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Cuidados

Continuos

200

La

onicolisis

es la pérdida de adherencia entre la uña y el lecho ungueal, es típica de los taxanos

(docetaxel y paclitaxel), habiendo casos con pérdida total o parcial de la uña. Son alteraciones con

impacto cosmético y sólo en casos especiales precisarán AINES por dolor y antibióticos tópicos en

caso de paroniquia. Por regla general estas alteraciones desaparecen tras la retirada del fármaco. Hay

antitumorales como la bleomicina, que alteran el flujo sanguíneo de las uñas produciendo isquemia que

se desarrolla varios meses después del tratamiento. Otros fármacos disminuyen el crecimiento de las

uñas como es el caso del metotrexato.

La

leuconiquia transversal

se caracteriza por manchas blancas en las uñas, algunos agentes

quimioterápicos que la pueden producen son doxorrubicina, ciclofosfamida y vincristina. No precisa de

tratamiento específico.

Recomendaciones:

Limpiar las uñas y aplicar cremas o lociones hidratantes en las manos y pies, al menos una vez al día.

Consultar a un podólogo antes de iniciar el tratamiento con EGFRI (especialmente en casos de uñas

encarnadas o situaciones que puedan predisponer a una paroniquia).

Alopecia

La pérdida de cabello es uno de los efectos secundarios más frecuentes, si bien no todos los

quimioterápicos producen alopecia. Se trata de un efecto tóxico reversible, aunque con gran

repercusión psicológica en los pacientes, impactando en su calidad de vida en ocasiones de formamuy

traumática, con consecuencias en su autoimagen, equilibrio psicológico y social y motivando rechazos

o abandonos de los tratamientos oncológicos. El 80-95% del cuero cabelludo se encuentra en fase

anágena (crecimiento activo): estas células son las más afectadas por los tratamientos oncológicos

inhibiendo su división y produciendo el efluvio telógeno. Otros factores que influyen en el crecimiento

del folículo son fenómenos hormonales, infecciosos o enfermedades sistémicas que pueden producir

el efluvio teló geno. La pérdida de cabello depende de la vía, dosis y pauta de administración de los

medicamentos. Las terapias a dosis altas y regímenes de quimioterapia de combinación, causan más

alopecia comparados con agentes individuales a dosis bajas con administración oral. La caída del

cabello suele comenzar a las 2-3 semanas del tratamiento y se recupera a partir de los 2-6 meses del

cese de la quimioterapia. La pérdida de pestañas y cejas es más variable, en el caso de éstas últimas, a

veces irreversible (caso de taxanos).

Los agentes antitumorales que producen mayor grado de alopecia son los alquilantes (ciclofosfamida,

ifosfamida), antraciclinas (doxorrubicina, daunorrubicina, idarrubicina), taxanos (docetaxel y paclitaxel),

etopósido y alcaloides de la vinca (vinblastina y vindesina). Con ciclofosfamida, busulfán y docetaxel se

han descrito casos de alopecia irreversible. Otro grupo de fármacos conmoderado potencial alopeciante

sonmitomicina, irinotecan, metotrexato, topotecán, bleomicina, vinorelbina, mitoxantrone y 5-Fluoracilo

entre otros. El interferón produce alopecia hasta en el 50% de los pacientes tratados y es independiente

de la dosis. Con algunas terapias biológicas también se han descrito alopecias parciales.

La radioterapia craneal también origina alopecia que será reversible y parcheada con dosis bajas

(50Gy), en caso de dosis mayores probablemente sea irreversible. La pérdida del cabello comienza los

primeros 7-10 días de tratamiento, y será más evidente tras el primer o segundo mes de tratamiento,

recuperándoseapartirdelos3-6mesesdefinalizarlaradioterapia. Una vez acabados los tratamientos

el pelo vuelve a crecer pero puede que de forma distinta tanto en forma, textura y coloración.