manual-prevencion

MANUAL SEOM DE PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER 86 2.2 Fotoprotección por otros métodos (Productos antisolares) El uso de cremas solares es muy promocionado en todo el mundo como una forma de fotoprotección. No obstante, presenta algunos inconvenientes frente a los métodos naturales. Existen frecuentes confusiones en los mensajes que se emiten respecto a ellos, o en la interpretación que la población hace de tal reclamo, así algunas personas utilizan los protectores para impedir la quemadura solar, mientras otros lo hacen para mejorar el bronceado, hay quienes intentan evitar las arrugas con su uso, mientras otros piensan que los fotoprotectores impiden todos los tipos de cáncer de piel; una gran mayoría tienen la idea de que los protectores deben utilizarse para poder prolongar el tiempo de exposición solar, minimizando riesgos. Los productos antisolares se dividen en filtros químicos y filtros físicos o pantallas solares. El efecto protector de los primeros solo abarca determinadas longitudes de onda (especialmente en el rango UVB, aunque algunos tienen actividad frente a los UVA), son invisibles pero pueden provocar reacciones de intolerancia o fotosensibilización, los filtros físicos o pantallas solares son impermeables a las radiaciones solares, actúan reflejando la radiación como un espejo, pero al ser más densos, tienden a ser un problema desde el punto de vista cosmético, si bien cada día se consiguen formas galénicas más aceptables. Las cremas solares son graduadas de acuerdo a su habilidad para reducir el eritema, el cual se produce predominantemente en el rango UVB, este es el factor de protección de las cremas solares. Una gran variedad de métodos se ha utilizado para valorar la eficacia de estos productos en el espectro UVA. Debemos tener en cuenta que el factor de protección es una medida de laboratorio. En los últimos años las controversias frente al factor recomendado han sido crecientes, de hecho, no es el grado de protección de una crema solar lo más importante, pero si es llevado a la práctica de manera rutinaria. Los productos antisolares se aplican frecuentemente en menor cantidad a la cual los laboratorios prueban y esto reduce su eficacia, a veces no se cubren todas las áreas corporales y, a menudo, tocando o sudando se puede quitar el producto que se ha aplicado correctamente. Muy pocos mensajes de salud pública, enseñan al público la cantidad de fotoprotector que debe aplicarse, no obstante, para muchas personas los protectores solares son muy caros y la exigencia de aplicaciones repetidas limita su uso. A pesar de esto, el uso de la crema solar (fotoprotector) es recomendable por la mayoría de las instituciones referentes en el tema, como Academia Española de Dermatología (AEDV), Academia Americana de Dermatología (AAD) o la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Pero nosotros nos preguntamos ¿El uso de crema fotoprotectora protege frente al cáncer de piel?, nuestra respuesta puede ser sí y también no, ya que depende del tipo de cáncer cutáneo. Se ha demostrado que el uso correcto y continuo de crema fotoprotectora puede reducir el riesgo de carcinoma espinocelular y de queratosis actínicas; sin embargo, no hay evidencia convincente de que el uso de crema fotoprotectora pueda reducir el riesgo de carcinoma basocelular; con respecto al melanoma se han publicado controvertidos resultados en su relación con el uso de fotoprotector, pero se puede concluir que no hay evidencias libres de factores de confusión que puedan confirmar que existe relación entre el uso de fotoprotector y melanoma maligno pero tampoco existen evidencias de protección valida. Ante esta situación ¿debemos recomendar el uso de fotoprotectores? Por supuesto que sí, aunque teniendo en cuenta que el fotoprotector es necesario, pero no suficiente. Nuestra estrategia debe ir encaminada a potenciar el uso correcto del fotoprotector, tanto en cantidades, se deben aplicar 2 mg por cm2, como en la distribución corporal, así como en el tiempo de aplicación y reaplicación. Deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición y repetir cada dos horas. Por tanto, es necesario potenciar el uso correcto del fotoprotector, teniendo en cuenta que el fotoprotector ideal debería proteger frente a radiación ultravioleta A y B, disminuir la formación de especies reactivas de oxígeno, así como incluir enzimas que activen o reparen el DNA, además deben tener una óptima tolerancia, sin perfumes, que sean multirresistentes, adaptándose al tipo de actividad (waterproof o waterresistant), hidratantes y con excipientes que permitan unamejor remanencia. Su uso enmenores de 6meses debe ser evitado. No debemos olvidar nunca que la finalidad del fotoprotector no es poder prolongar el tiempo de exposición sino completar las estrategias de fotoprotección. Es conveniente tener en cuenta que la piel desempeña un papel fundamental en la biosíntesis de vitamina D. La vitamina D se produce en la piel por la radiación ultravioleta B, para que esta función se produzca en la piel se necesitan pequeñas dosis de radiación ultravioleta. Esta ampliamente demostrado que, en un país como España, con una exposición solar mínima y una dieta equilibrada es suficiente para cubrir las necesidades de vitamina D. Por tanto, la combinación de las diferentes medidas de fotoprotección podrían reducir sustancialmente la radiación y evitar el desarrollo del tumor maligno. Finalmente, no olvidar en nuestras estrategias lo que hoy se ha denominado “Cultura de la prevención”, fundamentada en el compromiso y la participación por la seguridad y promoción de la salud. La fotoprotección debe integrarse en el día a día de la actividad escolar y familiar, como un auténtico “estilo de vida” y no como una imposición. 3. RESUMEN La exposición a radiación ultravioleta, bien de fuentes naturales o artificiales, es el principal factor de riesgo del cáncer de piel y el único modificable. Sus efectos en la piel van a depender de factores ambientales y de las características ópticas de la piel que la recibe, produciéndose efectos agudos y crónicos, entre estos últimos la fotocarcinogénesis es el más importante. La reducción de las exposiciones a RUV o el uso de una fotoproteccion adecuada, es el mejor método para realizar una prevención primaria del cáncer de piel.

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI1NTI=