Cuidados
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PRINCIPIOS GENERALES DE LA PRÁCTICA MÉDICA
La profesión médica está al servicio del hombre y de la sociedad; en consecuencia, respetar la vida
humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad son los deberes
primordiales.
La atención a todos pacientes se realizará con lamisma diligencia y solicitud, sin discriminación alguna.
Por otra parte, el médico está obligado a procurar la mayor eficacia en su trabajo y el rendimiento óptimo
de los medios que la sociedad pone a su disposición, debiendo de velar también para que en el sistema
sanitario se den los requisitos de calidad, suficiencia asistencial y mantenimiento de los principios éticos,
obligándose a denunciar las deficiencias, en tanto puedan afectar a la correcta atención de los pacientes.
En el caso de la atención de enfermos de cáncer, hay un punto clave en su evolución: el paso de la
posibilidad de curación a la certeza de la no curación.
Los beneficios del tratamiento específico son cuestionables en ciertas neoplasias y la indicación de
tratamiento específico es, en gran parte, opcional, y una cuestión de valores. En todos los casos, el
“balance” entre coste (toxicidad, molestias, incomodidades, traslados, análisis y coste económico) y
beneficio (posiblemejora de la supervivencia y de la calidad de vida) reside exclusivamente en el enfermo,
debidamente asesorado y sin presiones de ningún tipo; no obstante en todos los casos debe realizarse el
tratamiento paliativo adecuado y respuestas a las demandas emocionales, o soporte a la familia.
En el paso a una situación de enfermedad avanzada-terminal hay que redefinir objetivos y métodos; en
este caso los elementos de la toma de decisiones son múltiples e incluyen a todos los actores en un
proceso gradual, en el que hay que evitar situaciones de gran antagonismo. Hay elementos dependientes
del enfermo, que debe ser inducido a expresar sus preferencias, expectativas y elecciones; la familia
desempeña también un papel determinante, asi como el estado de la enfermedad (deterioro, pronóstico,
evolución previsible, tipo de complicaciones), y el tipo y complejidad de la complicación las cuales
determinarán las posibilidades y actitudes. Aquí cabe aplicar los conceptos de “proporcionalidad”, eficacia
previsible, efectividad (y sentido común) de la terapéutica concreta.
En la situación de agonía, los dilemas suelen centranse en la hidratación y la nutrición, la sedación frente
al control de síntomas y los principios de la intencionalidad y/o doble efecto. La definición clara de objetivos
y su distinción de los efectos secundarios, el concepto de intencionalidad terapéutica, la gradualidad, y la
participacióndeenfermo, familia y equipoen la toma serenadedecisiones son los aspectosmetodológicos
y conceptuales.
La toma de decisiones y el proceso de consenso en los equipos dependen de la combinación de la
experiencia, las actitudes, la formación en aspectos éticos, el uso de unmétodo correcto interdisciplinario
de toma de decisiones y la aplicación de los principios expuestos de respeto por los valores del enfermo,
de la familia y de los otros miembros del equipo.
Es aconsejable tener protocolizadas las situaciones más frecuentes y revisar frecuentemente las
decisiones tomadas en cada caso.