Cuidados
Continuos
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El tratamiento con Bevacizumab aumenta el riesgo de hemorragia, habitualmente se trata de
episodios de hemorragia menor (
grado 1
) como epistaxis, que aparecen en un tercio de los
pacientes tratados. Sin embargo, en determinados pacientes puede aparecer hemoptisis masiva,
así se corroboró en el estudio fase II para CNMP, en el que pacientes con histología de carcinoma
epidermoide presentaron mayor riesgo de hemoptisis fatal
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, lo que llevó a excluir esta histología
.en el diseño del estudio pivotal para aprobación de Bevacizumab combinado con QT en CNMP.
Por ello, Bevacizumab no debe administrarse nunca en pacientes con historia reciente de
hemoptisis de más de media cucharada de sangre roja.
Otros eventos hemorrágicos menos frecuentes son: hemorragia gastrointestinal, subaracnoidea
e ictus hemorrágico. Sin embargo, no podemos afirmar que la presencia de metástasis cerebrales
aumente el riesgo de sangrado con el uso de antiangiogénicos, ya que en todos los estudios
los pacientes con metástasis cerebrales han sido excluidos. Evidentemente, en el manejo de
estas hemorragias severas, una vez resuelto el proceso agudo, es obligatoria la interrupción del
tratamiento.
También se ha descrito un aumento del riesgo de hemorragia en los pacientes tratados con otros
antiangiogénicos como Regorafenib, apareciendo un 21.4% de efectos hemorrágicos siendo la
mayoría de ellos epistaxis
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.
PERFORACIÓN
El uso de inhibidores de la angiogénesis aumenta el riesgo de perforación gastrointestinal
(gástrica, intestino delgado o colon). Típicamente se manifiesta como un abdomen agudo, por ello
la exploración meticulosa y repetida del paciente con dolor abdominal que está siendo tratado
con inhibidores de angiogénesis es obligatoria.
Aunque el mecanismo fisiopatológico no se conoce, sí se han identificado una serie de factores
de riesgo: el uso de AINEs, la enfermedad inflamatoria crónica, presentar úlcera gástrica,
haber tenido cirugía reciente, haber recibido radioterapia abdominal o tener un cuadro oclusivo
secundario al crecimiento tumoral. Se han descrito casos de perforación intestinal tanto con
anticuerpos monoclonales anti-VEGF (Bevacizumab) como con ITK del VEGFR (Sunitinib,
Sorafenib), disponiéndose de datos de tasas de perforación con el uso de Bevacizumab en torno
al 2 % de los pacientes tratados
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. En cualquier caso, ante la aparición de un evento de estas
características, se ha de interrumpir inmediatamente el tratamiento.
MUCOSITIS
El VEGF, como se ha referido anteriormente, tiene un papel fundamental en el mantenimiento y
la integridad de los tejidos, así como en la reparación de la mucosa dañada. Por ello, su inhibición
puede llevar a lesiones en la mucosa del tracto digestivo. La incidencia de diarrea con Sunitinib
es del 29% (el 3% era grado 3-4), y del 58% para Sorafenib
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.
El manejo de estos efectos adversos no difiere de los métodos convencionales del tratamiento de
la mucositis y la diarrea.