Cuidados
Continuos
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En un estudio prospectivo piloto sobre 15 pacientes ancianas con cáncer de mama a las que se
les realizó una evaluación geriátrica mediante los test de la CGA cada 3 meses, se observó
una alta prevalencia de comorbilidad así como de riesgo farmacológico (10 pacientes),
psicosocial (5 pacientes) y nutricional (8 pacientes). Los autores concluyen que es una
exploración muy útil y factible en el ámbito asistencial. Estos mismos autores, en una
revisión efectuada en al año 2000, recomendaban incluir el análisis de la comorbilidad en
las recomendaciones para toma de decisión sobre tratamiento adyuvante en las pacientes
ancianas
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CONCLUSIONES
La edad avanzada se asocia con una mayor incidencia de cáncer y también de enfermedades
crónicas. En el año 2030 se espera que el 20% de la población norteamericana tenga más de 65
años y que el 60% de los cánceres aparezcan en ese segmento de población
2,
3
.
No hay duda de que la comorbilidad influencia la evolución, el tratamiento y la mortalidad del
cáncer. Ambas condiciones, además, disminuyen la reserva funcional de las personas ancianas
y las hacen más susceptibles a complicaciones y efectos adversos. Por todo ello, es preciso
implementar la utilización de la valoración geriátrica (CGA) y validar prospectivamente índices de
comorbilidad que ayuden a individualizar las decisiones sobre tratamiento y a conocer mejor el
pronóstico de este grupo de pacientes.