los últimos años ha sido la publicación de resultados positivos de ensayos clínicos con inmunoterapia –cemiplimab– (estudio EMPOWER-CERVICAL1)18 o de combinación de quimioterapia con bevacizumab e inmunoterapia –platino, taxano, pembrolizumab +/- bevacizumab– (estudio KEYNOTE-826)19. Ambos estudios mostraron beneficios en supervivencia libre de progresión y en supervivencia global, convirtiendo a la inmunoterapia en un nuevo estándar de tratamiento en pacientes con cáncer de cérvix avanzado recurrente o metastásico.

Otro avance con mayúsculas fue la publicación en 2017 del estudio genómico y molecular del cáncer de cérvix. Constituyen sin dudas datos muy relevantes que nos van a ayudar a mejorar los tratamientos en los próximos años20. Cada avance suma para aumentar la curación del cáncer de cérvix.

Como ya hemos visto, los pequeños avances, tomados de forma conjunta sí son relevantes. De aquí nuestro lema desde SEOM: En Oncología, cada avance se escribe con mayúsculas. Estos pequeños avances, considerados cada uno de ellos de manera aislada, podrían haber sido considerados de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico y la calidad de vida de muchos pacientes.

Bibliografía

1. Informe SEOM y REDECAN. Las cifras del cáncer en España 2024.  

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3. FUTURE II Study Group. N Engl J Med 2007

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9. GM Thomas NEJM 1999

10. LBA8 A randomised phase III trial of induction chemotherapy followed by chemoradiation compared with chemoradiation alone in locally advanced cervical cancer: The GCIG INTERLACE trial McCormack, M. et al. Annals of Oncology, Volume 34, S1276.

11. LBA38 Pembrolizumab plus chemoradiotherapy for high-risk locally advanced cervical cancer: A randomized, double-blind, phase III ENGOT-cx11/GOG-3047/KEYNOTE-A18 study Lorusso, D. et al. Annals of Oncology, Volume 34, S1279 – S1280

12. Bonomi P. J Clin Oncol 1985

13. Moore DH et al. J Clin Oncol. 2004

14. Long HJ et al. J Clin Oncol. 2005

15. Monk BJ, et al. J Clin Oncol 2009

16. Kitagawa R. J Clin Oncol 2015

17. Tewari KS, Lancet. 2017

18. Tewari KS, N Engl J Med 2022

19. Colombo N, N Engl J Med 2021

20. Cancer Genome Atlas Research Network. Nature. 2017

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Los Avances en Cáncer de Mama

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Gracias a la investigación seguimos mejorando el pronóstico de las pacientes con cáncer de mama

  • En España en el año 2023 se diagnosticarán 35.000 nuevos casos de cáncer de mama.
  • La incorporación de nuevos fármacos al tratamiento del cáncer de mama mejora la supervivencia de las pacientes con los 3 subtipos fundamentales de cáncer de mama.
  • Los conjugados anticuerpo-fármaco (ADC) han irrumpido con fuerza en el tratamiento del cáncer de mama, al demostrar importantes beneficios en la supervivencia de nuestros pacientes.
  • Se afianza el valor de la inmunoterapia en cáncer de mama triple negativo, tanto en la enfermedad avanzada como en los tumores localizados.
  • Avanzamos hacia la medicina de precisión en cáncer de mama, siendo precisos cada día más biomarcadores para poder tratar de forma óptima a nuestras pacientes.

El cáncer de mama es el tumor más frecuentemente diagnosticado en la mujer. Se estima que 1 de cada 8 mujeres lo padecerá, y que en 2023 se diagnosticarán en España unos 35.000 casos y fallecerán unas 6.000 mujeres por cáncer de mama. Sin embargo, la investigación en cáncer de mama ha logrado grandes avances en las últimas décadas, incrementando las curaciones, prolongando la supervivencia de las pacientes con cáncer avanzado, y mejorando su calidad de vida. En estos últimos años hemos vivido un cambio de paradigma en el tratamiento de las pacientes con cáncer de mama, en los tres grandes subgrupos de cáncer de mama.

