Cuidados
Continuos
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con una demencia: trastornos de memoria, desorientación y cambios de carácter, sin
signos de déficit focal
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. La RNM pone de manifiesto signos de leucoencefalopatía a
nivel de la sustancia blanca, con atrofia cerebral progresiva. No tiene un tratamiento
eficaz.
•
El denominado síndrome de leucoencefalopatía posterior reversible (PRES) está relacionado
con diversas situaciones clínicas: eclampsia, hipertensión, administración de
inmunosupresores, anticuerpos y, en ocasiones, con la quimioterapia cuando el paciente
presente trastornos electrolíticos diversos
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. Es un proceso reversible y autolimitado que
se caracteriza por cefalea, alteraciones visuales de tipo campimétrico, crisis convulsivas
y, eventualmente, coma. La RNM muestra lesiones hiperintensas a nivel de sustancia
blanca y gris en regiones parieto-occipitales, que son también reversibles. El tratamiento
consiste, fundamentalmente en la corrección de las alteraciones electrolíticas y en el
control de las crisis si las hubiera.
•
La disfunción cerebelosa cursa con ataxia axial, disartria y nistagmo tras la administración
de la quimioterapia –fundamentalmente citarabina y menos frecuentemente, 5-FU.
Normalmente es dosis-acumulativa y se relaciona con diversos factores de riesgo:
edad avanzada, insuficiencia renal y aumento basal de la fosfatasa alcalina. Suele ser
reversible, aunque con una alta tasa de recurrencia en ciclos posteriores.
•
Otras formas de neurotoxicidad menos frecuentes: los infartos cerebrales, con un perfil
clínico de isquemia y que, en algunos casos, se han relacionado con una microangiopatía
tóxica; la mielopatía tóxica, relacionada con la exposición directa al fármaco
por su administración intratecal
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; la ceguera cortical, rara complicación tras la
administración de cisplatino o fludarabina; la leucoencefalopatía multifocal, descrita
tras la administración de capecitabina y la meningitis aséptica relacionada con la
quimioterapia intratecal.
TOXICIDAD SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO (SNP)
Es mucho más frecuente que la neurotoxicidad central, y el interés por ella ha ido aumentando
no sólo por su prevalencia, sino por su importante impacto en la calidad de vida de los
supervivientes al cáncer, pues se calcula que hasta en un 40% de éstos puede haber
algún síntoma asociado a la neurotoxicidad periférica inducida por la quimioterapia;
esta importancia viene explicada porque los agentes citostáticos más relacionados
con esta toxicidad son utilizados en tumores de alta prevalencia y con altas tasas de
supervivencia= cáncer de mama, colon, testículo y neoplasias hematológicas.
Neuropatía periférica es un término amplio que se refiere a la existencia de daño en
el nervio periférico; la neuropatía periférica asociada a quimioterapia (NPQ) se puede
desarrollar después de recibir un amplio número de agentes citostáticos (tabla 2)
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,
entre los que se encuentran algunos de los más utilizados en la clínica oncológica
y hematológica diaria: derivados del platino, taxanos, alcaloides de la vinca, talidomida y
bortezomib.