Cuidados
Continuos
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•
La reconstrucción del sentido
•
La reconstrucción de pensamientos mantenidos previamente a la muerte de forma que
puedan incorporar la pérdida
•
La identificación de errores cognitivos frecuentes
•
La exposición a situaciones evitadas relacionadas con la pérdida.
Los tratamientos psicológicos centrados en la pérdida facilitan que se reviva la experiencia de
muerte para comprehender la realidad, para poder pensar en el fallecimiento de una forma
controlada y voluntaria, para reducir la intensidad de las emociones experimentadas, y para
construir una historia coherente en torno a la pérdida. Revisar recuerdos y fotos así como utilizar
conversaciones imaginarias una vez que se ha avanzado en el proceso son herramientas útiles a
tales efectos
(19)
.
Los tratamientos psicológicos centrados en la restauración trabajan con metas personales
incluyendo sueños, así como con las relaciones interpersonales y el auto- cuidado: “Si
pudiéramos reducir el dolor asociado a su pérdida de forma mágica, de modo que se mantuviera
en un nivel aceptable y dejara de ser la preocupación principal de su vida, ¿qué querría para
usted”?, o “¿Dígame cuáles son algunas de las cosas que usted hará o pensará de forma diferente
con el fin de acercarse más a su meta?”. Estas orientaciones terapéuticas emplean entrevistas
motivacionales y ejercicios y dinámicas relacionados con las actividades diarias
(19)
.
La Terapia Centrada en el Significado
(17, 20)
se centra en la capacidad que uno tiene de escoger
la actitud que quiere mantener hacia el sufrimiento, y facilita la definición del sentido utilizando
esquemas cognitivos e incluyendo un trabajo activo relacionado con la construcción del legado y
la evolución de la propia vida. Se facilita asimismo, la reconexión con fuentes de sentido valiosas
(creativa, experiencial y actitudinal) con el fin de aumentar la sensación de sentido y de propósito
en la vida.
CONCLUSIÓN
La pérdida de un ser querido es una de las experiencias más dolorosas a las que se enfrenta
el ser humano. Poder anticipar la pérdida, como ocurre en el caso del paciente con cáncer,
posibilitará una mayor aceptación de la muerte. El duelo anticipatorio se ve ocasionalmente
dificultado por la necesidad de hospitalización del paciente, su derivación a cuidados paliativos,
y los problemas concomitantes a la enfermedad (por ejemplo, familiares, laborales, etc.) entre
otras cosas.
Las reacciones de duelo varían enormemente de una persona a otra, incluso dentro de una
misma familia, y de un grupo cultural a otro. Incluyen síntomas depresivos tales como tristeza
significativa, anorexia, dificultad de concentración, sensación de anhelo, intentos por mantener
vivos los vínculos con el fallecido, etc. Es importante conocer el proceso normal de duelo para
poder identificar adecuadamente reacciones patológicas ante una pérdida (por ejemplo, duelo
complicado) y saber diferenciarlo de otras patologías mentales, tales como depresión, trastorno
de estrés post-traumático, etc.