En el marco de la campaña de comunicación En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores, en este caso, del cáncer de mama, coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Mama que se celebra cada 19 de octubre.

Cáncer de mama HER2-positivo

En estos últimos años hemos vivido el desarrollo de un grupo de fármacos, los conjugados anticuerpo-fármaco (ADC), en los que anticuerpos dirigidos frente a proteínas del tumor están unidos a un fármaco citotóxico, que es liberado dentro de la célula tumoral de forma selectiva. Entre ellos destaca trastuzumab deruxtecan, protagonista indiscutible de estos últimos años, al demostrar beneficios de gran magnitud en pacientes con cáncer de mama HER2-positivo avanzado en comparación con los tratamientos disponibles hasta la fecha. Los avances en este subtipo tumoral no se limitan a trastuzumab deruxtecan, ya que se suma tucatinib, un nuevo fármaco con gran actividad a nivel del sistema nervioso central, lugar frecuente de metástasis en este grupo de pacientes. Estos fármacos se unen a fármacos muy activos desarrollados previamente, como trastuzumab, pertuzumab o TDM-1, responsables de cambiar el pronóstico de estas pacientes. Hace dos décadas, estos tumores eran considerados los de peor pronóstico, y en el momento actual, muchas pacientes logran largas supervivencias gracias a los fármacos desarrollados.

Cáncer de mama triple negativo

En cáncer de mama triple negativo, se consolida la inmunoterapia en primera línea de tratamiento entre las pacientes cuyo tumor expresa PD-L1, y sacituzumab-govitecan, un nuevo ADC, demuestra mejorar la supervivencia, un hito en estas pacientes de especial mal pronóstico. En las pacientes con cáncer de mama triple negativo precoz, se ha rediseñado el algoritmo terapéutica al irrumpir la inmunoterapia. Pembrolizumab, en combinación con la quimioterapia pre-quirúrgica, aumenta las respuestas completas patológicas y sobre todo, reduce de forma significativa las recidivas. En las pacientes con mutación en BRCA1/2 de alto riesgo, el tratamiento con olaparib durante un año ha demostrado disminuir la mortalidad en estas pacientes, y se ha incorporado asimismo al algoritmo terapéutico.

Cáncer de mama luminal

En cáncer de mama luminal, el más frecuente, se consolida el papel de los inhibidores de CDK4/6 (palbociclib, ribociclib y abemaciclib) junto con la hormonoterapia en el tratamiento de las pacientes con enfermedad avanzada. Se han desarrollado nuevos fármacos para revertir la resistencia que inevitablemente se produce, como el alpelisib para las pacientes cuyo tumor tiene mutación en PI3K, y más recientemente capivasertib. Se están desarrollando nuevos fármacos de hormonoterapia, los degradadores selectivos del receptor de estrógenos (SERD), como elacestrant, especialmente activos en un subgrupo de pacientes cuyo tumor se había vuelto resistente a la hormonoterapia, y los PROTAC. Estos avances están contribuyendo a mejorar la supervivencia de las pacientes, además de mejorar su calidad de vida, al permitir retrasar el inicio de la quimioterapia.

Por otro lado, los ADC también han irrumpido en el algoritmo terapéutico del cáncer de mama luminal avanzado, con un beneficio significativo con trastuzumab deruxtecan en pacientes con expresión baja de HER2 (HER2-low), pacientes que hasta ahora no se habían beneficiado de fármacos dirigidos frente al HER2. Sacituzumab govitecan ha demostrado, asimismo, mejorar la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama avanzado luminal.  

En la enfermedad localizada, seguimos avanzando en el ajuste de los tratamientos en función del riesgo. Por un lado, en pacientes de alto riesgo se ha demostrado un beneficio de abemaciclib para prevenir las recidivas, y, más recientemente, se han comunicado datos prometedores con ribociclib. Por el contrario, las plataformas genómicas nos siguen ayudando a desescalar quimioterapias innecesarias en pacientes con tumores luminales, y, por ejemplo, a identificar a pacientes que a pesar de tener afectación ganglionar puedan omitir de forma segura la quimioterapia.

