Los Avances en Linfomas

En 1962, Henry Kaplan introduce, en la Universidad de Stanford, el acelerador lineal en el tratamiento del linfoma de Hodgkin. El Dr. Kaplan comunica la curación de las formas localizadas de la enfermedad tras tratamiento con irradiación de campos extendidos. Se puede considerar el primer hallazgo en este tipo de cáncer. En 1975 Gianni Bonadonna comunica por primera vez los resultados del esquema de poliquimioterapia ABVD (adriamicina, bleomicina, vinblastina, dacarbazina), que resultó eficaz en pacientes que progresaban tras el esquema MOPP. Más tarde ABVD se convirtió en el esquema de quimioterapia estándar para el linfoma de Hodgkin, curando a más de dos tercios (66%) de los pacientes con enfermedad avanzada.
Ya en la década de los ´90 Ralf Küppers consiguió aislar células de Reed-Sternberg individuales desde los tejidos afectados y, utilizando análisis de reordenamientos genéticos, demostró que estas células son linfocitos B malignizados. Fue en este momento cuando la enfermedad pasó a denominarse “Linfoma de Hodgkin”, término que conserva en la actualidad.

En 1973, Gottlieb y colaboradores publicaron los primeros resultados en pacientes con linfomas tratados quimioterapia combinada tipo CHOP (ciclosfosfamida, adriamicina, vincristina y prednisona). Este régimen sigue siendo en la actualidad el tratamiento quimioterápico estándar en la mayoría de los linfomas no Hodgkin.

En 1994 se publica la clasificación unificada Europea/Americana (REAL). En ella se separan entidades clínicopatológicas únicas basándose en su perfil clínico, histológico, inmunohistoquímico y biológico. Fue el germen de la clasificación actual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha permitido unificar la información y avanzar más rápidamente en la mejora de la terapia. La última clasificación de la OMS incluye más de 50 entidades clínico-biológicas diferentes.
Tres años después, en 1997, se comunicaron los primeros resultados de rituximab (anticuerpo monoclonal anti-CD20) en el tratamiento de los linfomas B. Debido a su eficacia y baja toxicidad, rápidamente pasó a formar parte del tratamiento de los linfomas B indolentes en recaída.

En 2016 y 2017 acontecieron grandes novedades en los linfomas con la irrupción de las nuevas formas de inmunoterapia. En primer lugar, la inmunoterapia basada en Inhibidores del punto de control, con Nivolumab y Pemprolizumab que han demostrado resultados espectaculares en pacientes con linfoma de Hodgkin refractario y que ya se están incorporando en la práctica asistencial. Y en segundo lugar, una nueva forma de tratamiento de base inmunológica, las llamadas CAR-T-Cells que están aportando respuestas en pacientes con linfoma no Hodgkin que habían progresado a todos los tratamientos previos, aunque con un coste tóxico que, por el momento, es importante.

PDFComunicado