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MANUAL SEOM DE PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER 194 La hiperplasia atípica, tanto ductal como lobulillar, es una lesión benigna de alto riesgo que suele encontrarse en el 10% de las biopsias de mama con lesión benigna y multiplica por 4 el riesgo de desarrollar un cáncer de mama en el futuro 41 . En cohortes americanas se ha calculado que la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama tras detectar una hiperplasia con atipia es de un 30% en 25 años de seguimiento posterior 41 . Por su parte la detección de un el carcinoma lobulillar in situ , hallazgo que aparece en un 0.5-3.8% de las biopsias benignas de la mama, implica un riesgo relativo superior a 7 de desarrollar un tumor infiltrante de mama en los siguientes 5-10 años, por lo que esta lesión se considera como un indicador de mayor riesgo de cáncer de mama y una lesión precursora del mismo 42 . 3. PREVENCIÓN PRIMARIA El World Cancer Research Fund y el American Institute for Cancer Research (WCRF/AICR) estiman que alrededor de un 40% del cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas podría prevenirse reduciendo el consumo de alcohol, eliminando el exceso de peso y la inactividad física 43 . Aunque este porcentaje varía en función de la prevalencia de los factores de riesgo mencionados y los estimadores de efecto utilizados, existe un consenso unánime en el impacto que el estilo de vida, término con el que solemos referirnos a este conjunto de factores, puede tener en la incidencia de este tumor 40 , incluso en países similares al nuestro 44 . 4.1. Control del peso y restricción calórica Existe suficiente evidencia de que la reducción de peso antes o después de la menopausia se traduce en una disminución entre un 25%-40% en la incidencia de cáncer de mama en comparación con las mujeres que continúan ganando peso 40 . Por otra parte, modelos animales han puesto de manifiesto el beneficioso efecto de la restricción calórica en la aparición de tumores mamarios 45 . Según los datos de WCRF/AICR, en países como Reino Unido o América, evitar el exceso de peso prevendría un 16-17% de los casos de cáncer de mama tras la menopausia 43 . En España, de acuerdo a la última Encuesta de Salud, un 45% de las mujeres adultas tiene exceso de peso, y un 17% son obesas 46 . Esta información, basada en datos auto-reportados, infraestima la importancia de este factor de riesgo en nuestro país: un estudio reciente en mujeres que acuden al programa de diagnóstico precoz de cáncer de mama muestra una prevalencia de obesidad del 29%, y una ganancia media de peso durante la vida adulta (desde los 18 años) de unos 400 gr/año 39 . 4.2. Evitar el sedentarismo aumentando la actividad física La recomendación de la OMS propone un mínimo de 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana, y duplicar esta cantidad en aquellas personas que ya superen dicho mínimo 47 . Se ha estimado que entre un 10-17% de los casos de cáncer de mama en el mundo podrían evitarse cumpliendo dichas recomendaciones 48, 43 . Está en discusión cuál es el nivel óptimo de ejercicio recomendable para la prevención del cáncer, pero en el caso concreto del cáncer de mama, un meta-análisis reciente muestra un efecto protector creciente a medida que aumenta el nivel de actividad física 49 . Un 35% de la población en Europa se declara inactiva 50 , mientras que entre las mujeres españolas esa cifra alcanza el 42% 46 . 4.3. Limitar el consumo de alcohol En países como Reino Unido y Estados Unidos el consumo de alcohol explicaría más de un 10% de los casos de cáncer de mama 43 . No obstante, las mujeres españolas muestran un consumo moderado de alcohol: un 24% de las mujeres consumen alcohol al menos una vez por semana, mientras que sólo el 7% lo hace a diario 46 . Esto explica que, en nuestro contexto, el impacto del alcohol en cuando a la reducción de riesgo sea menor, calculándose que un 3% de los casos serían evitables eliminando su consumo en la población femenina 51 . No obstante, el incremento de consumo de alcohol entre adolescentes podría modificar esta tendencia y aumentar la importancia de este factor de riesgo en un futuro. Además, los estudios en animales muestran que el periodo de mayor vulnerabilidad es aquel comprendido entre la menarquia y el primer embarazo, por lo que con vistas a la prevención es importante tener en cuenta también este tipo de consumo 40 . 4.4. Otras recomendaciones en relación a la dieta El informe de WCRF/AICR incluye una serie de recomendaciones para disminuir el riesgo de cáncer, que figuran en la tabla 2. Estas mismas recomendaciones han sido recogidas en la nueva versión del Código Europeo Contra el Cáncer ( https://cancer-code-europe.iarc.fr/index.php/es/ ).

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