Es preciso recalcar este año los resultados del estudio POSITIVE, en el que se objetiva que la interrupción temporal de la hormonoterapia en pacientes con cáncer de mama luminal con el fin de buscar un embarazo no se asocia con un mayor riesgo de recaída del cáncer de mama, avalando la seguridad de un embarazo tras el cáncer de mama. Estos resultados son de gran relevancia para todas aquellas pacientes que no han cumplido sus deseos de maternidad al diagnóstico.

Medicina de precisión

Avanzamos hacia la medicina de precisión en cáncer de mama, siendo cada día son necesarios más biomarcadores para poder seleccionar el tratamiento óptimo para nuestras pacientes (PD-L1, BRCA, PI3K, ESR1).

Conclusiones

No hay duda de que estamos viviendo unos años de grandes avances en el tratamiento del cáncer de mama, logrando que cada vez nuestras pacientes vivan más y mejor. Sin embargo, todavía fallecen unas 6.000 mujeres al año por esta enfermedad, dejando constancia de todo lo que nos queda por hacer. Para ello es necesario seguir investigando, con el fin de mejorar el pronóstico y calidad de vida de nuestras pacientes.

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Los Avances en Cáncer de Cabeza y Cuello

 
 

Mayor tasa de largos supervivientes en cáncer de cabeza y cuello metastásico gracias a la inmunoterapia y la Medicina de Precisión

  • El cáncer de cabeza y cuello es el séptimo cáncer más diagnosticado en nuestro entorno, con una estimación de 12.500 nuevos casos en España en 2023.
  • Las causas son el tabaco y el alcohol, pero se aprecia un incremento progresivo de los tumores relacionados con el papilomavirus, especialmente en la orofaringe.
  • Son tumores muy estigmatizantes por las secuelas físicas de los tratamientos con intención curativa que se aplican, con mucha repercusión en términos de calidad de vida y funcionalidad en la triple esfera de la fonación, deglución y respiración.
  • Los avances se han ido sucediendo en dos escenarios, en la enfermedad local o localmente avanzada resecable e irresecable, y en la enfermedad recurrente/metastásica.

La incorporación de la inmunoterapia como tratamiento estándar junto a la quimioterapia y la selección de pacientes con PDL1 positivo, gracias a la Medicina de Precisión, han logrado, por primera vez, la mayor tasa de largos supervivientes observada en cáncer de cabeza y cuello recurrente o metastásico. Los resultados del estudio KEYNOTE-048, comunicados en 2018 y publicados en The Lancet en 2019, son concluyentes. Con pembrolizumab en monoterapia y pembrolizumab asociado a quimioterapia basada en cisplatino en primera línea, alrededor de un 15% de pacientes con enfermedad recurrente y/o metastásica con enfermedad sensible a platino y un PDL1 positivo siguen vivos a los 5 años, cifra que se eleva hasta el 20-24% en pacientes con un PDL-1-CPS de 20.   

En el marco de la campaña de comunicación “En Oncología cada AVANCE se escribe en Mayúsculas”, SEOM da a conocer la evolución y los avances médicos que se han sucedido en estas últimas décadas en el tratamiento de los diferentes tumores. Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello que se celebra este jueves, 27 de julio, destacamos los avances más importantes en cáncer de cabeza y cuello, el séptimo cáncer más diagnosticado en nuestro entorno, con una estimación de 12.500 nuevos casos en España en 2023, según el informe Las cifras del cáncer en España de 2023, editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN).

Las causas son el tabaco y el alcohol, pero se aprecia un incremento progresivo de los tumores relacionados con el papilomavirus, especialmente en la orofaringe, constituyendo una entidad clínica y molecular diferente. La higiene de la cavidad oral también se relaciona con un incremento de los tumores en dicha cavidad.

Se trata de tumores muy estigmatizantes por las secuelas físicas de los tratamientos con intención curativa que se aplican, con mucha repercusión en términos de calidad de vida y funcionalidad en la triple esfera de la fonación, deglución y respiración.

