Cuidados
Continuos
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Murphy
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, a su vez, propone un modelo que clasifica las intervenciones de acuerdo a tres
niveles: el nivel primario (reducir las fuentes de estrés), el nivel secundario (mejorar el
manejo del estrés por el profesional) y el nivel terciario (rehabilitación y tratamiento).
•
La prevención primaria intenta prevenir, controlar o eliminar los factores de riesgo
que existen en el entorno laboral actuando directamente contra estos factores. Busca
actuar sobre las causas del estrés (riesgos psicosociales en el entorno laboral) más
que sobre sus consecuencias.
•
La prevención secundaria se dirige a ayudar a los empleados a mejorar o modificar sus
estrategias de adaptación a las fuentes del estrés (manejo del tiempo, restructuración
cognitiva, etc) o aliviar los síntomas relacionados con el estrés (por ejemplo,
relajación, ejercicio físico).
•
Las acciones a nivel terciario son las relacionadas con el tratamiento, rehabilitación,
procedimientos para volver al trabajo y seguimiento de los individuos que sufren o
han sufrido problemas de salud mental en el lugar de trabajo.
La clasificación de Murphy basada en niveles de prevención conlleva una perspectiva
temporal, ya que en el nivel primario las actuaciones se plantean antes de que aparezcan
los síntomas relacionados con el estrés, el secundario puede ser preventivo o reactivo
dependiendo de si el individuo muestra síntomas o no, y el terciario necesariamente
implica que el individuo tiene ya problemas relacionados con el estrés. En cambio, el
modelo de De Frank y Cooper es específico en relación a que o quien se dirigen las
intervenciones. No obstante, los dos modelos se confunden a menudo y el nivel de
prevención primaria suele relacionarse con una intervención de la organización, aunque
no tiene porque ser siempre así. En la tabla 1 se recogen las intervenciones, según su
tipo y población a la que van dirigidas.