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Cuidados
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¿ES EL HUMOR TERAPÉUTICO?
El humor desempeña un importante papel en la comunicación humana: permite atraer la
atención de la persona, reduce las distancias, estimula la memoria, hace que el mensaje sea
más persuasivo y suaviza el posible impacto negativo. Que el humor es beneficioso para nuestra
salud física no es nada nuevo y así ha sido universalmente reconocido. Desde los tiempos del rey
Salomón, la gente conoce y aplica las ventajas curativas del humor. En Proverbios 17:22 se dice:
“Un hombre feliz hace tanto bien como una medicina”
. En los hospitales, los pacientes consideran
que una enfermera sonriente les ayuda más a recuperarse que otra que no sonría. Una sonrisa
enriquece a los que la reciben, sin empobrecer a los que la ofrecen.
El humor desde el punto de vista terapéutico actúa a tres niveles: a)
nivel cognitivo,
ayudando
a pensar de forma racional frente a pensamientos distorsionados e ideas irracionales; b)
nivel
afectivo,
proporcionando sentimientos de alegría y gozo; y c)
nivel de conducta,
favoreciendo las
experiencias innovadoras y posibilitando nuevas maneras de actuar. Aparta momentáneamente
nuestra atención de las preocupaciones y da una perspectiva nueva al problema. Charlie Chaplin
anunció en cierta ocasión:
”La vida es una tragedia si se contempla de cerca, pero una comedia si
se ve desde un plano general conjunto”
. Gran parte de los sufrimientos que experimentamos no
son consecuencia de los problemas, sino de nuestra manera de afrontarlos. El humor como
recurso terapéutico en el proceso psicoterapéutico, ha sido excluido de forma deliberada durante
años, olvidando que es un recurso que hay que nutrir, cultivar y conservar. El sentido del humor
no nos devolverá lo perdido, pero nos ayudará a recobrarnos de la pérdida. No cambiará las
cosas de modo permanente, pero hará que todo vaya bien durante algunos instantes. Es como el
limpiaparabrisas de un coche que no evita la lluvia pero nos permite ver. El humor nos mantiene
equilibrado en situaciones difíciles, en momentos decisivos como el de la muerte, el sufrimiento
y la enfermedad es beneficioso para la persona que pasa por la dura prueba, y también para
los que la rodean. Ser excesivamente solemne en el transcurso de la aflicción puede resultar
mortífero. Dice un proverbio chino:
“No es posible evitar que las aves del dolor vuelen sobre nuestras
cabezas, pero podemos impedir que aniden en nuestros cabellos”
. Es importante buscar el humor
en los procesos de morir y sufrir una pérdida, así como concederse uno mismo y a los demás el
permiso de reírse en aras de la muerte. En el trance de la muerte, el humor tiene dos ventajas
adicionales. Nos ayuda a enfrentarnos a la ansiedad que nos produce la idea de nuestra propia
muerte, y ayuda a las personas relacionas con el moribundo a aceptar su pérdida. Platón decía
que muchas veces ayudó una broma donde la seriedad solía oponer resistencia. Sufrir una grave
enfermedad ya es suficiente castigo. Centrarse siempre en ella todavía empeora la situación.
Es de vital importancia que, como paciente, como asistente sanitario o como alguien a quien
le importa el bienestar del enfermo, mantengamos la moral elevada y una actitud positiva que
incluya la esperanza, la alegría y la risa. La risa concita múltiples propiedades y experiencias
humanas.
La enfermedad, la muerte y el dolor nos abruman hasta el punto que olvidamos el humor para aliviar
las horasmás amargas. En una enfermedad en fase terminal, olvidamos lo vivificante que puede ser el
humor para el paciente y lo importante que es ayudarle a soportar las pérdidas físicas y psicológicas.
Aunque alguien estémuriendo sigue estando vivo demomento. La risa es la distanciamás corta entre dos
personas. Para los familiares y amigos del enfermomoribundo el humor puede ser una fuente de entereza
y valor. La risa durante el duelo es un signo de que alguien emerge desde el fondo del sufrimiento