Los avances se han ido sucediendo en dos escenarios, en la enfermedad local o localmente avanzada resecable e irresecable y en la enfermedad recurrente/metastásica. Resulta complejo exponer todos y cada uno de los avances terapéuticos en los tumores localizados o localmente avanzados debido a las distintas localizaciones de estos tumores.

Enfermedad local y localmente avanzada

En cirugía maxilofacial y otorrinolaringológica se ha evolucionado desde técnicas Hasltedianas hacia reconstrucciones e injertos, así como la aparición de la cirugía robótica, especialmente la transoral, que permite resecciones técnicamente antes inalcanzables. Se han perfeccionado técnicas conservadoras como la laringuectomía supraglótica que permiten mantener la fonación y evitan el traqueostoma. En radioterapia, se ha avanzado en las técnicas capaces de concentrar dosis con menor toxicidad como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y se desarrollan técnicas de radiocirugía y de administración de dosis muy fina con tecnologías que permiten una planificación de altísima resolución. Asimismo, se ensayan técnicas de desintensificación para los tumores causados por el papilomavirus.

En la mayoría de los casos de cánceres de estadio I o II, la cirugía o radioterapia es el tratamiento de elección. Antes de 1980, el tratamiento inicial de los pacientes con estadio III o IV (M0) localmente avanzado también habría sido cirugía y/o radioterapia (según la resecabilidad y factores del paciente). La quimioterapia sistémica en combinación con radioterapia se introdujo a mediados de los años ´70 en casos avanzados y se fue generalizando la quimioterapia en pacientes con enfermedad más temprana (enfermedad resecable para la preservación de la función del órgano) con similares tasas de curación. En el año 2003 un estudio randomizado posiciona a cisplatino a dosis de 100mg/m2 como un estándar asociado a radioterapia.

En el pasado, el tratamiento de elección para pacientes con cánceres de cabeza y cuello no resecables o inoperables fue la radioterapia sola. A pesar de la respuesta inicial y las altas tasas de control local con la radioterapia, más del 80% de estos pacientes recidivaron en 2 años y la supervivencia a los 5 años fue deficiente. Así, se investigó la quimioterapia de inducción y la radioterapia con quimioterapia concurrente.

El tratamiento de pacientes con cáncer de cabeza y cuello localmente avanzado ha evolucionado desde la introducción de un solo agente quimioterapéutico tal como metotrexato o cisplatino antes del tratamiento definitivo local. Después de eso, se introdujo la combinación de cisplatino y bleomicina. En 1980, la combinación de cisplatino e infusión continua (96-120 horas) de 5-fluorouracilo (5FU) se generalizó y se volvió a examinar el concepto de quimioterapia concurrente con radioterapia, con la introducción de cisplatino administrado simultáneamente con radioterapia que sigue siendo un estándar en el momento actual.

En 2006, Bonner demostró que la eficacia de la radioterapia aumentaba al combinarse con cetuximab sin aumentar la toxicidad por lo que actualmente es una buena alternativa al cisplatino concomitante. En 2007, dos estudios de inducción con esquema TPF (docetaxel, cisplatino, 5 –fluoracilo) demuestran superioridad frente a la inducción sin taxanos pero seguimos sin conocer después de 15 años si la inducción seguida de quimiorradioterapia concomitante mejora los resultados de la concomitancia como tratamiento único. Los ensayos de inducción han sido muy heterogéneos y con problemas metodológicos, lo cual no ha permitido sacar conclusiones positivas en cuanto a su impacto en la supervivencia global. En 2022, el Grupo de Tratamiento de los Tumores de Cabeza y Cuello (TTCC) publicó un estudio fase III que intentó demostrar la no inferioridad de la radioterapia con cetuximab frente a la radioterapia con cisplatino, pero no consiguió su objetivo de no inferioridad.

Los estudios con inmunoterapia concomitante con la radioterapia han sido negativos para la población global. En estos momentos, estamos a la espera de conocer el papel de la inmunoterapia en la fase de inducción, asociada o no a la quimioterapia, y en fase adyuvante, tras la cirugía o la radioterapia.

