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Cuidados

Continuos

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cáncer demama y en tercer lugar las neoplasias hematológicas (leucemias y linfomas) son los tumores

que con más frecuencia afectan al pericardio. Hasta en el 20% de los casos, el derrame pericárdico

puede ser la primera manifestación de una neoplasia, y es la razón por la que debe excluirse un cáncer

en todos los casos de enfermedad pericárdica aguda que debuta como taponamiento cardíaco, o con

un rápido aumento de derrame pericárdico, o un curso recurrente del mismo. Otros derrames

pericárdicos no neoplásicos en pacientes oncológicos son los secundarios a la pericarditis post-

irradiación torácica; los inducidos por fármacos, o los de causa infecciosa.

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ETIOPATOGENIA

Los pacientes con tumores malignos pueden desarrollar enfermedad pericárdica fundamentalmente

por extensión directa o diseminaciónmetastásica a través de vasos linfáticos o sangre en el pericardio.

En la mayoria de los casos la invasión metastática obstruye el drenaje linfático y venoso cardíaco

originando un derrame pericárdico.

DIAGNÓSTICO

Las manifestaciones clínicas secundarias a la presencia de derrame pericárdico son inespecíficas y

dependen en gran medida de la velocidad de acumulación de fluido en el espacio pericárdico y de la

distensibilidad de éste. Aquellos pacientes que presentan derrames de crecimiento lento y progresivo

pueden estar asintomáticos con acúmulos de fluido pericárdico de más de 1 litro, mientras que un

acúmulo de sólo 150 mililitros puede provocar un taponamiento cardiaco si se origina de forma

aguda.

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Síntomas y signos:

Los síntomas asociados a la presencia de un derrame pericárdico son por orden de frecuencia:

disnea, tos, ortopnea y dolor torácico. Los signos clínicos del derrame pericárdico tampoco son

específicos, destacando la hipotensión, taquicardia, taquipnea, distensión venosa yugular; pulso

paradójico (descenso de 10 mmHg o más en la presión arterial sistólica durante la inspiración)y

edemas periféricos.

Pruebas complementarias:

Electrocardiograma (ECG):

puedemostrar alteraciones inespecíficas, como una reducción en el voltaje

del QRS y un aplanamiento difuso de las ondas T. En presencia de un derrame pericárdicos severo

y/o taponamiento pericárdico puede observarse alternancia eléctrica (cambios de la morfología

del QRS a latidos alternos debido al bamboleo del corazón que lo aproxima o aleja de la pared

torácica).

• Radiografía de tórax:

una prueba normal no excluye el diagnóstico de derrame pericárdico dado que

el agrandamiento de la silueta pericárdica no aparece hasta que se acumulan al menos 250mililitros

de fluido en el saco pericárdico. En algunas ocasiones la silueta cardíaca adopta una forma de

“cantimplora”ocultando los vasos hiliares.

La TAC y RNM:

son técnicas complementarias que detectan derrames pericárdicos, su distribución

y en ocasiones también su naturaleza, pero su capacidad para cuantificar un derrame es limitada.