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Cuidados

Continuos

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TOXICIDAD CUTÁNEA

Los efectos adversos más frecuentemente documentados con los IEGFR son los derivados

de la toxicidad dermatológica. Ocurre en un 50-100% de los pacientes sometidos a

tratamiento, siendo dicha toxicidad más florida con Cetuximab y Panitumumab. La forma

más común de presentación es la llamada reacción papulopustular o rash acneiforme,

que afecta al 60-80% de los pacientes. Es generalmente de leve a moderada y severa

únicamente en 5-20% de los mismos. Se define como una erupción dermatológica

confinada fundamentalmente a zonas ricas en glándulas sebáceas como son: cara, cuello,

zona retroauricular, espalda, parte superior de tórax y cuero cabelludo, pudiendo afectar

a otras zonas pero siempre respetando las palmas de las manos y las plantas de los pies

3

.

La erupción es dosis dependiente y tiende a ser más severa, más frecuente y extensa con

los anticuerpos monoclonales que con los ITK

4

. La cronología de esta toxicidad pasa por

distintas fases:

Alteración sensitiva con eritema y edema (semana 0-1) en las zonas afectas,

Erupción papulopustular (semanas 1-3)

Fase de costra (semanas 3-5),

Zona de eritemato-telangiectasia.

Normalmente el rash se resuelve en unas 4-6 semanas desde la aparición, quedando en la zona

afecta una evidente sequedad cutánea

4

.

Por lo que respecta a los mecanismos fisiopatológicos que generan esta toxicidad, se sabe

que EGFR juega un papel crítico e importante en la epidermis, estimulando el crecimiento

de la misma, inhibiendo la diferenciación celular, protegiendo frente al daño inducido por

la radiación ultravioleta, y acelerando la cicatrización de las heridas. EGFR se expresa

en los queratinocitos de la epidermis, en las glándulas ecrinas sebáceas, y en el epitelio

del folículo piloso. Por tanto, la inhibición del EGFR por los distintos fármacos conlleva

a cambios a estos niveles, alterando la proliferación del queratinocito, su diferenciación

y migración, y en definitiva, su fisiología. Estos hechos podrían explicar la xerosis y la

reacción papulopustular

4

.

Otras toxicidades cutáneas

3,4

que pueden aparecer en relación al uso de IEGFR incluyen:

La xerosis o sequedad cutánea: principalmente en pacientes de edad avanzada, que han

llevado tratamiento previo con citotóxicos y que presentan historia de eczema atópico.

Presenta una frecuencia de aparición en torno al 10%.

Los cambios ungueales: aparecen en el 10-15% de los pacientes y se trata de un evento

tardío (raramente aparece antes de las 8 semanas de tratamiento). Se caracterizan

porque las uñas tienden a crecer más lentamente, a tener mayor fragilidad y tendencia a

romperse. Puede aparecer paroniquia, manifestándose como inflamación del lecho ungueal

(habitualmente del primer dedo), dolor y asemejando una uña encarnada.

Los cambios a nivel piloso se definen por tricomegalia, crecimiento más lento del pelo del

cuero cabelludo que se vuelve más fino y rizado, e hipertricosis en la zona facial