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Extravasaciones y toxicidad
vascular. Accesos Venosos.
Dr. Alfonso Gúrpide Ayarra
Consultor. Departamento de Oncología.
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona
Dr. Marian García del Barrio
Colaborador. Departamento de Farmacia.
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona
Dr. José Luis Pérez Gracia.
Consultor. Departamento de Oncología.
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona
Concepto y prevalencia:
Se denomina extravasación a la salida del líquido que se está administrando
por vía intravenosa al tejido que rodea la vena, y en particular, cuando el fármaco tiene capacidad
de producir daño tisular. La magnitud del daño depende de la localización, el medicamento (figura 1)
y cantidad extravasada, la concentración del mismo y las medidas adoptadas.
La prevalencia se sitúa en un 0,5 a 6%
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. Son más frecuentes en niños dados el tamaño de sus
vasos y la dificultad del acceso venoso. Existen menos datos respecto a las extravasaciones
asociadas a vía central, aunque la información disponible sugiere que la incidencia es similar.
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Factores de riesgo:
Relacionados con el paciente: el tamaño de las venas o su fragilidad o
esclerosis; problemas de circulación; obstrucción de vena cava; aumento de presión venosa
por trombosis; extremidades con linfedema o irradiadas; o pacientes con sensibilidad
reducida por comorbilidad diabética o polineuropatía secundaria al tratamiento
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.
Respecto a los fármacos, muchos antineoplásicos producen daño celular directo (ej. antraciclinas)
y en otros casos son los excipientes (ej. Cremophor del paclitaxel).Se dividen en vesicantes,
irritantes y no tóxicos
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(Tabla 1). Los que se unen al DNA (ej antraciclinas) producen muerte
celular directa y los complejos DNA-antraciclina se liberan y son captados por las células
por endocitosis
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. El agente tóxico permanece en la zona, y el daño progresa en extensión y
profundidad. Los que no se unen al DNA (ej Alcaloides de la Vinca) tienen un efecto tóxico
indirecto en las células y pueden ser metabolizados en el tejido y más fácilmente neutralizados.
La elección del lugar de venopunción es importante: el mejor es el antebrazo y se evitarán las
articulaciones o el dorso de la mano. Se debe considerar el empleo de un acceso central en
todo paciente con venas frágiles o problemáticas.
Diagnóstico:
Los síntomas son inespecíficos: dolor, edema y eritema. Para las antraciclinas se
puede utilizar como prueba diagnóstica la microscopía de fluorescencia. El daño tisular suele
ser subestimado
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y la resonancia magnética puede ayudar a visualizar la cantidad extravasada.
El diagnóstico diferencial incluye la
tromboflebitis
(mucho más frecuente) o una reacción local
de
hipersensibilidad
, pudiendo aparecer fenómenos “recall”.