Cuidados
Continuos
413
CONSIDERACIONES ÉTICAS
Se ha discutido mucho sobre la similitud entre la sedación y la eutanasia, llegando incluso
algunos autores a definir la sedación como una eutanasia lenta. La diferencia fundamental se
basa en el objetivo, la proporcionalidad y el carácter temporal (circunstancial o planificado).
Se puede considerar la sedación paliativa o en agonía como una práctica éticamente lícita
basándose en el principio de doble efecto:
•
Objetivo de la sedación no es provocar la muerte si no aliviar síntomas intolerables
refractarios al tratamiento habitual.
•
La intensidad del tratamiento sedante es proporcional únicamente al efecto deseado de
reducir el nivel de consciencia.
•
El efecto secundario potencial de la sedación podría ser acelerar el proceso de muerte.
Sin embargo, el objetivo de control de los síntomas refractarios mediante la reducción
del nivel de consciencia no se asocia necesariamente al efecto potencial de aceleración
del proceso de muerte.
•
El alivio de síntomas refractarios e intolerables en una situación de final de vida es
inequívocamente beneficioso.
Como es obvio, es muy importante explorar y conocer la voluntad del paciente en estos casos. Si
es posible, en casos de enfermedad incurable y rápidamente progresiva, sería muy importante
la planificación anticipada de cuidados. Este proceso comprende una invitación a pensar, hablar y
compartir los pensamientos y deseos del paciente en referencia a su atención médica y de cuidados
en el proceso de final de vida. El plan anticipado de cuidados involucra al propio enfermo, su familia
y el equipo asistencial, que establecen un proceso reflexivo que comprende:
•
Revisión de los puntos de vista y valores personales sobre el proceso de final de vida.
•
Confirmación grado de conocimiento y comprensión de de la situación clínica actual y
su pronóstico. Si es necesario mejorar el grado de conocimiento e introspección de la
información recibida.
•
Reflexión sobre las opciones de tratamiento y atención.
•
Facilitación el proceso de tomas de decisiones avanzadas sobre las opciones de cuidado
en el final de la vida de forma autónoma y compartida con el equipo asistencial.
•
Constancia documental del proceso y en su caso la formalización de un documento de
voluntades anticipadas (DVA).
El consentimiento informado por escrito para la sedación terminal muchas veces es difícil de
obtener debido a que la indicación se establece en le contexto de una situación crítica de extremo
sufrimiento del paciente o de incapacidad cognitiva. Esmás, intentar formalizar un consentimiento
por escrito podría ser “poco sensible, inoportuno e incluso nocivo”, considerándose suficiente el
consentimiento verbal expresado y reflejado en la historia clínica.
11,13
En el caso de que no sea
posible valorar la voluntad del paciente, ya sea por la situación clínica o de deterioro cognitvo, los