Cuidados
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El Duelo Anticipatorio
Como ya se ha mencionado, previamente, en muchos casos, un individuo puede experimentar un
proceso de desapego o desvinculación emocional previamente al fallecimiento del ser querido,
esto es, un duelo anticipatorio, que puede facilitar la aceptación más gradual de la pérdida.
Siempre y cuando no implique el abandono del paciente, el duelo anticipatorio puede ayudarle a
uno a prepararse para una pérdida que va a resultarle enormemente dolorosa. Durante el duelo
anticipatorio es fundamental validar, normalizar y apoyar las múltiples expresiones afectivas de
quien da muestras de experimentarlo. Una reacción más intensa de duelo anticipatorio puede
observarse cuando se comunica progresión de la enfermedad u otro tipo de mala noticia médica.
La comunicación sensible, encaminada a validar y a normalizar puede ayudar a la familia a
procesar esta información y a manejarla adecuadamente.
El profesional debería intentar
(3)
:
•
Facilitar oportunidades para que la familia pueda reforzar sus vínculos a través del cuidado,
y sus miembros puedan resolver aspectos difíciles de la relación con el paciente;
•
Facilitar que la familia comparta la tristeza por las múltiples pérdidas que tienen lugar a lo
largo del proceso de enfermedad;
•
Facilitar la comunicación abierta y las oportunidades para expresar aprecio, reconocimiento,
completar asuntos inconclusos, y despedirse;
•
Informar de recursos sociales y sanitarios disponibles
•
Proporcionar intervenciones psicoeducativas sobre las numerosas formas en las que se puede
manifestar el duelo, incluyendo ansiedad, negación, hostilidad o evitación
•
Identificar factores de riesgo de duelo complicado
•
Informar sobre la participación de los niños en el proceso de enfermedad y muerte
El Duelo en Torno a la Agonía y el Momento del Fallecimiento
Lafamiliadelpacienteestáenestosmomentosexcepcionalmenteatentaatodoslosdetallesrelacionados
con el bienestar del paciente. Recuerdos muy vívidos de estos momentos pueden acompañar a los
familiares durante un tiempo prolongado después de la muerte. Es importante mantener a la familia
lo mas informada posible acerca de cómo y cuándo se espera que tenga lugar el fallecimiento;, así
como de los cambios que se producen en la agonía; facilitar el consenso familiar en cuanto a decisiones
médicas que se deban tomar y acompañar con serenidad, valorando las necesidades emocionales de
los familiares más cercanos. De igual importancia es la información acerca de la burocracia que rodea
a la muerte. Respetar la expresión de dolor y facilitar la aceptación de la pérdida son fundamentales,
ésta última a través de la participación de la familia en los cuidados postmortem, asistencia al funeral,
o celebración de otros rituales religiosos/espirituales; ver al fallecido, etc.
Igualmente importante es tener en cuenta cómo la cultura puede influir sobre las expresiones
de duelo agudo. Un intermediario cultural puede asistir respondiendo de forma sensible a las
prácticas religiosas y culturales de la familia, y a las relacionadas con la realización de autopsia, así
como a la necesidad de permanecer junto al cuerpo. Deben intentarse prevenir el duelo inhibido
(4)
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