Cuidados
Continuos
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ASTENIA
La administración de inhibidores de la angiogénesis (tanto ITK de VEGFR como anticuerpos
monoclonales anti-VEGF) se asocia con astenia de intensidad leve a moderada, o incremento
de su intensidad. Se considera uno de los efectos secundarios más frecuentes en los pacientes
tratados con ITK con una frecuencia de aparición del 73% en los pacientes tratados con
Sorafenib
14,
del 51% en los tratados con Sunitinib
14-16
, del 52% de los tratados con Axitinib
17
, >30%
con Regorafenib
13
y del 14% en los tratados con Pazopanib
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pero con una incidencia de astenia
G3-4 inferior al 10% en todos los casos. La anemia como causa de astenia secundaria al uso de
estos agentes no suele ser frecuente, pero el hipotiroidismo como causa tratable de astenia sí
que debe ser investigado (ya que ocurre en más del 50 % de pacientes tratados con Sunitinib).
HIPERTRANSAMINASEMIA
Ambos agentes, tanto los ITK de VEGFR como los anticuerpos monoclonales anti-VEGF, pueden
producir elevación de cifras de transaminasas, y a veces, hepatotoxicidad limitante de dosis.
Aunque el mecanismo fisiopatológico no está totalmente estudiado, sí que es conocida la función
del VEGF en la integridad estructural y funcional del hígado.
Ante cualquier grado 3 o 4 de hipertransaminasemia es obligatorio interrumpir el tratamiento,
casi siempre son hipertransaminasemias reversibles, y en caso de proseguir el tratamiento se
requerirá reducción de dosis del fármaco causante.
En el estudio fase III de Regorafenib en cáncer de colon (CORRECT) se describieron 3 casos de
lesión hepática grave con desenlace fatal (0.3%), En estos pacientes la disfunción hepática se
inició dentro de los 2 primeros meses de tratamiento y se caracterizó por un patrón de lesión
hepatocelular con elevaciones de las transaminasas más de 20 veces el límite de la normalidad,
seguidas de un aumento de la bilirrubina. Las biopsias hepáticas de 2 pacientes mostraron
necrosis hepatocelular con infiltración por células inflamatorias.
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COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS
El síndrome de leucoencefalopatía posterior reversible (RPLS) con una incidencia de
<
0.1%
ha sido descrito con el uso de Bevacizumab. Se trata de un trastorno neurológico que se
puede manifestar como cefalea, letargia, confusión, ceguera y otros trastornos neurológicos
consecuencia de edematización de la sustancia blanca posterior. Frecuentemente se asocia a
hipertensión moderada o severa pero no es preciso para el diagnóstico, el cual se hará mediante
técnica de imagen con IRM.
Por ello, los inhibidores de VEGF deben ser usados con precaución en pacientes con hipertensión
arterial mal controlada, administrándose tras un adecuado control de la misma.
Ante la aparición de RPLS, se debe interrumpir el tratamiento con el inhibidor de la angiogénesis,
e iniciar el tratamiento antihipertensivo. Los síntomas suelen mejorar y resolverse en unos días,
aunque en algunos pacientes pueden quedar secuelas neurológicas.
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