Cuidados
Continuos
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Hay que tener especial cuidado a la hora de valorar la respuesta a los tratamientos sistémicos ya
que, en ocasiones, una aparente recalcificación de lesiones puede corresponder en realidad a la
progresión de lesiones mixtas con componente osteoblástico, y una mejor visualización de una
lesión en respuesta, debido al depósito de calcio, puede ser interpretada como progresión. La
mejoría en las lesiones de partes blandas puede ayudar a la correcta valoración del tratamiento.
Tratamientos locales
•
Radioterapia
La radioterapia es el tratamiento paliativo más utilizado para la mayoría de las metástasis óseas
dolorosas, y también para evitar y tratar la aparición de un síndrome de compresión medular. Los
esquemas de tratamiento, dosis y campos, deben ser diseñados por el oncólogo radioterapeuta,
quien además debe valorar las dosis de irradiación que recibirán los tejidos adyacentes, como por
ejemplo la médula espinal, que en ocasiones son limitantes. En determinadas localizaciones, es
posible plantear reirradiación de áreas previamente tratadas, tanto como parte del tratamiento inicial
del tumor primario (por ejemplo cáncer de próstata o mama), como de metástasis sintomáticas.
La eficacia de la radioterapia depende de la radiosensibilidad del tumor. Aunque inicialmente el
dolor puede empeorar de forma transitoria debido la reacción inflamatoria que se produce en
las primeras fases del tratamiento, a la larga la mayoría de los pacientes consiguen una buena
respuesta analgésica, y una mejoría de la calidad de vida
5
. Es aconsejable por tanto, mantener e
incluso incrementar la analgesia durante la fase inicial del tratamiento.
Los pacientes con síndrome de compresión medular, tienen una posibilidad de mejoría de más
del 60% cuando inician la radioterapia con poca o ninguna sintomatología neurológica, pero en
aquellos que ya presentan alteración de esfínteres, menos del 40% recuperan su función tras el
tratamiento. Los mejores resultados se obtienen en pacientes con un buen performance status, y
que están en régimen ambulatorio (escasa sintomatología), o tienen solo una historiamuy recortada
de inmovilidad (menos de 24 horas). Estos pacientes deben empezar el tratamiento antes de 24
horas, pues se trata de una verdadera urgencia terapéutica. El esquema más recomendado para
reducir el riesgo de recidiva es la administración de 20 Gy en 5 fracciones o 30 Gy en 10 fracciones
6
.
Es necesario mantener un tratamiento con dexametasona durante la irradiación de un síndrome de
compresión medular, para reducir el riesgo de empeoramiento neurológico por el edema originado
como reacción al tratamiento. En un estudio aleatorizado
7
, la cirugía descompresiva previa a la
radioterapia se mostró superior al tratamiento sólo con radioterapia, por lo que conviene solicitar
una valoración por neurocirugía en todos los pacientes con síndrome de compresión medular por
metástasis, especialmente cuando no haya un diagnóstico oncológico conocido.
•
Tratamiento quirúrgico
De forma general, el tratamiento quirúrgico de las metástasis óseas está indicado cuando haya
dolor no controlado por medios habituales, presencia o riesgo de déficit neurológico (compromiso
nervioso, radicular omedular), presencia o riesgo de fracturas que originen inestabilidad o pérdida
de función, o necesidad de citorreducción que facilite la actuación de otros procedimientos.
La cirugía de metástasis en huesos largos o pelvis está indicada en caso de que exista una
fractura patológica o ésta sea inminente. Aproximadamente el 90% de estas situaciones ocurren
en el fémur o región peri-acetabular y húmero. En estos casos, la destrucción ósea a menudo se
extiende proximal y distal al sitio de la fractura real, y para obtener una adecuada consolidación