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Cuidados

Continuos

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Trazodona:

Aunque es ampliamente empleada para tratar el insomnio, carece

de evidencia sólida. La dosis necesaria para conseguir un efecto antidepresivo, es

mucho mayor que la necesaria como conseguir un efecto sedante.

Amitriptilina:

Debe emplearse con precaución en la población anciana por sus

efectosanticolinérgicos.

e. Neurolépticos:

Tienen efecto sedante y bajo potencial de tolerancia. Aunque la

olanzapina y fundamentalmente la quetiapina son ampliamente empleados,

carecen de evidencia en el tratamiento del insomnio

15

.

f. Antihistamínicos:

Hay que emplearlos con precaución debido a la sedación diurna

que inducen y al posible delirium que pueden desencadenar. En los pacientes

con glaucoma de ángulo estrecho, asma o hipertrofia prostática pueden estar

contraindicados.

g. Melatonina:

En Europa, el empleo de la melatonina está autorizado para reducir

el tiempo de latencia de instauración del sueño, a dosis de 1 mg por la noche,

ya que hay estudios que han demostrado que disminuye el tiempo necesario para

la instauración del sueño, aumenta el tiempo total de sueño y mejora la calidad

de éste

14

. Sin embargo, distintas sociedades (fundamentalmente americanas) no

recomiendan esta sustancia para el manejo del insomnio.

h. Agonistas de receptores de melatonina:

Ramelteon, un agonista de receptores

de melatonina MT1, ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento del insomnio,

sin embargo en Europa, la EMA no ha autorizado su comercialización. Un segundo

agonista, Tasimelteon ha sido aprobado tambien por la FDA para el tratamiento del

insomnio. En ambos casos se observa una mejoría en el insomnio de conciliación.

i. Valeriana:

Hay un ensayo fase III por Debra et al, que no ha demostrado beneficio

en el empleo de la valeriana para mejorar el sueño.

CONCLUSIONES

Se debe hacer un correcto acercamiento diagnóstico a las alteraciones del sueño en el paciente

oncológico, evaluando todas las circunstancias que pueden interferir con él o alterarlo. El

tratamiento debe basarse en medidas no farmacológicas (terapia conductual)

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y si éstas fracasan

o no se pueden emplear, añadir las medidas farmacológicas necesarias durante el menor tiempo

posible y con la menor dosis posible, empleando fármacos de los que se disponga de evidencia

suficiente

11

.