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Cuidados

Continuos

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Generales:

Edad avanzada, inactividad, depresión, sedación, dieta pobre

en fibra, ingesta pobre en líquidos, entorno inadecuado.

Alteraciones estructurales:

Obstrucción, masa pélvica, fibrosis

por radioterapia, síndromes dolorosos ano-rectales.

Fármacos:

Opiáceos, drogas anticolinérgicas, diuréticos, hierro, antieméticos

(antiHT

3

), anticonvulsivantes, antihipertensivos, agentes antineoplásicos.

Alteraciones metabólicas:

Deshidratación, hipercalcemia,

hipopotasemia, hipoitiroidismo, uremia, diabetes mellitus.

Alteraciones neurológicas:

Tumores cerebrales, compresión medular, infiltración

de nervios sacros, alteraciones sistema nervioso simpático y parasimpático.

El tratamiento del estreñimiento engloba medidas generales encaminadas a eliminar los factores

causantes del mismo y tratamiento farmacológico.

Medidas generales. La actividad física y la ingesta de líquidos junto con una dieta rica en fibra

permiten un bolo más blando y pesado, favoreciendo el peristaltismo y reduciendo el tiempo

de tránsito intestinal. Asimismo es necesario solucionar otros posibles factores etiológicos

subyacentes como las alteraciones iónicas, o si es posible, la reducción o retirada de fármacos

favorecedores de estreñimiento.

Tratamiento farmacológico. Los laxantes son la base farmacológica en el tratamiento del

estreñimiento. Según su mecanismo de acción se clasifican en formadores de bolo intestinal

(Ej plantago ovata), osmóticos como la lactulosa o el lactilol, lubricantes como la parafina o

estimulantes de la motilidad intestinal como el bisacolido. Es importante adecuar el laxante al

mecanismo patogénico causante del estreñimiento. El uso de enemas/laxantes rectales se limita

a aquellos casos de estreñimiento más severo o con intolerancia a laxantes orales.

TOXICIDAD HEPÁTICA POR QUIMIOTERAPIA

La hepatotoxicidad inducida por quimioterapia presenta una escasa incidencia. Habitualmente, se

debe a reacciones mediadas por un mecanismo inmunológico o metabólico de tipo idiosincrásico,

por lo que no son predecibles ni dosis-dependientes. No obstante, la quimioterapia podría

potenciar enfermedades hepáticas preexistentes como las hepatitis virales.

La reacción a los diferentes quimioterápicos puede manifestarse con un patrón de citolisis por

necrosis hepatocelular, colestasis, esteatosis, fibrosis hepática u obstrucción sinusoidal (7).

La presentación clínica es variable, desde alteraciones bioquímicas asintomáticas hasta una

hepatitis aguda con ictericia. En el diagnóstico diferencial deben incluirse patologías hepáticas

coexistentes, progresión tumoral a nivel hepático o toxicidad por otros fármacos. La valoración

de la severidad de la toxicidad hepática se realiza de forma indirecta a partir de parámetros

bioquímicos o clínicos (Tabla 7)

(2)

.

Tabla 6. Etiología de estreñimiento en el paciente oncológico