Background Image
Previous Page  213 / 510 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 213 / 510 Next Page
Page Background

Cuidados

Continuos

212

El tratamiento con Bevacizumab aumenta el riesgo de hemorragia, habitualmente se trata de

episodios de hemorragia menor (

grado 1

) como epistaxis, que aparecen en un tercio de los

pacientes tratados. Sin embargo, en determinados pacientes puede aparecer hemoptisis masiva,

así se corroboró en el estudio fase II para CNMP, en el que pacientes con histología de carcinoma

epidermoide presentaron mayor riesgo de hemoptisis fatal

15

, lo que llevó a excluir esta histología

.en el diseño del estudio pivotal para aprobación de Bevacizumab combinado con QT en CNMP.

Por ello, Bevacizumab no debe administrarse nunca en pacientes con historia reciente de

hemoptisis de más de media cucharada de sangre roja.

Otros eventos hemorrágicos menos frecuentes son: hemorragia gastrointestinal, subaracnoidea

e ictus hemorrágico. Sin embargo, no podemos afirmar que la presencia de metástasis cerebrales

aumente el riesgo de sangrado con el uso de antiangiogénicos, ya que en todos los estudios

los pacientes con metástasis cerebrales han sido excluidos. Evidentemente, en el manejo de

estas hemorragias severas, una vez resuelto el proceso agudo, es obligatoria la interrupción del

tratamiento.

También se ha descrito un aumento del riesgo de hemorragia en los pacientes tratados con otros

antiangiogénicos como Regorafenib, apareciendo un 21.4% de efectos hemorrágicos siendo la

mayoría de ellos epistaxis

13

.

PERFORACIÓN

El uso de inhibidores de la angiogénesis aumenta el riesgo de perforación gastrointestinal

(gástrica, intestino delgado o colon). Típicamente se manifiesta como un abdomen agudo, por ello

la exploración meticulosa y repetida del paciente con dolor abdominal que está siendo tratado

con inhibidores de angiogénesis es obligatoria.

Aunque el mecanismo fisiopatológico no se conoce, sí se han identificado una serie de factores

de riesgo: el uso de AINEs, la enfermedad inflamatoria crónica, presentar úlcera gástrica,

haber tenido cirugía reciente, haber recibido radioterapia abdominal o tener un cuadro oclusivo

secundario al crecimiento tumoral. Se han descrito casos de perforación intestinal tanto con

anticuerpos monoclonales anti-VEGF (Bevacizumab) como con ITK del VEGFR (Sunitinib,

Sorafenib), disponiéndose de datos de tasas de perforación con el uso de Bevacizumab en torno

al 2 % de los pacientes tratados

12

. En cualquier caso, ante la aparición de un evento de estas

características, se ha de interrumpir inmediatamente el tratamiento.

MUCOSITIS

El VEGF, como se ha referido anteriormente, tiene un papel fundamental en el mantenimiento y

la integridad de los tejidos, así como en la reparación de la mucosa dañada. Por ello, su inhibición

puede llevar a lesiones en la mucosa del tracto digestivo. La incidencia de diarrea con Sunitinib

es del 29% (el 3% era grado 3-4), y del 58% para Sorafenib

14

.

El manejo de estos efectos adversos no difiere de los métodos convencionales del tratamiento de

la mucositis y la diarrea.