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Cuidados

Continuos

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tratamiento adyuvante) se sabe que este anticuerpo monoclonal puede producir cardiotoxicidad

que suele ser asintomática, con un descenso en la fracción de eyección del ventrículo izquierdo o

menos frecuentemente producir clínica de insuficiencia cardíaca congestiva

16

. Su administración

en combinación con antraciclinas no se recomienda, por el alto riesgo de insuficiencia cardíaca

congestiva (grado III/IV NYHA) que supone y existe, que puede llegar hasta el 16%, por lo que se

suele utilizar en esquemas secuenciales. La combinación con otros fármacos como los taxanos

no incrementa significativamente los episodios de insuficiencia cardíaca congestiva

17

. El hecho

de que esta toxicidad sea reversible en la mayoría de los casos, incluso tras la reanudación del

fármaco, y que no dependa de la dosis acumulada hace pensar que será bastante poco frecuente

la toxicidad tardía en largos supervivientes. En cualquier caso será necesario esperar a tener

mayor tiempo de seguimiento de los estudios. Se recomiendan controles periódicos con ecografía

cardíaca durante el tratamiento y puede ser de utilidad en el seguimiento posterior.

NEUMOTOXICIDAD

En los pacientes expuestos a los tratamientos antineoplásicos los pulmones también se

pueden ver afectados por la toxicidad, aunque cabe señalar que ésta suele presentarse de

manera aguda más que de forma crónica o tardía, en cualquier caso, conviene conocer algunos

de estos tratamientos que pueden resultar dañinos para nuestros pacientes en el futuro.

A) Bleomicina:

La bleomicina es el fármaco que más frecuentemente produce toxicidad pulmonar en

largos supervivientes de cáncer. Se utiliza en esquemas para tumores germinales (BEP) y

enfermedad de Hodgkin (ABVD, BEACOPP…), entre otros. La forma más común de toxicidad

pulmonar producida por bleomicina es la neumonitis, que puede evolucionar hacia una

fibrosis pulmonar.

Existen varios factores de riesgo para el desarrollo de neumonitis por bleomicina, como son

la edad (

>

40 años), el tabaco, la insuficiencia renal (Filtrado glomerular

<

80 ml/min), la

concomitancia con radioterapia sobre el tórax, la administración de oxígeno y la dosis total de

bleomicina (

>

300 UI), por ello se recomeienda no alcanzar las 400 UI

18

.

La incidencia de esta neumonitis por bleomicina es muy variable, en función de los criterios que

se utilicen para su diagnóstico (clínicos y/o radiológicos), la población estudiada y los esquemas

de quimioterapia (en la mayoría de los casos, poliquimioterapia) y en algunos casos puede

llegar hasta el 46%, con una mortalidad en torno a un 14% de los pacientes que desarrollan la

neumonitis y un 3% del total de los pacientes tratados con bleomicina.

El daño pulmonar producido por bleomicina parece iniciarse durante el tratamiento, y está

mediado por mecanismos inmunes, con producción de citocinas y radicales libres de oxígeno que

estimulan el desarrollo de fibroblastos y el depósito de colágeno en el parénquima pulmonar, lo

cual se traduce en una neumonitis que puede evolucionar hacia una fibrosis pulmonar

19

.

La clínica puede variar en función del grado de afectación pulmonar. Suele comenzar

con tos seca, fiebre y disnea progresiva que puede hacerse de reposo, con aparición de

taquipnea con aumento del trabajo respiratorio y cianosis.