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Cuidados

Continuos

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propioceptiva y vibratoria con ataxia de la marcha. La toxicidad es dosis dependiente y acumulativa,

siendo prácticamente del 100% con una dosis acumulada superior a 400 mg/m2. Para el manejo

de su incidencia e intensidad puede ser útil espaciar las dosis, aunque el mejor tratamiento es

suspender la exposición ante la aparición de los síntomas. Aunque suele ser reversible de forma

tardía, existen casos en los que quedan secuelas y otros en los se produce una exacerbación de

los síntomas al suspender la exposición. Una expresión de la neurotoxicidad por cisplatino es la

ototoxicidad que se produce por lesión del órgano de Corti y que origina hipoacusia precoz para

altas frecuencias. Los neuroprotectores no han demostrado eficacia en la neurotoxicidad por

cisplatino

33-35

.

Vincristina:

La neurotoxicidad periférica inducida por vincristina es el modelo para todos los

alcaloides de la vinca. Se trata de una toxicidad acumulativa y dosis dependiente. Es inducida

por una lesión axonal mixta sensitivo-motora, por lo que su sintomatología inicial es similar a

la producida por los derivados del platino, en forma de disestesias y parestesias distales, a lo

que sigue en severidad la aparición de debilidad distal que provoca una importante afectación

funcional. En casos aislados se han descrito también mononeuropatías con afectación aislada

de pares craneales y, en dos tercios de los pacientes, coexiste con una neuropatía autonómica

responsable de estreñimiento pertinaz e íleo paralítico, vejiga neurógena, impotencia e

hipotensión ortostática. El tratamiento de la neuropatía inducida por vincristina consiste en

suspender el tratamiento, sobre todo si aparecen datos de afectación motora. En casos leves

puede ser suficiente espaciar las dosis hasta completar el tratamiento. Los casos de neuropatía

severa pueden tardar más de 3-6 meses en resolverse, pudiendo quedar déficit funcional de

forma indefinida

36,37

. No existe actualmente un neuroprotector eficaz demostrado.

Talidomida:

La neuropatía es una de las toxicidades más comunes del tratamiento con

talidomida y el motivo más frecuente de suspensión del farmaco. Se trata de una neuropatía

sensitiva –disestesias en manos y pies- y motora –debilidad y calambres musculares- por

afectación tanto de las fibras largas como de las cortas

38

. Aunque puede ser dosis dependiente,

la neurotoxicidad por talidomida está relacionada, sobre todo, con el tiempo de exposición,

siendo prácticamente constante en los pacientes que llevan tratamientos de más de un año de

duración

Bortezomib:

Es responsable de una neuropatía sensitiva dolorosa en el 50% de los pacientes,

por lesión de las fibras nerviosas cortas. Clínicamente hay disestesias distales, quemazón

y dolor en los dedos y las plantas de los pies, en ocasiones acompañados de síntomas de

afectación autonómica

39

. Es una toxicidad dosis dependiente –más de un tercio de los pacientes

que reciben dosis superiores a 1.3 mg/m2 la presentan-, por lo que es fundamental la

modificación de las dosis para conseguir la reversibilidad de los síntomas. La dosis acumulada

también es importante, existiendo un “plateau” en torno a 40-45 mg/m2, a partir del cual los

síntomas no se agravan. La suspensión de la exposición revierte el cuadro en un 85% de los

casos a los 2-3 meses, aunque estudios neurofisiológicos demuestran que las lesiones de las

fibras cortas pueden persistir a pesar de la mejoría sintomática.