Enfermedad recurrente / metastásica

En el campo de la recurrencia, siempre hay que estimar tratamiento quirúrgico o radioterápico de rescate en conjunción con quimioterapia o cetuximab. En casos ya irradiados se valorará la reirradiación, pero no siempre es posible un rescate en este momento de la evolución. La selección de los pacientes es la clave para conseguir largos supervivientes entre estos pacientes, el tratamiento de rescate se indica en función del volumen de la recidiva, el tiempo desde la radioterapia previa y las condiciones basales del paciente.

La quimioterapia sistémica se administró generalmente con intención paliativa a pacientes con enfermedad metastásica o recurrente más allá del tratamiento local de rescate. La combinación de cisplatino-5FU resultó más eficaz que los agentes individuales previamente utilizados como metotrexato, bleomicina y cisplatino.

Posteriormente, aparecieron nuevos fármacos (taxanos) o formas de combinación como el cetuximab, que se ha posicionado como un nuevo estándar asociado a la quimioterapia (enfermedad recidivada / metastásica) tras la publicación del estudio EXTREME en New England Journal of Medicine (NEJM) en 2008 por el Dr. Vermorken utilizado en combinación con platino y 5-fluoracilo y posterior mantenimiento en monoterapia. Recientemente, un nuevo esquema con cetuximab, el esquema TPEX, en el que colaboró el Grupo TTCC ha conseguido ser una alternativa a EXTREME, menos tóxica y que permite eliminar la bomba de fluorouracilo.

Existía un vacío terapéutico en los casos refractarios a cisplatino, especialmente los pacientes refractarios a EXTREME, hasta el año 2016 en el que la FDA aprueba la inmunoterapia para estos casos, dos fármacos anti PD-1 cuyo principal beneficio es la larga supervivencia en los pacientes respondedores. La FDA aprobó de forma acelerada nivolumab en abril del 2016 tras presentar los datos del primer ensayo pivotal fase III CHECKMATE 141, en el que los pacientes habían fracasado a un régimen basado en platino en los 6 meses siguientes al tratamiento inicial. Se comparó con 3 monoterapias a elección del investigador. Existió un beneficio en supervivencia global (SG) de 7,5 meses de mediana frente a 5,1 meses pero lo verdaderamente impactante fue que un 10% de los pacientes se mantenían vivos a los 3 años. Podemos extraer una lectura negativa, ya que la mayoría de pacientes no se benefician, pero quienes lo hacen se están beneficiando lo suficiente como para elevar la curva de supervivencia global. Tras la publicación de los datos en NEJM por el Dr. Ferris recibe la aprobación definitiva en noviembre de 2016.

El 1 de septiembre 2016 la FDA otorgó aprobación acelerada a pembrolizumab basándose en datos del estudio fase Ib no aleatorizado KEYNOTE-012. La mayoría de los pacientes en el estudio habían recibido anteriormente al menos dos ciclos diferentes de tratamiento. Se obtuvo una mediana de SG de 8 meses, permaneciendo vivos un 38% de los pacientes al año de iniciar el tratamiento. Posteriormente un estudio fase II (KEYNOTE-055) confirma estos datos en una publicación del 2017 en Journal Clinical Oncology.

En 2018, se comunican los resultados del estudio KEYNOTE-048 demostrando la superioridad de pembrolizumab en monoterapia y pembrolizumab asociada a quimioterapia basada en cisplatino en primera línea de pacientes con enfermedad recurrente y/o metastásica con enfermedad sensible a platino y un PDL1 positivo. El estudio se publica en Lancet en 2019 y es aprobado por FDA y EMA. Desde 2021 se incorpora al tratamiento estándar de este grupo de pacientes con un PDL1 positivo y así lo reflejan las Guías SEOM para el tratamiento de estos tumores. Pero quizás, el aspecto más impactante es que alrededor del 15% de los pacientes con PDL1 positivo siguen vivos a los 5 años, y esta cifra se eleva hasta el 20-24% en pacientes con un PDL-1-CPS de 20. Es la primera vez, que en esta patología observamos una tasa tan elevada de largos supervivientes.