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MANUAL SEOM DE PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER 52 Figura 2. Representación esquemática de un cigarrillo electrónico. Cortesía de Ángel Artal. El consumo de tabaco de liar también aumentó un 30% en los últimos años, por su menor coste y la falsa creencia de que contiene menos aditivos y es menos nocivo. En algunos casos incluso contiene mayores niveles de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono y sus consumidores siguen presentando un riesgo aumentado de padecer cáncer de cabeza y cuello y de pulmón. El tabaquismo pasivo resulta de la exposición a humo exhalado y no inhalado, con mayor concentración de nitrosaminas y benzopirenos, presente en el ambiente y que afecta al 40% de la población en países sin legislación sobre el consumo de tabaco en áreas comunes. A esto hay que sumar el reciente concepto de humo de tercera mano, procedente de los restos del tabaco tras la extinción del cigarrillo y que reaccionan con la polución ambiental adhiriéndose a anejos cutáneos, ropa, muebles, cortinas, muros y superficies, resistiendo la limpieza y la ventilación. La incidencia de cáncer de pulmón y enfermedades cardiorrespiratorias está significativamente aumentada en fumadores pasivos, especialmente en niños pequeños. 4. COMPLICACIONES NO ONCOLÓGICAS ASOCIADAS AL TABAQUISMO El mayor riesgo de muerte entre fumadores está asociado al desarrollo de patologías cardiovasculares, respiratorias, degenerativas y tumorales. Revisando lasprincipales enfermedadesnooncológicas asociadas al tabaquismoencontramos 1-6 : a) Enfermedades pulmonares crónicas: El consumo de cigarrillos origina más del 90% de casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Desde el segundo año de hábito regular, los fumadores presentan alteraciones inflamatorias de las pequeñas vías respiratorias, reversibles si se abandona el consumo. La inflamación crónica inhibe la capacidad de reparación pulmonar y, pasados 20 años, las alteraciones son irreversibles y progresan en función de la intensidad y duración del hábito. Esto podría explicar el aumento de la mortalidad por EPOC pese a estabilizarse la causada por otras enfermedades relacionadas con el tabaco. b) Enfermedades cardiovasculares: Los consumidores de cigarrillos tienen más probabilidad de presentar aterosclerosis de grandes y de pequeños vasos. En el desarrollo de la enfermedad vascular participan: - Disfunción endotelial, reduciendo la disponibilidad de ácido nítrico y aumentando la presencia de radicales libres que producen estrés oxidativo, expresión de citocinas pro-inflamatorias y que aumentan la adhesión/agregación celular a la pared. - Efecto protrombótico, por la liberación endotelial de sustancias coagulantes y reducción de anticoagulantes, la activación plaquetaria y la producción de trombos que generan eventos vasculares agudos. - Inflamación crónica sistémica, elevando leucocitos y neutrófilos y elevando niveles de proteína C reactiva, interleukina-6 o fibrinógeno. Todos estos fenómenos producen un deterioro sistémico de la irrigación que se traduce en una mayor incidencia de hipertensión arterial, isquemia tisular, accidentes cerebrovasculares y patología coronaria. La impotencia sexual masculina es un prolegómeno de los problemas generalizados de riego. El abandono del hábito produce una rápida mejora de la sintomatología, la reducción de riesgo de patología vascular aguda y un mayor éxito de las revascularizaciones o angioplastias. A los 15 años de dejar el hábito, el riesgo coronario es similar al de los no fumadores y la aplicación de medidas antitabaco se ha traducido en una significativa reducción de ingresos vasculares y coronarios agudos en los países desarrollados.

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