Cuidados
Continuos
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El tratamiento con HBPM reduce el riesgo de recurrencia aproximadamente un 50% en comparación
con AVK, sin incrementar el riesgo de sangrado mayor. Estos resultados han sido confirmados al menos
por dos metaanálisis. A pesar de la reducción significativa del riesgo de recurrencia no se demuestra
una reducción del riesgo de mortalidad como sería esperable. En base a los cuatro estudios previamente
comentados se puede considerar dos alternativas de dosificación de las HBPMcomo óptimas. La primera
contempla mantener el 100% de la dosis durante todo el tratamiento mientras que la segunda reduce
un 25% de la dosis tras 4 semanas de tratamiento, por el incremento del riesgo de sangrado existente
en los pacientes oncológicos. El tratamiento con AVK con un objetivo de INR entre 2-3 es una alternativa
adecuada en pacientes no candidatos a HBPM. El tratamiento de la TVP de miembros superiores es
similar al tratamiento de la EP o de los eventos diagnosticados en los miembros inferiores.
Elmétododeelecciónparamonitorizarel tratamientoconHBPMes lamedicióndeantiXa.Noserecomienda
lamonitorización de rutina en los pacientes oncológicos, únicamente se considera en los pacientes con alto
riesgo de recurrencia o sangrado: pacientes ancianos, insuficiencia renal, trombopenia, etc.
Se recomienda una duración del tratamiento anticoagulante de 6 meses. No existen estudios
randomizados que evalúen el tratamiento anticoagulante más allá de 6 meses. Se debe de considerar
extender el tratamiento anticoagulantemás de 6meses si persisten factores de riesgo como cáncer activo
o tratamiento con quimioterapia. Se deben de realizar evaluaciones periódicas y frecuentes para valorar el
riesgo/beneficio de la terapia anticoagulante en este contexto clínico.
En pacientes con neoplasias del sistema nervioso central que desarrollan ETV se recomienda una terapia
anticoagulante similar a la descrita en otros pacientes con cáncer. Se recomienda una monitorización
estrecha cuidadosa incluida la determinación de anti-Xa para reducir el riesgo de hemorragia asociado al
tratamiento anticoagulante en el sistema nervioso central.
Existe controversia sobre el manejo adecuado de la trombosis asociada a catéter ante la escasa evidencia
existente. El tratamiento de elección de la trombosis asociada a catéter es la terapia anticoagulante y se
recomienda un manejo similar a TVP de miembros inferiores (dosis, duración, etc.) De forma rutinaria no
se recomienda la retirada sistemática del catéter, únicamente se contempla la retirada si existe: infección
asociada, catéter no funcionante, fracaso o contraindicación de la anticoagulación o bien no se necesita
para continuar la atención oncológica.
Por el momento, ante la ausencia de datos el tratamiento o prevención de la ETV en los pacientes con
cáncer con los nuevos anticoagulantes orales no se recomienda. Ante la escasa evidencia existente
no existe una recomendación uniforme de la dosificación de la terapia anticoagulante en pacientes
con trombocitopenia. Se debe de valorar individualmente el riesgo de sangrado en cada paciente.
Generalmente se recomienda mantener la misma dosis anticoagulante hasta una cifra de plaquetas
comprendidas entre 50.000-100.000 y suspender el tratamiento anticoagulante con cifras de plaquetas
entre 20.000-50.000. Se contempla reducciones de dosis del 50% o dosis profilácticas con dosis
comprendidas entre 20.000-100.000.
El síndrome postrombótico aparece en el 20%-50% de los pacientes diagnosticados de TVP a los
dos años del diagnóstico. Clásicamente se ha recomendado las medias de compresión como el
único método eficaz de prevención de esta complicación con una reducción estimada del riesgo
del 50%
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. Sin embargo reciente evidencia publicada ha puesto en duda esta recomendación.