Cuidados
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La sedación es un acto asistencial. Forma parte de la praxis médica y está sometido a las normas
de la bioética. No sedaremos por tranquilidad del médico o de la familia. El paciente seguirá
siendo soberano en sus decisiones en la medida en que la realidad lo permita.
1.
Por tanto, es una decisión
que toma el médico
. Esta decisión, la sedación farmacológica
al paciente terminal debe tomarse, a ser posible, después de una discusión entre el
equipo asistencial sobre la oportunidad de la misma. Por otra parte, es imprescindible el
consentimiento informado y la participación de la familia y del propio paciente, en los casos
seleccionados en que la comunicación con el mismo tenga la consistencia que lo permita.
2.
Es conocida y ya comentada la dificultad de los profesionales médicos y de enfermería
en dar un pronóstico a corto plazo ante una enfermedad avanzada. A efectos de actuación
consideraremos
expectativa limitada de vida aquella situación que probablemente
suponga la muerte del paciente en el hospital
.
La condición sine qua non para la sedación farmacológica es que presente síntomas incapaces
de ser controlados por las maniobras farmacológicas llevadas al límite.
•
Disnea
•
Agitación/ delirium
•
Dolor
•
Hemorragia Masiva
•
Estridor laríngeo
•
Sufrimiento psicológico no soportable por el paciente.
MOMENTO DE LA SEDACIÓN
Es conveniente que la decisión de sedar al paciente se tome por el equipo asistencial habitual,
que conoce la historia clínica y la biografía del mismo (relaciones familiares, actitud ante la
enfermedad, etc...) y no por el médico en horas intempestivas. Por ello sigue en discusión la
oportunidad de la sedación en salas de urgencias, salvo situaciones clínicas límite (hemorragia
masiva, estridor, disnea grave, etc...)
Debe respetarse hasta el final el deseo del paciente en relación al momento en que quiera iniciar
la sedación: despedida, confirmación de las últimas voluntades...
IRREVERSIBILIDAD
La sedación farmacológica es una maniobra terapéutica reversible desde el punto de vista
técnico, pero las trascendentales connotaciones de la misma la convierten, en la práctica, en
irreversible. Es decir, si procedemos a una sedación es para controlar unos síntomas ante una
muerte evidente. No hay marcha atrás.
Pautas de sedación
•
Utilizaremos los fármacos con la mínima dosis efectiva
•
Utilizaremos, siempre que sea posible, bomba de infusión continua eléctrica o elástica.
La vía es indistintamente endovenosa o subcutánea. Los pacientes ingresados a menudo
llevan vía venosa de mantenimiento o reservorio subcutáneo “port-a-cath”, que puede
seguir siendo utilizado en la sedación.