Cuidados
Continuos
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Los problemas de salud más comunes a los que se enfrentan los largos supervivientes son:
Problemas psicológicos:
Sobre todo ansiedad y depresión
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. Es muy común debido al enfrentamiento con la propia
enfermedad, la incertidumbre acerca de su futuro tanto a corto como a largo plazo y la
dependencia que supone a veces este tipo de enfermedad. La actitud terapéutica tiene que ir
encaminada, entre otros objetivos, a la mejora de la calidad de vida del paciente y a incentivar la
consecución de su proyecto vital sin que la enfermedad suponga un obstáculo a la misma.
Alteraciones cognitivas:
Relacionadas con tres factoresprincipales: tratamientoantineoplásico, genética y el propio cáncer.
Las estrategias terapéuticas van encaminadas fundamentalmente a la terapia ocupacional así
como el abordaje de las alteraciones emocionales, alteraciones del sueño, astenia, dolor, y las
comorbilidades. En segunda instancia, varios estudios han demostrado la utilidad de fármacos
psicoestimulantes como modafinilo
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y metilfenidato.
Astenia:
Presente en hasta el 95% de los pacientes. Está en relación con la anemia, alteraciones
hidroelectrolíticas,endocrinas,renalesopulmonares,insomnio,medicaciónyalteracionespsicológicas.
Los ámbitos de actuación comprenden la educación del paciente y su familia, la actividad física
regulada, y en última instancia el uso, nuevamente, de fármacos psicoestimulantes.
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Dolor:
Es importante definir si el origen del dolor, pudiendo ser de características neuropáticas, de
origen postoperatorio, en forma de mialgias o artralgias, secundario a linfedema o dolor
postradioterapia para poder definir el abordaje terapéutico más adecuado. En general, podemos
clasificar el dolor en dos tipos: nociceptivo somático (punzante, mejor definido por el paciente) y
nociceptivo visceral (difuso y peor definido).
Para poder hacer frente a un síntoma tan frecuente y que afecta en gran medida a la calidad de
vida del paciente es importante valorarlo en cuanto a su intensidad así como a sus características.
El abordaje debe hacerse de una manera multidisciplinar disponiendo para ello de las siguientes
vías:
•
Farmacológica: Disponemos de diversos grupos con potencial analgésico como opioides,
AINEs, benzodiacepinas, etc. Para hacer un uso racional de dichos fármacos nos basaremos
en la escala analgésica de la OMS.
•
Soporte psicosocial: Basado en ejercicios de respiración, relajación e hipnosis, aunque
existe una clara falta de evidencia científica que soporte dichas terapias (referencias).
•
Ejercicio: El principal objetivo es aumentar la movilidad de los pacientes. Algunos estudios
han demostrado un mayor control del dolor, sobre todo a nivel cervical y en miembros
superiores mediante programas específicos.
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