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MANUAL SEOM DE PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER 207 4.3 Cuadro clínico y diagnóstico El carcinoma de vesícula biliar produce escasa sintomatología en estadios localizados, por lo que frecuentemente se diagnostica como hallazgo casual en el acto quirúrgico o en un estudio anatomopatológico. Los síntomas derivados de los tumores de vía biliar suelen ser inespecíficos, predominando el dolor en hipocondrio derecho que suele ser continuo y, en ocasiones acompañado de náuseas y vómitos. También pueden estar presentes síntomas generales como astenia, anorexia y pérdida de peso, así como aumento del perímetro tumoral en los casos de ascitis. En un alto porcentaje de casos puede haber colestasis por obstrucción de la vía biliar con ictericia, acolia y coluria. Estas alteraciones pueden verse reflejadas en los análisis de sangre con elevación de los enzimas de colestasis e hiperbilirrubinemia. Los marcadores tumorales CEA y Ca 19.9 pueden elevarse hasta en un 75% de los casos, aunque a veces están altos de forma inespecífica por la presencia de colestasis. En cuanto a las pruebas de imagen, la ecografía abdominal puede objetivar una pared vesicular engrosada o, incluso, una masa vesicular. En el caso de los colangiocarcinomas, es útil para establecer el nivel de la obstrucción biliar. La sensibilidad y especificidad de la TAC es cercana al 90% y puede identificar la masa y la infiltración hepática o ganglionar. La RMN permite una valoración completa de la afectación vesicular, biliar, vascular, hepática y ganglionar. La colangiografía directa es una prueba invasiva que evalúa la extensión de la afectación biliar y permite la colocación de catéter de drenajes internos o externos de forma paliativa. La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica es eficaz para la visualización de colangiocarcinomas distales. Para la obtención de muestra para el diagnóstico anatomopatológico se puede realizar la ecoendoscopia que, además puede ser más específica que las anteriores pruebas de imagen. Con la colangiografía también se pueden obtener muestras para citología en los colangiocarcinomas. En algunos casos, es necesario llegar a una laparotomía diagnóstica que además permite una completa estadificación con la detección de metástasis intrabdominales irresecables 9 . 5. PREVENCIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA Las medidas de prevención primaria son el conjunto de actividades sanitarias orientadas a evitar la aparición de una enfermedad mediante el control de los agentes causales y sus factores de riesgo. En este tipo de tumores comprende diferentes aspectos relacionados con la dieta, el estilo de vida y la infección por H. pylori. Es importante incidir en una dieta rica en frutas y verduras frescas, disminuyendo la ingesta excesiva de productos ahumados y de carnes rojas. La obesidad se está convirtiendo en un problema creciente en Oncología, y los oncólogos debemos integrar la educación y manejo de la obesidad en nuestra labor de atención del paciente con cáncer. Desde la Sociedad Española de Oncología Médica se ha creado un grupo de trabajo para el Estudio de la Obesidad. Los datos publicados en la actualidad reflejan que, además de ser un factor de riesgo para la aparición de determinados tumores, los pacientes con cáncer con un IMC alto tienen una peor tolerancia a los tratamientos oncológicos y más posibilidades de recaer o de padecer una segunda neoplasia. Evitar el tabaco y el alcohol es otro de los puntos donde se debe incidir en la prevención primaria dentro de lo que denominamos un estilo de vida saludable. El control y erradicación de la infección por H. pylori es otra estrategia potencial para la quimioprevención del CG. Es importante también la detección y el tratamiento precoz de la enfermedad por reflujo gastroesofágico para el CE y CG. Las medidas de prevención secundaria tienen como objetivo disminuir la prevalencia identificando poblaciones de alto riesgo y llevando a cabo intervenciones para prevenir el desarrollo de estos tumores. Los programas de detección temprana de CG como los que se han implantado en Japón han tenido un éxito reconocido allí, pero se ha cuestionado su coste-efectividad. En la actualidad, no existen indicaciones de programas de cribado en la población general.

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