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MANUAL SEOM DE PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER 217 ampliación de la edad 19 o su uso en inmunodeprimidos. Dado el tiempo de latencia de la enfermedad, tendremos que esperar de dos a tres décadas desde la puesta enmarcha de los programas de vacunación para ver su repercusión real en la incidencia del carcinoma de cérvix. Por otro lado, el cribado del cáncer cervical continúa siendo de gran importancia, ya que la inmunización con la vacuna bivalente o tetravalente del VPH no previene aproximadamente del 25 al 30% de los cánceres cervicales en mujeres no infectadas y no protege a mujeres ya infectadas contra el desarrollo del cáncer. 3.4.2. Prevención secundaria Las pruebas de cribado disponibles son las siguientes: • Citología cervical con prueba de Papanicolaou (Pap). A pesar de no haber sido evaluada en un ensayo randomizado, múltiples estudios observacionales en varios países han mostrado que su aplicación de forma adecuada y sistemática ha reducido en un 70-80% la incidencia y mortalidad por cáncer de cérvix uterino. Este beneficio se debe a la detección de lesiones premalignas asintomáticas cuyo tratamiento evita su progresión a carcinoma invasor. • Citología de base líquida , técnica que facilita la lectura y reduce el tiempo de recogida y las muestras incorrectas. Además, permite realizar la detección de ADN de VPH, pero no mejora los resultados de la citología convencional. • Test de detección VPH , analiza la presencia de ADN viral en células del cuello uterino. Como prueba primaria de cribado y aplicado de forma apropiada es más efectivo para prevenir el cáncer cervical invasivo que el cribado basado en la citología. Es una prueba con mayor sensibilidad en la detección de lesiones CIN-2 o superiores, pero con menor especificidad, sobre todo en mujeres jóvenes. Para mejorar su especificidad es necesario limitar su uso para el cribado de mujeres mayores de 35 años y realizar una citología a todas aquellas con test VPH positivo, antes de ser derivadas a la colposcopia. 3.5. Recomendaciones de cribado 20,21 • En mujeres de 25 a 30-35 años se recomienda citología cada 3 años, no iniciándose antes de los 25 años con independencia de la edad de inicio de las relaciones sexuales (evidencia alta, recomendación fuerte a favor). • En mujeres de 30-35 a 65 años, la recomendación es utilizar el test de detección de VPH como prueba primaria de cribado cada 5 años (evidencia alta, recomendación fuerte a favor). A las mujeres con un resultado positivo se les realizará una citología. Es aceptable el cribado solo con citología cada 3 años (evidencia moderada, recomendación débil a favor). • En mayores de 65 años no se realizará screening cuando exista un cribado adecuado negativo en los 10 años previos y no haya antecedentes de CIN en los 20 años previos (evidencia moderada, recomendación fuerte a favor). • En mujeres con histerectomía total con extirpación del cuello uterino no se realizará screening (evidencia moderada, recomendación fuerte a favor). 4. RESUMEN • No existe ninguna prueba considerada eficaz en el screening del cáncer de ovario. • Las mujeres con un síndrome de cáncer de ovario hereditario deben ser derivadas a unidades de consejo genético para asesoramiento sobre cribados específicos y cirugías reductoras de riesgo. • La identificación temprana de los signos y síntomas de sospecha del cáncer de ovario podrían mejorar la detección precoz de este cáncer. • La mejor estrategia de detección precoz del cáncer de endometrio es informar a las mujeres menopáusicas, especialmente si tienen factores de riesgo, para que consulten ante cualquier hemorragia vaginal. • Las mujeres con síndrome de Lynch tienen un alto riesgo de este cáncer y deben someterse a cribados específicos y a cirugías reductoras de riesgo. • La vacunación contra el VPH se recomienda en niñas de 11 a 12 años, aunque puede ofrecerse a mujeres de 13 a 26 años que no han sido vacunadas antes. • El cribado para cáncer de cérvix debe mantenerse incluso en mujeres vacunadas: - De 25 a 30-35 años, se recomienda citología cada 3 años. - De 30-35 a 65 años, la recomendación es usar el test de VPH cada 5 años combinado o no con citología; es aceptable solo la citología cada 3 años. - En caso de histerectomía total no se precisa screening. - El cribado finaliza a los 65 años siempre que exista un screening previo negativo y no haya antecedentes de CIN. 5. BIBLIOGRAFÍA

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