Cuidados
Continuos
329
a la aparición de una hipoxia progresiva e incluso de hipertensión pulmonar. La enfermedad venooclusiva
hepáticaesunacomplicacióngrave,relacionadadelautilizacióndealtasdosisdequimioterápia.Elmecanismo
fisiopatológico no está claro y la anatomía patológica evidencia la presencia de fibrosis subendotelial en
las vénulas hepáticas. Las anemias hemolíticas microangiopáticas involucran a un grupo heterogéneo
de enfermedades y tienen en común la lesión endotelial. El síndrome hemolítico urémico se caracteriza
por la presencia de anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia y fallo renal. Diversos estudios
demuestran su asociación existente con el tratamiento quimioterápico con altas dosis demitomicina C.
La enfermedad tromboembólica venosa es una de las complicaciones más frecuentes en el paciente
con cáncer y una de sus causas es el tratamiento quimioterápico
9
. Los agentes antineoplásicos que más
comúnmente se asocian con trombosis son la L-asparaginasa, tamoxifeno, estrógenos, los análogos de la
talidomida, elcisplatinoy losantiangiogénicos.ProducendisminucióndeantitrombinaIII,laL-asparraginasa
y el tamoxifeno y disminución de proteínas C y S el 5-Fluoruuracilo, el metotrexato y la ciclofosfamida.
El 5-Fluorouracilo provoca aumento de la agregación plaquetaria, el cisplatino aumento del factor Von
Willebrand y alteran estemismo la prednisona, la vincristina y la L- asparraginasa.
La asociación existente entre el tratamiento con bleomicina o cisplastino, y el desarrollo del Síndrome
de Raynaud ha sido muy estudiada. Aparece frecuentemente entre el tercer y sexto mes del inicio de
la quimioterapia, y en algunos casos persiste durante años tras el tratamiento. Se ha atribuido a la
hipomagnesemia inducida por el tratamiento.
ACCESOS VENOSOS
Acceso venoso periférico: La vía periférica en miembros superiores es la más utilizada. Es barata
y sencilla. En tratamientos cortos, cuando el acceso a la circulación central no es necesario y si el calibre
fino del catéter es suficiente, será de elección. En pacientes obesos, muy delgados o con accesos pobres
presentan una mayor dificultad y en ocasiones puede contraindicarse su colocación en una extremidad
concreta por la presencia de una fístula arteriovenosa o antecedentes de mastectomía y linfadenectomía.
Su utilización reciente, la presencia de signos de flebitis o trombosis, signos de hematoma o infección
descartará la elección de esas zonas para su colocación. Las venas de las piernas o el cuello pueden
ser utilizadas en situaciones concretas. La vena yugular puede ser canulada incluso en situaciones de
depleción de volumen en pacientes encamados ,en posición de Trendelemburg o con la maniobra de
Valsalva. En cuanto a las venas de la extremidad inferior pueden también ser utilizadas en casos aislados.
La safena a nivel del maléolo o la vena dorsal del pie pero solo las utilizaremos si no es posible en la
extremidad superior ya que dificultan la movilidad del paciente y pueden causar con mayor frecuencia
fenómenos de tromboembolismo. La canulación de la vía venosa periférica es dolorosa pudiendo
plantearseencasosconcretos laaplicacióndeanestesia local con lidocaína, bupivacaína, tetracaína y otros
.Es un procedimiento seguro pero no exento de complicaciones como la flebitis, extravasación, infección, o
hematomas. Sonmenos frecuentes el embolismo gaseoso, necrosis de la piel, síndrome compartimental,
lesión nerviosa, arterial, tendinosa o la formación de un aneurisma venoso.
Acceso venoso central:
Permite tener un acceso más seguro y de larga duración
para administrar citostáticos, tratamientos antimicrobianos prolongados y nutrición
parenteral. Para un acceso central rápido y tratamiento corto, se utilizan los llamados
exteriorizados simples. En tratamientos más largos se tuneliza el trayecto a nivel
subcutáneo pectoral, con catéteres centrales exteriorizados tunelizados (Hickman,
Broviac, Groshong o Quinton).