Cuidados
Continuos
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CUIDADOS Y MEDIDAS NO FARMACOLOGICAS
Los cuidados de enfermería en la fase de agonía son esenciales para el confort y deben
adaptarse a la situación del paciente
13,16
Medidas ambientales:
Si el paciente está en el hospital intentar disponer de habitación
individual. Evitar que mucha gente permanezca en la habitación y la existencia de ruidos.
Es importante mantener el contacto físico con el paciente. En el medio hospitalario no es
necesario tomar constantes por turno. Es normal que haya tendencia a la hipotensión,
taquicardia e hipoxemia que no incomodan al paciente.
Higiene:
El paciente debe estar confortable y limpio en todo momento. Utilizar ropa de
cama ligera y cambiarla al menos una vez al día.
Movilización:
Colocar al paciente en su posición preferida. En general, la posición más
cómoda es semidecubito lateral izquierdo. Evitar cambios posturales si resultan dolorosos
o incómodos para el paciente
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. Recordar, sin embargo, que a veces pueden resultar
beneficiosos para facilitar el control de los estertores y proporcionar alivio al cambiar los
puntos de apoyo del cuerpo
Cuidados de la piel:
Para hidratar la piel se pueden dar masajes suaves con crema
hidratante. Las curas están dirigidas principalmente a controlar el olor y a evitar el dolor.
Se pueden administrar anestésicos tópicos o metronidazol con éste fín. Si el aseo o las
curas incomodan al paciente se puede administrar una dosis de cloruro mórfico 5 mg sc
y/o midazolam 2,5-5 mg sc quince minutos antes.
Cuidados de la boca:
Retirar dentadura postiza. La debilidad del paciente que hace que
respire por la boca, la oxigenoterapia, los fármacos y la deshidratación producen gran
sequedad oral. Se debe humedecer boca con una gasa o spray y poner crema en los labios.
Existen preparados comerciales de saliva artificial que pueden ser útiles. La hidratación
parenteral no mejora la xerostomía. Evitar si es posible la administración de oxígeno con
mascarilla o reservorio ya que es incomodo, favorece la xerostomía y dificulta los cuidados
de la boca. Puede ser suficiente con la administración de oxígeno en cánulas nasales.
Alimentación e hidratación:
La debilidad en la fase final dificulta la ingesta, con el riesgo
de provocar una broncoaspiración. Esto debe de explicarse detenidamente a la familia,
para adaptar la dieta al nivel de conciencia del paciente.
No debe iniciarse nutrición enteral ni parenteral en la fase agónica, aunque en ocasiones
la familia insista en ello. En el paciente en los últimos días de vida no hay datos de que
la nutrición asegure un mejor control sintomático que es el objetivo prioritario de ésta
fase
24,25
No hay demasiadas evidencias respecto a la hidratación en la fase agónica y hay
argumentos tanto a favor como en contra. En la mayoría de casos el beneficio es limitado
y debe ser discontinuada o por lo menos reducida, previa explicación a la familia
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.En