Background Image
Previous Page  168 / 510 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 168 / 510 Next Page
Page Background

Cuidados

Continuos

167

CICLOFOSFAMIDA

La ciclofosfamida tiene una estructura análoga a la ifosfamida, con vías metabólicas

y de eliminación equivalentes pero causa muy poca nefrotoxicidad, la cual no se

manifiesta, generalmente, hasta que se superan unas dosis unitarias superiores a los

50 mg/kg de peso. En tales casos puede aparecer una hiponatremia transitoria, que se

atribuye tanto a un síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética como

a un aumento del efecto de dicha hormona, reduciendo la capacidad excretora de agua

del riñón

(6)

.

La hiponatremia se presenta de forma aguda y se resuelve a las 24 horas de interrumpir el fármaco.

El problema puede revestir mayor gravedad si se aporta una hidratación abundante por vía oral para

prevenir la cistitis hemorrágica; si coinciden un incremento de la acción de la hormona antidiurética

y un sobreaporte de agua puede ocurrir que la hiponatremia sea severa, incluso fatal. El riesgo puede

minimizarse empleando suero salino isotónico para la hidratación, en lugar del agua por vía oral.

MITOMICINA C

La mitomicina C es un antibiótico citostático de metabolismo hepático, que se excreta en

menos de un 10% por vía renal. A pesar de ello, es capaz de provocar una complicación renal

potencialmente fatal: el síndrome hemolítico urémico. Aparece en un 6% de los casos y consiste

en una insuficiencia renal progresiva, asociada a una anemia hemolítica microangiopática, cuyo

origen se atribuye a una agresión directa del fármaco sobre el endotelio vascular y que tiene

relación con la dosis total acumulada del fármaco.

Clínicamente, se presenta en forma de fallo renal lentamente progresivo y difícil de controlar

que aparece tras varios meses de tratamiento con el fármaco, porque el riesgo de aparición del

síndrome se relaciona con la dosis total acumulada de mitomicina C.

El síndrome hemolítico urémico suele manifestarse por una elevación progresiva de la creatinina,

que aparece a menudo meses después de completar el tratamiento. A veces se acompaña de una

anemia hemolítica microangiopática que puede debutar de forma abrupta unas semanas antes

del fallo renal y de una púrpura trombótica trombocitopénica. La evolución es incierta, pudiendo

oscilar entre la recuperación -dejando una ligera insuficiencia renal residual- y la muerte por

complicaciones neurológicas, respiratorias, cardiocirculatorias o hematológicas.

Las únicas estrategias que se han mostrado útiles, aunque no siempre, son la plasmaféresis o la

inmunoadsorción del suero en una columna de proteína A estafilocócica.

Dado que la aparición del síndrome es difícil de predecir y suele ser tardía, la única medida

aconsejable es no sobrepasar una dosis total acumulada del fármaco de 50 mg/m

2

(7)

.

Nitrosoureas

Las nitrosoureas como la carmustina (BCNU), la lomustina (CCNU) o la semustina (metil-CCNU)

pueden causar toxicidad renal hasta en el 7% de los casos. Aunque la patogenia es desconocida,