Cuidados
Continuos
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El más usado en Oncología es la dexametasona por su elevada potencia, larga duración de acción
y mínimos efectos mineralocorticoides. Se recomienda iniciar dosis de 8 mg/día con ajustes
posteriores según respuesta analgésica y efectos adversos y hacer un descenso paulatino de la
dosis cuando se retiren.
BIFOSFONATOS, F. BIOLÓGICOS Y RADIOISÓTOPOS EN DOLOR ONCOLÓGICO.
Todos ellos se usan en el control del dolor óseo tumoral pero no son fármacos de primera línea
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.
•
Los bifosfonatos inhiben la acción de los osteoclastos y están indicados en el dolor
por metástasis óseas. El ácido zoledrónico es el más usado y eficaz; se administra con
periodicidad mensual a dosis intravenosas de 4 mg durante 15 minutos y requiere control
de la función renal además de evaluación dental previa a su uso para evitar la radionecrosis
mandibular.
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El anticuerpo monoclonal denosumab antagoniza RANK-L (ligando del receptor
transmembrana activador del factor nuclear kappaB) e inhibe la activación de los osteoclastos
y la reabsorción ósea. Mejora el dolor además de disminuir los eventos óseos relacionados
con las metástasis. Se utiliza por vía subcutánea con periodicidad mensual a dosis de 120
mg. No requiere ajuste por función renal pero también se asocia a osteonecrosis mandibular.
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Loa radiofármacos de uso actual para el dolor óseo tumoral son el Estroncio 89 y el Samario 153.
Ambos se administran por vía endovenosa y son útiles para tratar localizaciones metastásicas
múltiples de tipo blástico o mixto y con dolor refractario; se requiere una aceptable función
de la médula ósea y del riñón. La tasa de respuestas es de 45 a 90% y la duración de la
analgesia, de 2 a 6 meses. El Radio 223 es el último en aparecer y tiene la ventaja de emitir
partículas alfa con poca capacidad de penetración; su toxicidad principal es la anemia y el
dolor óseo en un 20% de pacientes. No está disponible en nuestro país todavía.
MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS EN EL CONTROL DEL DOLOR ONCOLÓGICO.
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Radioterapia.
Es útil en el tratamiento del dolor por metástasis óseas, compresión nerviosa
y metástasis cerebrales, siendo esencial en el manejo del dolor radicular y el de la compresión
medular. Puede administrarse en dosis única (8 Gy) o múltiple y en ambos casos es eficaz en
un 80% de los casos. Se considera una opción adecuada en pacientes con una expectativa de
vida de, al menos, 3 meses.
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Prótesis, ortesis y rehabilitación.
Son útiles en las metástasis óseas con movilizaciones
dolorosas, para permitir la deambulación.
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Cirugía.
Su principal indicación son las fracturas patológicas relacionadas con las metástasis
óseas o las lesiones en riesgo inminente de fractura. En otras situaciones de obstrucción de
víscera hueca o compresión, la cirugía de descarga o descompresiva también puede ser útil.
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Otras medidas:
frío, calor, masajes, ultrasonidos, técnicas psicológicas, relajación y
acupuntura. Recomendar su uso en dolor oncológico presenta la dificultad de la falta de
evidencia sobre su eficacia y de su baja calidad, cuando existe.