Cuidados
Continuos
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de la misma tras un tratamiento sistémico o radioterapia, se necesita además de un sistema de
fijación rígido. El método más habitual para conseguirlo es la estabilización mediante fijación
interna con un dispositivo intramedular, que es preferible a la fijación externa, o bien la colocación
de prótesis en el caso de metástasis femorales. Una vez que la herida quirúrgica ha cicatrizado,
se recomienda administrar radioterapia sobre todo el hueso
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.
En el caso de metástasis en columna vertebral, la intervención quirúrgica está indicada cuando
no haya diagnóstico histológico, o cuando sea necesario descomprimir los elementos neurales,
proteger la función espinal, o estabilizar mecánicamente la columna vertebral. La técnica
depende del tipo y extensión de la lesión, pero habitualmente consiste en la descompresión
posterolateral, con o sin reconstrucción vertebral. En casos muy concretos, como tumores
primarios vertebrales, o en pacientes con metástasis únicas y buen pronóstico oncológico, se
puede incluso plantear una espondilectomía y sustitución del cuerpo vertebral
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Tambien se puede hacer cirugía menos invasiva sobre lesiones con fractura – aplastamiento de
columna vertebral ocasionadas por la infiltraciónmetastásica del hueso. La vertebroplastia consiste
en la inyección percutánea de cemento (metilmetacrilato) en el cuerpo vertebral, con intención de
aliviar el dolor y de que sirva de soporte interno, evitando así que progrese el colapso de la vértebra
fracturada. La cifoplastia consiste en la inserción de un globo en el interior del cuerpo vertebral
fracturado con intención de expandirle, para posteriormente retirarlo e inyectar el cemento. De esta
forma se consiguen mejores resultados no solo respecto a la mejoría del dolor, sino también en la
restauración de la altura del cuerpo vertebral y de la cifosis producida tras el colapso vertebral. Su
eficacia es mayor cuando se realizan en los primeros meses tras la fractura.
La indicaciónde estas técnicas debe ser realizada por unespecialista, pero de forma general se emplean
en el tratamiento paliativo de hemangiomas sintomáticos, y en fracturas vertebrales osteoporóticas
dolorosas o producidas por metástasis óseas osteolíticas, mieloma múltiple, infiltración linfomatosa,
histiocitosis y otras. Estas técnicas no están indicadas en pacientes con tumores primarios vertebrales,
alteraciones de la coagulación, sospecha de infección en la vértebra o sus proximidades, ni en pacientes
conantecedentesdealergiaal cementoocontraste. Existecontraindicaciónparaellas, almenos relativa,
en pacientes con intrusión del muro posterior en el canal medular. Las principales complicaciones
del procedimiento son debidas a la salida del cemento desde el cuerpo vertebral hacia los espacios
paravertebrales (disco intervertebral, foramen, venas epidurales anteriores, etc.), lo que puede
ocasionar compresión medular o radicular (especialmente peligrosos en columna cervical y torácica),
e incluso embolismo pulmonar por metacrilato. Para reducir este último riesgo, no es recomendable
tratar más de 3 niveles vertebrales en una sola sesión. En cualquier caso, y aunque dos revisiones
sistemáticas avalan la utilidad de estas técnicas, sería recomendable la realización de ensayos clínicos
mejor diseñados antes de recomendar definitivamente su utilización de forma más generalizada
11,12
.
Finalmente, otras técnicas como la radiofrecuencia o la crioterapia pueden tener también su
papel en el manejo puntual sintomático de metástasis de pequeño tamaño, o que recidivan tras
los tratamientos más habituales
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Tratamiento sistémico no oncológico
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Bifosfonatos
Los bifosfonatos son fármacos sintéticos análogos del pirofosfato inorgánico, que tienen una
alta afinidad por el calcio, por lo que tras su administración se fijan en el hueso, actuando allí
como fármacos inhibidores de la resorción ósea osteoclástica, aunque el mecanismo molecular
preciso que da lugar a esta inhibición no está del todo aclarado.