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MANUAL SEOM DE PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER 54 d) Cáncer de páncreas. Representa la 7ª causa de muerte por cáncer en ambos sexos, con una supervivencia a 5 años menor del 5%. Por ello es básica su prevención. Fumar incrementa un 75% el riesgo de padecer cáncer pancreático, y un 50% en fumadores pasivos. El abandono del hábito, reduce el riesgo a partir de los 10 años y la prevención primaria evitaría un tercio de estos cánceres. De hecho, la mortalidad por su causa está disminuyendo en aquellos países que hace años regularon el consumo de tabaco, aunque otros factores como la obesidad, el sedentarismo, la diabetes y los factores dietéticos también participan en su desarrollo. 6. PRINCIPALES CAMPAÑAS CONTRA EL TABACO Las políticas anti-tabaco deben plantearse a largo plazo, evitando el acceso al hábito, potenciando el abandono y dificultando la recaída. El Código Europeo Contra el Cáncer del 2014 ya recoge en sus dos primeras recomendaciones “No fumar ni consumir ningún tipo de tabaco” y “Mantener su hogar libre de humo y apoyar las políticas libres de humo en los lugares de trabajo”. Distintas campañas anti-tabaco se desarrollan desde la iniciativa privada, los gobiernos nacionales y las instituciones internacionales. En el primer grupodestacanprocesos legales contra la industria tabacalera para conseguir indemnizaciones o modificar prácticas de legislación como agregar nicotina al tabaco, dirigir publicidad a adolescentes, tergiversarla, patrocinar eventos sociales o investigaciones científicas. Iniciativas nacionales o europeas han prohibido fumar en sitios públicos o cerrados o la publicidad del tabaco y obligado a señalar composición y efectos secundarios. Finalmente, organismos internacionales, como la OMS, investigan y conciencian sobre el efecto perjudicial del tabaco, al tiempo que sugieren políticas y herramientas para luchar contra él. En este sentido destacan sus programas Tabaco y Salud, sus campañas del Día Mundial Sin Tabaco, o los informes científicos y epidemiológicos que provee o su Convenio Marco para el Control del Tabaco, subscrito por múltiples gobiernos. Conceptos más recientes incluyen: - La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la OMS insta a priorizar los esfuerzos contra el consumo de tabaco, tratando de reducir a un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, incluidas las cardiovasculares, el cáncer y la pulmonar obstructiva crónica. - La labor “ambiental” de los planes integrales anti-tabaco, reducen el empobrecimiento sanitario de algunos países, el perjuicio de los cultivos en el medio y el cambio climático. - Las poblaciones cuya protección pueden modificar el curso habitual de la pandemia. En este caso, la adolescencia y la población femenina de los países emergentes se convierte en un objetivo prioritario de futuras campañas. - El papel del médico en los patrones de educación y comportamiento. La necesidadde formación en epidemiología, perjuicios y terapias del hábito tabáquico. Las medidas adoptadas pueden ser de ámbito informativo, sanitario o administrativas. Las primeras han demostrado reducir el consumo en poblaciones concienciadas. Las segundas facilitan el abandono del hábito y reducen el porcentaje de recaídas mientras que, las terceras, dificultan el acceso y consumo de tabaco y reducen los beneficios de la industria. En este sentido, el aumento de las tasas del tabaco dificulta el acceso al producto. Sin embargo, países en los que parte del beneficio de su venta revierte en el estado podrían padecer cierto conflicto de interés. La propuesta de revertir la totalidad de los impuestos obtenidos al gasto sanitario, investigación biomédica o tratamiento de deshabituación podría acelerar el desarrollo de medidas más activas contra el tabaquismo. 7. TERAPIAS DE DESHABITUACIÓN El alto poder adictivo de algunos componentes del tabaco y la facilidad para su utilización social dificulta el abandono y la abstinencia prolongada. Aun así, esta debería ser un objetivo asistencial prioritario lo más precoz posible en la evolución del paciente. El abandono del hábito antes de los 40 años puede reducir el riesgo de muerte casi en un 90%. Todo profesional sanitario debe promover y ayudar al paciente en el cese del consumo, trasmitiéndole todos los aspectos nocivos y realizando unamínima intervención en cada consulta que incluya un análisis motivacional de los motivos de consumo, el deseo de abandonar el hábito y la confección de un plan de abandono. Las principales guías hacen especial mención de la necesidad de individualizar los tratamientos de deshabituación tabáquica para que sean aceptados y cumplimentados, consensuándolo con el paciente. De igual modo, debe advertirse que la recaída forma parte del proceso habitual y no debe considerarse un fracaso. Para abordar con éxito la terapia, el grado de dependencia y el de motivación deben ser valorados 10 .

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